A través de sus redes sociales la cantante Pamela Cortés informó que fue diagnosticada con una nueva trombosis venosa profunda, en una pierna, y una embolia pulmonar.

¿Pero qué es la trombosis venosa profunda?

El presidente de la Sociedad Panamericana de Flebología y Linfología, Ernesto Intriago, explica que la trombosis venosa profunda (TVP) “es la formación de un coágulo de sangre que bloquea la corriente sanguínea dentro de una vena normal o patológica que sería ya una várice”.

Publicidad

Muchas veces es silenciosa, un diagnóstico temprano que se puede hacer es a través de una ecografía doppler vascular, uno puede detectar si el paciente ya tiene várices y decirle: ‘señor, si usted no se trata las várices, puede controlarla, puede usar la media de várices, tomar algún circulatorio’, prevenir que no llegue a ser un trombo hasta que el paciente pueda operarse o hacerse algún tipo de tratamiento...”, añade Intriago.

La cantante Pamela Cortés con diagnóstico de trombosis venosa profunda; agradece en redes mensajes de solidaridad

La embolia pulmonar, dice Intriago, es una trombosis venosa de la arteria pulmonar. “El trombo viajó desde las piernas y pasó de largo hacia el pulmón, colapsó la arteria del pulmón y ese es el que cuando es grave y no se trata a tiempo es que lleva a la muerte, y dice: ‘le dio un paro cardiorrespiratorio’... Entonces hay varios tipos, la trombosis venosa superficial, trombosis venosa profunda y la embolia pulmonar, que es lo más grave”, sostiene.

Por su parte, el médico clínico hematólogo Brenner Sabando indica que “actualmente no se define como trombosis venosa o tromboembolia pulmonar, sino se los unifica como enfermedad tromboembólica venosa” y explica el porqué. “Porque el tratamiento tanto de la trombosis venosa como de la tromboembolia pulmonar es similar y los factores de riesgo son los mismos. Es una misma enfermedad con dos espectros: una la trombosis venosa y la tromboembolia pulmonar”, señala.

Publicidad

En ese sentido, Sabando responde a ¿qué es la trombosis? “Las venas son un sistema que llevan la sangre desde la parte distal del cuerpo, es decir, desde las extremidades hacia el corazón, son como cañerías. ¿A qué se denomina trombosis? Es cuando se forma un coágulo dentro de estas venas o cañerías y esto produce una obstrucción al flujo de la sangre”, enfatiza.

¿Y qué va a producir? “Si este coágulo se produce a nivel de un miembro inferior va a producir hinchazón de la pierna, va a producir dolor y en algunas ocasiones se pone la piel roja. Y si este coágulo se forma a nivel de las arterias del pulmón puede producir síntomas como falta de aire, dolor de pecho, tos con sangre”, afirma.

Publicidad

¿Cuáles son los síntomas?

Sabando señala que si es una trombosis venosa a nivel de miembros inferiores o a nivel de los miembros superiores, lo característico es dolor, hinchazón y puede haber cambios de coloración de la pierna, se puede poner roja, violeta.

Si es una tromboembolia pulmonar lo característico es falta de aire de manera súbita, dolor de pecho, tos con expectoración sanguinolenta.

Asimismo, indica que la trombosis venosa lo más frecuente a es nivel de las piernas (miembros inferiores), pero también puede haber a nivel de los miembros superiores, en los brazos.

Solicitan pintas de sangre para Pamela Cortés, quien se someterá a una operación a causa de su trombosis venosa profunda

Mientras que Intriago apunta que el paciente siente dolor en las piernas, específicamente a veces comienza en las pantorrillas, cuando tienen presencia de várices hay endurecimiento del trayecto varicoso trombosado. Además, hay dolor localizado, tumefacción (hinchazón), enrojecimiento y una sensación a veces de fiebre o malestar general que le produce en el recorrido de la vena y con una hinchazón notable de toda la extremidad afectada que a veces llega hasta casi un poco más de la mitad de la vena normal. “Generalmente son de comienzos súbito localizado y se puede ir extendiendo, si afecta a la pierna puede ascender hacia la parte de la rodilla, del muslo y se lo conoce como una trombosis ascendente, pero esas son las más benignas”, dice.

Publicidad

Comenta que hay otras que comienzan al revés, empiezan por la parte alta, al nivel de la ingle o del muslo, que son de las venas femorales, de la vena femoral común, de las venas ilíacas, en la cual el paciente abruptamente el paciente presenta dolor e hinchazón de todas las partes del muslo y que con los días llega inclusive hasta el tobillo.

¿Cuáles son las causas?

Sabando comenta que las causas pueden ser hereditarias, adquiridas, que se denominan las trombofilias, y además hay situaciones transitorias que pueden predisponer a una trombosis. Señala que por lo general la gente va a la consulta hematológica es para tratar de descartar trombofilia, es decir, una situación que lo hay predispuesto a tener una trombosis.

Las hereditarias: siempre tienen el antecedente de un familiar, que haya hecho eventos trombóticos a una edad joven, es decir, menos de 40 años, y por eso se los investiga tratando de descartar causas hereditarias.

Trombofilias adquiridas: no tiene un factor y hay enfermedades que se van desarrollando en el organismo. ¿Cuáles son? “Síndrome antifosfolípido, policitemia vera, que son enfermedades hematológicas de la sangre, que engloban algo que se llaman síndromes mieloproliferativos, policitemia vera, trombocitemia esencial. Las neoplasias pueden también ser un factor adquirido que puedan predisponer a trombosis, es decir, los cánceres y hay factores que sumados a otros pueden producir trombosis, por ejemplo hay gente que asocia algunos anticonceptivos con el riesgo de trombosis”, recalca.

Y como tercer grupo menciona a los transitorios: cita como ejemplo, la inmovilización después de una cirugía especialmente traumatológica o inmovilización por alguna causa, viajes prolongados.

También indica que un factor de riesgo independiente de cualquier otra cosa es la edad. “Las trombosis normales se pueden presentar en personas de más de 55-60 años... No me sorprendería si una persona mayor a 60 años presenta un evento trombótico, porque la edad es un factor riesgo, pero si presenta trombosis a una persona de menos de 40 años uno tiene que investigar un factor hereditario que haya predispuesto la trombosis”, reitera.

Hasta seis meses después de contagio de COVID-19, personas tienen riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos

En tanto que el cardiólogo angiólogo intervencionista y hemodinamista Fausto Heredia menciona que entre la causas de la TVP están:

  • Lesión del revestimiento de la vena
  • Una mayor tendencia de la sangre a coagularse
  • Reducción de la velocidad del flujo sanguíneo

Más frecuente en mujeres

Intriago señala que es más frecuente en las mujeres, porque a veces están relacionadas con la toma de anticonceptivos, sobre todo los estrógenos tienen un efecto vasodilatador sobre la pared venosa. “No todos los pacientes con várices y que estén tomando hormonas llegue a tener trombosis, pero sí un alto porcentaje y por eso que dentro de las contraindicaciones que los médicos preguntan a sus pacientes es que si sufren de várices no deberían tomar hormonas, en este caso anticonceptivos o terapias estrogénicas, en la mujer sea en la menopausia o sea durante su periodo de vida sexual, porque estarían más predispuestas”, explica.

Asimismo, indica que en hombre y mujeres puede ser la obesidad, los traumatismos de las piernas, las cirugías ortopédicas, inmovilidad o alteración de la coagulación de la sangre o enfermedades específicas de la sangre como las trombofilias.

“Así como los pacientes que tienen cáncer es muy frecuente que presenten trombosis o mujeres en estado de gestación también algunas pueden llegar a presentar trombosis, es raro, pero pueden presentar si hablamos en forma general”, agrega Intriago.

Incidencia de la trombosis venosa profunda

Heredia comenta que la incidencia de la trombosis venosa profunda es de un caso por 10.000 adultos jóvenes; un caso por 100 adultos mayores; en 65 a 69 la incidencia es de 1,8 casos por 1.000 habitantes al año; y aumentan a 3,1 casos por cada 1.000 habitantes cada año en 85 y 89 años.

En ese contexto, Heredia indica que los factores de riesgos son:

  • Edad: personas mayores de 60 años.
  • Falta de movimiento: cuando los miembros inferiores no se mueven durante tiempos prolongados, es decir, viajes largos o enfermedades que obligan al paciente a permanecer mucho tiempo en cama.
  • Embarazo: por aumento de la presión en las venas de las piernas y pelvis.
  • Anticonceptivos orales
  • Cáncer
  • Tabaquismo
  • Antecedentes patológicos personales o familiares: sea de trombosis venosa profunda o tromboembolismo pulmonar.
  • Genética: cambios en el ADN que predisponen a que la sangre se coagule con mayor facilidad.

¿En qué casos se llega a cirugía?

“Si hablamos de trombosis existen dos tipos, son por lo general endovasculares, en el pulmón cuando es una tromboembolia pulmonar masiva que compromete el funcionamiento del pulmón y corazón, es algo muy grave. Y si es en el miembro inferior la trombosis venosa es cuando la trombosis es tan extensa, que van desde la región inguinal y produce una gran hinchazón de la pierna que compromete la circulación, es decir, que si no se restaura esa circulación venosa la pierna se puede necrosar...”, responde Sabando.

¿Cuál es el tratamiento?

Sabando indica que el tratamiento estándar y básico es la medicación anticoagulante, que tienen como objetivo tratar de ayudar a disolver ese coágulo que se formó. Estos pueden ser de dos tipos, uno que se denomina parenterales, que es por la vena o inyecciones subcutáneas y están los medicamentos anticoagulantes por vía oral, que son los de acción directa.

Sin embargo, hay situaciones que son muy graves y ahí se las da otro tipo de tratamiento que también tiene un poco más de riesgo. Cuando la situación es severa, especialmente a nivel pulmonar, que compromete la presión arterial, se pueden usar, en casos muy extremos, “algo que se denominan trombolíticos”, asegura Sabando.

Síntomas y causas de la trombosis venosa profunda en la pierna

En tanto que Intriago señala que va a depender del grado de afectación de la trombosis. “Si es una trombosis superficial muy limitada se puede manejar con medidas de lacto compresión, antiinflamatorios...”.

“Pero si es trombosis venosa profunda, la cosa cambia, porque el riesgo de hacer una tromboembolia pulmonar es alto y con consecuencias fatales, ahí sí se usaría los anticoagulantes. Hay los de nueva generación que son los orales o los conocidos como la heparina de bajo peso molecular que son las inyecciones subcutáneas, que se aplican dosis un miligramo por kilo de peso y se aplica subcutánea para ir diluyendo la sangre o sea disolviendo el coágulo”, agrega.

Asimismo, señala que si es una trombosis que llega a ser masiva y que comprometan, depende el grado evolución. En ese sentido, sostiene que hay pacientes que van a la consulta y llegan con una trombosis que la tuvieron hace 10, 15, 20 días o a veces hasta el mes, “obviamente no les pasó nada, pero el tratamiento de ese paciente ya no es un tratamiento de una manera aguda, sino uno tardío, que todas estas trombosis a la largan van a tener secuelas posterior, que se llamarían el síndrome postrombótico”.

“Si es una trombosis aguda, uno puedo instaurar un plan de un tratamiento con anticoagulantes inyectables... y posteriormente pasarlo a anticoagulantes orales. Hay otros tratamientos más modernos que son los anticoagulantes orales directos...”, añade Intriago.

¿Qué es la trombosis y por qué el actor Juan Pablo Medina perdió su pierna debido a ella?

¿Cuánto dura el tratamiento?

“Si es un factor de riesgo transitorio el tratamiento recomendado por las guías internacionales, por la Sociedad Americana de Hematología, dicen es de tres meses con anticoagulación. Y si es un factor permanente, los hereditarios, y esos factores de riesgo continúan, inclusive puede ser el tratamiento de por vida, es continuar con anticoagulación de manera indefinida...”, explica Sabando.

¿Cuál es el mayor riesgo del tratamiento?

Los sangrados, dice Sabando. “Por eso el mensaje: ‘cuando yo estoy tomando medicación anticoagulante tengo que seguir las indicaciones estrictas del médico’”, resalta.

¿Costo del tratamiento?

Si es una trombosis distal, de la rodilla para abajo es un tratamiento que no es muy costoso, lo que le cuesta son los medicamentos... ponle que el tratamiento mensual sea de 100 dólares las pastillas. Si ya requieren de estar internado en terapia intensiva el costo sí es bien alto. Los anticoagulantes hoy por hoy acá en el país son mucho más bajo de lo que realmente valen en Estados Unidos o Europa y usando el mismo medicamento y haciendo el mismo protocolo”, comenta Intriago.

“Los nuevos anticoagulantes orales cuestan alrededor de 3 dólares diarios. Esa misma pastilla en Europa, Estados Unidos puede costar 20 dólares o más... Si el paciente está en una terapia intensiva y necesita una trombólisis y necesita filtros de vena cava esos sí son muy costosos, un tratamiento de esos puede andar por los 10.000, 20.000 dólares... Porque requieren de estos filtros, de monitorización, exámenes de laboratorio constante, que tiene verlo el terapista, el hematólogo, un sinnúmero de médicos relacionados, el cardiólogo... todo va a depender de la causa que origine el trombo...”, añade.

Intriago cita como ejemplo que puede ocurrir en una paciente que está embarazada y le da tromboembolia pulmonar. “(Debe) estar monitorizado su bebé, estar en terapia intensiva, verla un ginecólogo, el terapista, el cardiólogo... y por eso es que esta enfermedad al final del día cuando no se hace una prevención resulta más caro...”, afirma.

Revelan el costo de la prótesis de Juan Pablo Medina: El implante fue elaborado en Alemania con tecnología mecatrónica para asemejar una rodilla

¿Cómo es el proceso de recuperación de pacientes con trombosis?

“El proceso de mayor cuidado es la primera etapa, porque son medicamentos de uso delicado, uno tiene que estar cuidando y controlando que no haya ningún tipo de sangrado y el segundo, tratar de ver cómo va la evolución. Si es en los miembros que vaya disminuyendo la hinchazón y el dolor, y si es el pulmón que el paciente comience a recuperar su respiración adecuada y eso se produce lentamente y progresivamente”, recalca Sabando.

¿Cuáles son las consecuencias de un evento trombótico?

De acuerdo con Heredia, la complicación más frecuente y temida, es que un trombo se desprenda de una vena profunda y se convierta en émbolo. “Este viaje por el torrente sanguíneo, a través del corazón hacia los pulmones, donde se aloja un vaso sanguíneo y, de esta forma, obstruya el flujo de sangre a una porción del pulmón. Esta obstrucción se denomina embolia pulmonar o tromboembolismo pulmonar, y puede ser mortal, dependiendo del tamaño del coágulo y si el diagnóstico se realiza o no de manera precoz con tratamiento eficiente”.

Aclara que los pequeños trombos que se forman en la trombosis venosa superficial no se suelen convertir en émbolos. Por lo tanto, solo los trombos de venas profundas son potencialmente peligrosos.

Asimismo, indica que los trombos en las piernas o en la pelvis tienen más tendencia a convertirse en émbolos que los de los brazos, tal vez por la acción compresiva de los músculos de la pantorrilla, que puede provocar el desprendimiento del trombo en una vena profunda. Por tal motivo es importante mantener un movimiento constante en las piernas y caminar. “Hoy en día tenemos aplicaciones en nuestros dispositivos electrónicos que nos indican cuándo tenemos que pararnos y movernos, justamente es para la prevención de esta enfermedad denominada TVP, la que si se complica desencadena tromboembolismo pulmonar, que puede ser mortal”.

En ese contexto, refiere que las consecuencias de la embolia pulmonar dependen del tamaño y de la cantidad de émbolos:

  • Un émbolo pequeño puede obstruir una arteria pulmonar de pequeño calibre, lo cual causa la muerte de un pequeño fragmento del tejido pulmonar (denominado infarto pulmonar).
  • Un émbolo pulmonar grande puede bloquear toda o casi toda la sangre que fluye desde el lado derecho del corazón a los pulmones, causando así hipotensión arterial y niveles bajos de oxígeno, produciendo la muerte con rapidez.

Según Sabando, pueden ser dos. “Una si es en miembros inferiores, algo que se llama síndrome postrombótico. A veces la vena no se recupera íntegramente y eso hace que la pierna quede un poquito más hinchada o un poquito más de cambio de coloración y en algunas ocasiones puede persistir el dolor y este dolor puede ser en algunas ocasiones, cuando es severo, hasta incapacidad”, explica.

Y si es en el pulmón “puede haber algo que se llama hipertensión pulmonar, es decir, que a veces la capacidad del pulmón no se recupera 100 % y el paciente puede continuar con una sensación de falta de aire por mucho tiempo”.

¿De qué manera prevenir la TVP?

Heredia recomienda que es muy importante no fumar. Fumar aumenta el riesgo de presentar trombosis venosa profunda.

Además, mover las piernas. Si ha tenido un procedimiento quirúrgico o ha estado en reposo en cama, intente moverse lo antes posible, en medida de lo que su médico de cabecera recomiende. Evite cruzar las piernas al sentarse, ya que esto puede bloquear el flujo sanguíneo, parcial o total.

También, cuando viaje, tome descansos frecuentes para estirar las piernas. Cuando esté en un avión, párese o dé pasos cortos de vez en cuando. Si viaja en automóvil, deténgase aproximadamente cada una hora, párese y camine . Si no puede caminar, haga ejercicios con la parte inferior de las piernas. Suba y baje los talones mientras mantiene los dedos del pie en el piso.

Y, es importante el uso de medias antiembólicas en caso de viajes prolongados. Esto hará compresión a nivel de las pantorrillas, lo que mejorará el flujo sanguíneo y evitará la formación de émbolos. (I)