Penúltima semana de septiembre de 2019. Una bandera gigante aparece colgada desde lo alto del edificio principal de la Universidad Casa Grande, en Guayaquil, y más que por su tamaño, llama poderosamente la atención que al tricolor patrio le faltaba el azul, el de los mares y el cielo.

Era la bandera honesta y antes que tratarse de un error, era la materialización de lo que semanas antes parecía una idea audaz, ofensiva para algunos, pero con el contundente propósito de gritar desde Guayaquil, en la semana de la bandera nacional, la emergencia ambiental que sufre el mundo.

Esa bandera, mentalizada por Sergio Moraga y Andrés Monge, en los talleres creativos de Paradais DDB, la urdesina agencia de publicidad, se convirtió hace pocos días en la campaña local de publicidad y comunicación más exitosa en Latinoamérica, al obtener para el Ecuador el único Effie de Oro Latam, edición 2020, en la categoría impacto positivo ambiental, sin fines de lucro.

Publicidad

Surgió, explica Moraga, a partir del hallazgo de que en las banderas del mundo, y sobre todo en las latinoamericanas, los colores simbolizan algo. En este caso, el color azul, representa el mar, el océano y el medioambiente. Enseguida identificaron un insight cultural relevante y universal: “Nos alteramos fuertemente cuando “nos tocan” un emblema patrio. Sin embargo, no reaccionamos igual cuando se nos daña al propio país”.

“En Paradais creemos que para poder llegar efectivamente a los consumidores primero hay que entenderlos. Y así lograr que las marcas y su mensaje sean más humanos y relevantes”, dice Agustín Febres-Cordero, quien junto a Ricardo Medina, lideran la agencia.

Foto: Cortesía

La estrategia y creatividad son parte fundamental de nuestro trabajo. Somos una agencia que valora, sobre todo, una sólida base estratégica para desarrollar campañas con grandes metas creativas. Buscamos siempre trabajar en equipo y tener una relación horizontal con nuestros clientes. Esta es la clave del éxito en este negocio”, agrega Febres-Cordero.

Publicidad

Empero concretar la idea tricolor requería de aliados estratégicos y el primero fue la Universidad Casa Grande (UCG), que había declarado en 2018 sus compromisos de cara al cambio climático, adhiriéndose al ODS-13 (Objetivo de Desarrollo Sustentable). Asumió como reto la responsabilidad social de sensibilizar y concienciar a través de una acción no convencional, al crear la primera bandera honesta, con el mensaje de que “no estamos en un cambio climático, sino en una emergencia climática”.

Gran Idea, agencia de comunicación integral, gestión de medios y contenidos especializados, fue el otro aliado que se sumó al reto de que la bandera despojada del color azul sea del interés de los principales medios del país, de algunos internacionales, y de muchos influenciadores. Así se abrió el debate orgánicamente en las redes sociales, acerca de la disyuntiva de alarmarnos por una alteración del emblema patrio y no por la destrucción del ecosistema del Ecuador.

Publicidad

Influencers, celebrities, ONG, organizaciones civiles y estudiantes de la Universidad Casa Grande se hicieron eco de la bandera honesta, difundiendo el mensaje orgánicamente, y a través de ellos se desplegaron por diferentes ciudades del país, réplicas físicas y digitales del emblema alterado.

Los principales medios de comunicación del país cubrieron en Guayaquil el plantón contra la emergencia climática, de la organización internacional Fridays For Future, lo que permitió amplificar la voz de decenas de ONG y organizaciones civiles reunidas por primera vez en una causa transversal. Y presentando a la Universidad Casa Grande, junto al movimiento #6D It’s Now, como referentes en vinculación al medio en la temática medioambiental en Ecuador, a nivel nacional e internacional.

Gabriela Sierra, CEO de Gran Idea, y Sergio Moraga, de Paradais, coinciden en que sí se cumplieron los objetivos, que eran tres: el primero, generar awareness (alerta) enfocado en la concienciación del público general sobre la emergencia climática del país. El segundo, comenzar a posicionar a la UCG como un referente en la temática medioambiental en Ecuador y ayudar a elevar la afinidad de la universidad con el target primario; estudiantes universitarios y secundarios, que en un contexto de alta competencia y poca diferenciación en la oferta educativa valoran cada vez más las acciones no comerciales.

Y en tercer lugar influir en el comportamiento de autoridades regionales y nacionales para que generen acuerdos y acciones climáticas concretas que protejan el medioambiente. Así se cocinó este único Effie de Oro Latam 2020 para el país, con una campaña con una meta clara, permanente y sin fines de lucro

Publicidad