La viruela del mono o “ortopoxvirosis simia” es una enfermedad rara cuyo patógeno puede transmitirse del animal al hombre y viceversa.

Cuando el virus se propaga al ser humano, es principalmente a partir de diversos animales salvajes, roedores o primates.

La transmisión de un ser humano a otro es reducida.

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Sus síntomas se asemejan, en menor grado, a los observados en el pasado en sujetos con viruela: fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y dorsales durante los primeros cinco días. Luego aparecen erupciones (en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies), lesiones, pústulas y finalmente costras.

Esta enfermedad se identificó por primera vez en humanos en 1970 en la República Democrática del Congo (ex Zaire), en un niño de 9 años que vivía en una región donde la viruela había sido erradicada desde 1968.

Desde 1970 se notificaron casos humanos de “ortopoxvirosis simia” en 10 países africanos. A principios de 2003 también se confirmaron casos en Estados Unidos, los primeros fuera del continente africano.

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Personas con mayor riesgo

La infección de los casos iniciales se debe al contacto directo con sangre, fluidos corporales, lesiones cutáneas o mucosas de animales infectados.

La transmisión secundaria, es decir, de persona a persona, puede resultar del contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias, lesiones cutáneas de una persona infectada o de objetos recientemente contaminados con líquidos biológicos o materiales procedentes de las lesiones de un paciente.

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La viruela del mono generalmente se cura espontáneamente y los síntomas duran entre 14 y 21 días.

Las personas inmunocomprometidas o que tienen condiciones cutáneas particulares, incluyendo eczema, son de alto riesgo, añadió John Brooks, médico epidemiólogo.

Los casos graves se producen con mayor frecuencia en los niños y están relacionados con la magnitud de la exposición al virus, el estado de salud del paciente y la gravedad de las complicaciones.

Según las epidemias, la tasa de letalidad varió enormemente, pero se mantuvo por debajo del 10% en todos los casos documentados, principalmente en niños pequeños.

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Se estima que la cepa de África occidental, que afecta a los casos británicos, tiene una tasa de mortalidad de alrededor del 1%. También hay una cepa encontrada en la región del Congo que puede ser mortal en 10% de los casos, pero los casos británicos no presentan esta cepa.

Sin vacuna específica

No existen tratamientos o vacunas específicos contra la viruela del mono, pero se pueden contener los brotes, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En el pasado se demostró que la vacunación antivariólica tiene una eficacia del 85% en la prevención de la “ortopoxvirosis simia”, pero la vacuna ya no está disponible, después de la interrupción de su fabricación tras la erradicación mundial de la viruela hace unos 40 años .

La buena noticia es que la vacuna contra la viruela funciona contra la viruela de mono; la mala noticia es que la mayoría de las personas menores de 45 años no están vacunadas”, tuiteó el epidemiólogo Eric Feigl Ding.

La viruela común se decretó erradicada en 1980 y es actualmente la única enfermedad humana que ha sido formalmente eliminada. El último caso documentado en el mundo ocurrió en Somalia en 1977.

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Vacunas con virus vivos

Actualmente existe una vacuna aprobada por varias naciones para la prevención y el tratamiento de la viruela común, llamada JYNNEOSTM (también conocida como Imvamune o Imvanex), producida por la farmacéutica danesa Bavarian Nordic.

Este compuesto está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para la viruela común y la del mono. EE. UU. tiene tiene cerca de mil dosis de esta vacuna “y se espera aumentar ese nivel rápidamente en las próximas semanas a medida que la compañía nos provee más dosis”, explicó Jennifer McQuiston, directora adjunta de la división de patógenos y patologías de consecuencias graves de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

EE. UU. también se cuenta con cerca de 100 millones de dosis de una vacuna de una generación anterior llamada ACAM2000, fabricada por Emergent Product Development.

Ambas vacunas usan virus vivos pero solo JYNNEOSTM suprime la capacidad de replicación del virus, haciéndola la opción más segura, según dijo McQuiston.

Los CDC también están desarrollando una guía de tratamiento para permitir el despliegue de los antivirales tecovirimat y brincidofovir, ambos con licencia para el tratamiento de la viruela.

La vacuna JYNNEOSTM también está autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), en cambio la ACAM2000 todavía no tiene permiso de uso en el viejo continente. (I)