Las tristezas siempre van conectadas a pensamientos negativos, esos que te hunden en un abismo de ansiedad y depresión. Si vives en el pasado, lamentando una y otra vez lo que pasó, sin avanzar y culpándote por las mismas situaciones, entonces podrías estar frente al síndrome de rumiación mental.

El sitio web Mundo Psicólogos la define como una tendencia a obsesionarse por los momentos ya vividos y sufrir emociones intensas y dañinas como consecuencia.

Lo perjudicial de esta conducta es que las personas crean una adicción de la que no desean escapar, creando un círculo vicioso de angustia por el pasado, preguntándose el por qué de las cosas y lamentando las situaciones con ideas negativas.

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De no poner coto a estas emociones, son muchos los trastornos que se pueden desencadenar, como los malos hábitos alimenticios, estrés, alcoholismo. Por ello, se debe estar consciente de la necesidad de eliminar el síndrome de rumiación a través de la ayuda de un terapeuta, practicando la meditación y empleando el tiempo libre en actividades recreativas que te alejen de la negatividad. (I)

Rumiar o el síndrome de rumiación es una tendencia a orientar el foco de atención a pensar demasiado.
Enfocar la mayoría del día a ideas negativas hace que solo podamos ver esta parte de la vida. Foto: Shutterstock