Tras una vida de buenos recuerdos, alegría, juegos y anécdotas, quizás su amigo de cuatro patas necesite de su ayuda una última vez al enfrentarse, por ejemplo, a una enfermedad terminal que ya no tiene marcha atrás. ¿Cuándo debería pensar en la eutanasia para su mascota? Lo primero que debe saber es que este será el último recurso para tener en cuenta tras una emergencia o diagnóstico grave, pues lo primero será, por supuesto, intentar salvarla.

Agotar los recursos y opiniones médicas a su alcance para curarla le permitirá también reconocer cuándo es el momento de la eutanasia. Es decir, si todos los veterinarios consultados coinciden en que es el único camino. Además, según el nuevo Código Orgánico Integral Penal (COIP), que entró en vigencia en junio del 2020, es un delito provocar la muerte de un animal que forma parte del ámbito de la fauna urbana, a menos que no haya otra salida desde el punto de vista médico.

La decisión de practicar la eutanasia a una mascota es un tema muy delicado que no se debe tomar a la ligera”, advierte Bonne Moreno, vocera de la fundación Alma Animal. “Se la debe considerar siempre y cuando se haya buscado atención veterinaria confiable y ética para la mascota”, agrega, y lo ejemplifica con una situación personal: “Me recomendaron sacrificar a un animalito porque fue atropellado y consideraron que me iba a generar ‘mucho gasto’, y porque además era de la calle. Pero, gracias a Dios, descarté esa opinión, y hoy ese animalito está felizmente adoptado y (con la atención de otro veterinario) pudo volver a caminar”.

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”Los perros tienen un valor inmenso para nosotros, los humanos, sobre todo como compañeros sociales”, señala la psicóloga alemana Silke Wechsung. “El vínculo de los animales con sus dueños es muy estrecho”, afirma. Una mascota a la que se le ha tomado tanto cariño parece irremplazable.

Un acto de amor

Sin importar cuántas mascotas haya tenido, la eutanasia siempre será una decisión difícil, opina Moreno, pues cada animal es diferente. Pero, aunque suene raro, es un acto de amor hacia la mascota que lo ha acompañado. “Está liberando a esa mascota que ama, y que dio lo mejor de ella, del dolor y del sufrimiento producto de alguna enfermedad terminal, como cáncer, por ejemplo”, explica. “Generalmente, duele ver sufrir a quien quieres, y dejarlo partir en ese momento lamentablemente es lo mejor”.

Por lo general, esta decisión la suelen tomar los adultos de la familia, pero ¿cómo explicarles a los niños? Primero, sugiere Bonne, hay que hablarles sobre el dolor físico que siente el animalito y por qué no debemos dejar que siga sufriendo. Luego, se les puede dar la oportunidad de que se despidan de la mascota y que le agradezcan por el cariño que les dio mientras los acompañó. “No debemos mentirles ni engañarlos con excusas, como que la mascota se fue y luego regresará, porque los niños son muy inteligentes e intuitivos, y podrían perder la confianza en nosotros por mentirles”.

¿Cuál es el mejor destino para las pertenencias de su mascota? La rescatista sugiere dárselas a las otras mascotas de la casa (en el caso de tenerlas). “Pero, si el ver sus cosas le genera mucho dolor, donarlas a alguna fundación protectora de animales o a algún animalito rescatado es una buena opción. Al final, nunca olvidaremos a nuestras mascotas, aun si no conservamos sus objetos personales”.

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En general, se requieren entre seis meses y un año para superar el trance. Por muy doloroso que sea el proceso de duelo, este es fundamental para poder hacer frente a una nueva vida tras la pérdida.

Mantener el corazón abierto

Tras la partida, cada familia o dueño de mascota vivirá el duelo a su ritmo. Es normal que ese vacío en el hogar cambie su rutina y lo obligue a enfrentarse a días grises. Quizás ese mismo dolor pueda orientarlo a ciertas acciones no tan beneficiosas, advierte Moreno. Por ejemplo, el buscar una mascota “igualita” a la que perdió. “Debemos estar conscientes de que no es un remplazo, porque cada mascota es un ser totalmente diferente y no se deben ni se pueden comparar entre sí, pues al hacerlo nos estamos lastimando a nosotros mismos sin darnos cuenta”. Para evitar esa situación, algunos optan por elegir un nuevo perro, de raza, color, tamaño y hasta sexo diferente al anterior.

Sin embargo, tampoco existe un tiempo correcto para recibir un nuevo animal en casa; solo será necesario que, en el caso de las parejas, ambos hayan sanado por completo. En el caso de que uno de los dos necesite tiempo todavía para superar la pérdida, será mejor esperar para evitar mayores conflictos.

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También será la ocasión de reflexionar para no repetir comportamientos que, por desconocimiento, pudieron poner en riesgo a nuestra antigua mascota, como dejarla salir sola a la calle o no esterilizarla a tiempo. “En todo caso, cuando ya se encuentre listo, lo idóneo es ir juntos en familia a alguna fundación y adoptar a un animalito que necesita de un hogar; de esa manera le cambiará la vida a un ser que ha sufrido. Siempre es mejor adoptar que comprar”.