Hasta ahora, el consejo dental para las encías sangrantes es cepillarse y pasarse la cera dental dos veces al día, porque podría ser señal de gingivitis, una fase temprana de enfermedad periodontal.

Pero un estudio de la Universidad de Washington (UW), presentado este año, sugiere que podría ser bueno tratar con la vitamina C.

“La deficiencia de vitamina C es una posible razón,” dice el autor principal del estudio publicado en Nutrition Reviews, Philippe Hujoel, dentista y profesor de salud oral en la Escuela de Odontología de la UW.

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Hujoel revisó 15 ensayos clínicos realizados en 6 países, con información de casi 10.000 personas. El sangrado de encías al menor contacto, y también el sangrado en el ojo, están asociados con bajos niveles de vitamina C.

Aumentar el consumo de la vitamina C ayuda a revertir el sangrado.

Adicionalmente, las personas con tendencia al sangrado de encías y de retina podrían tener problemas con el sistema microvascular.

Hujoel recomienda a las personas ser conscientes de su ingesta de vitamina C a través de comidas no procesadas: kale, pimientos o kiwis, y tal vez considerar un suplemento de 100 a 200 mg al día.

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Si está en una dieta especializada, como la paleo, esté atento, porque las frutas ricas en vitamina C, como los kiwis y las naranjas, suelen ser eliminadas de esa dieta baja en carbohidratos, por ser ricas en azúcar.

Así mismo, necesitará otras fuentes de vitamina C si solo come carnes magras y evita las vísceras u órganos animales, que son ricos en vitaminas.

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Aumentar el consumo de la vitamina C ayuda a revertir el sangrado. Foto: Shutterstock

La asociación entre el sangrado de las encías y los bajos niveles de vitamina C fue reconocida hace más de 30 años, por el trabajo del antiguo decano de la misma escuela a la que pertenece Hujoel, el doctor Paul Robertson.

“Una prescripción automática de higiene oral y otras intervenciones dentales para tratar problemas microvasculares puede ser parcialmente efectiva contra el sangrado de las encías”, escribió Hujoel, “pero es arriesgado porque no busca la posible enfermedad principal y la mortalidad asociada con las enfermedades del sistema microvascular”. (I)