Fatiga, debilidad, tos seca, dificultades respiratorias y dolor torácico, pero también ansiedad, insomnio y estrés postraumático están entre las secuelas de la enfermedad de COVID-19. No son exclusivas de cierta edad, ni tampoco del grupo que estuvo en terapia intensiva o recibió oxígeno en casa.

“Indistintamente de si a usted le dio leve o fuerte, pueden quedar secuelas en muchos órganos, pero más comúnmente en el pulmón, alterando su capacidad y llegándole a provocar fibrosis pulmonar en ciertos casos, no en todos”, dice el doctor Efraín Sánchez, jefe de Neumología del Centro de Investigación Respiratorio (CIR), de Guayaquil.

El efecto del virus es muy diferente durante la enfermedad y después de ella. Todo dependerá del organismo afectado. “Hay personas que tuvieron síntomas leves, a las que se les hacen tomografías de tórax y presentan alteraciones, mientras que otras no tienen ninguna señal. Hay quienes con el tiempo presentan problemas bronquiales que habían estado silentes”, continúa Sánchez.

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El 20 % de los pacientes con COVID-19 desarrollan neumonía y el 5 % terminan en terapia intensiva con un cuadro grave.

¿Cuándo debo ver al neumólogo y qué exámenes debo hacerme?

  • Si usted tuvo una manifestación leve de la enfermedad, se cuidó en casa, tuvo resultados pequeños en las imágenes, no necesitó corticoides, no necesitó oxígeno y no tuvo síntomas persistentes, puede volver a consulta a los 2 o 3 meses.
  • Si estuvo ingresado, necesitó oxígeno, estuvo en terapia intensiva o si tiene los síntomas persistentes anteriormente mencionados (respira con dificultad, se cansa rápidamente, no puede concentrarse en su trabajo), se recomienda que la valoración sea a las 4 semanas.

El médico le realizará varios exámenes importantes, entre ellos la tomografía de control y las pruebas de funcionamiento pulmonar, como espirometría, difusión de monóxido de carbono, resistencia en la caminata, capacidad muscular. “Uno no respira solo con los pulmones, sino con los músculos”.

La espirometría le servirá para medir la función respiratoria. Foto: Shutterstock

Esto es importante para pacientes que se intubaron y estuvieron mucho tiempo paralizados, para los que formaron coágulos en los pulmones, pero también para los que, sin haberse internado, perdieron mucho peso y masa muscular. “Si en la tomografía hay alguna alteración, debe ir a una nueva valoración”.

Una tomografía limpia significa el alta en cuanto a la salud pulmonar, pero el neumólogo recuerda que, aparte de eso, puede haber necesidad de rehabilitación física para recuperar músculo. “En cuanto a la salud mental: los pacientes quedan con mucha ansiedad, depresión y estrés postraumático. Esto hay que abordarlo”, dice el doctor Sánchez.

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¿En qué consiste la rehabilitación pulmonar y física?

  • Probablemente usted sea una persona joven que necesita perder peso. Se le mandará a seguir un régimen de ejercicios.
No se limite ni deje de moverse por temor. La actividad física y la rehabilitación son importantes para su mejoría. Foto: Shutterstock
  • Talvez también esté experimentando ansiedad: necesitará ejercicios de relajación y psicoterapia.
  • Si tiene falta de aire, por la neumonía, recibirá un tratamiento corticosteroide, una dieta adecuada y recomendaciones para la higiene del sueño, “que es la herramienta para regenerar y reforzar el sistema inmunológico”. Además, tendrá que hacer rehabilitación respiratoria.
  • Si su síntoma es la fatiga y la debilidad es posible que le indiquen que siga una dieta balanceada antiinflamatoria, reducida en gluten, alimentos procesados y azúcares, rica en proteínas, acompañada de ejercicio.
  • ¿Tiene dolor de espalda? Es un síntoma que se volvió muy común y que algunos confunden con dolor del pulmón, dice el doctor Sánchez. (El pulmón no duele, pero tiene afinidad con los nervios y músculos). “Hubo en 2020 un momento en que la mayoría de los pacientes tenía un dolor quemante, intenso y, en algunos casos, invalidante, que no se calmaba con AINE”, sino que requiere otros medicamentos, durante más tiempo.

La rehabilitación respiratoria es la estrategia común en todos los casos, con equipos diseñados para fortalecer la musculatura inspiratoria.

Debe ir en conjunto a los ejercicios que fortalecen la musculatura de la parte alta de la espalda y de los brazos. Los ejercicios con bandas para brazos, espalda y piernas son muy beneficiosos. “Los cuádriceps, los músculos de la parta alta del muslo, quedan muy deteriorados en estos pacientes”, indica el médico, por lo que se recomienda también la bicicleta, empezando por la estática y el ejercicio aeróbico.

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Finalmente, el neumólogo Sánchez pide que recuerde que usted no tuvo una simple gripe, usted tuvo un cuadro sistémico con secuelas y que, al haberse recuperado, es probable que necesite durante algún tiempo de diversos servicios de salud hasta sentirse fuerte, activo, útil y contento. (I)