La leptospirosis es una enfermedad zoonótica, causada por una bacteria llamada leptospira interrogans, patogénica para los seres humanos y los animales, con más de 200 variedades serológicas o serovariedades. Esta infección es más común en zonas con climas cálidos y altos índices de precipitaciones (lluvias) anuales, pero puede presentarse en cualquier lugar del mundo.

Forma de contagio

Los humanos generalmente adquieren la leptospirosis al beber o tener contacto con agua _como al nadar, o ir en balsa o kayak_, o tierra que haya sido contaminada por orina o líquidos corporales de animales infectados. La transmisión de humano a humano ocurre muy raramente.

Además de la exposición al agua o tierra contaminada, muchas personas que trabajan en exteriores o con animales pueden tener un mayor riesgo de infección, por ejemplo las siguientes:

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  • Campesinos o agricultores
  • Mineros
  • Trabajadores de alcantarillado
  • Trabajadores de mataderos
  • Veterinarios y cuidadores de animales
  • Pescadores y personas que trabajan con peces
  • Trabajadores de granjas lecheras
  • Personal militar

Muchos animales pueden transmitir esta enfermedad, entre los que se encuentran:

  • Roedores
  • Mapaches
  • Zarigüeyas (opossums)
  • Ganado
  • Cerdos
  • Perros
  • Caballos
  • Búfalos
  • Ovejas
  • Cabras

Por el lado de las mascotas, los perros son los más afectados. La leptospirosis en gatos es muy rara y parece ser leve, aunque se sabe muy poco sobre la enfermedad en esta especie.

Los factores comunes de riesgo de la leptospirosis en los perros incluyen:

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  • Exposición a ríos, lagos o arroyos, o beber de ellos.
  • Deambular en zonas rurales (debido a la exposición a animales salvajes, animales de granja o fuentes de agua posiblemente infectados).
  • Exposición a animales salvajes o de granja, aún si se encuentran en los patios.
  • Contacto con roedores u otros perros (como en áreas urbanas, parques para perros o instalaciones de trabajo donde haya varios perros).

Síntomas

Los síntomas de la leptospirosis se pueden presentar desde dos días hasta cuatro semanas después de haber estado expuesto a las bacterias. Puede presentarse con una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde una forma leve a una enfermedad grave y a veces fatal.

Generalmente, la enfermedad se presenta en cuatro categorías clínicas amplias:

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  • Una enfermedad leve con los síntomas de tipo gripal.
  • Síndrome de Weil caracterizado por ictericia, falla renal, hemorragia y miocarditis con arritmias.
  • Meningitis/meningo encefalitis,
  • Hemorragia pulmonar con falla respiratoria.

Los síntomas más comunes que el infectado puede mostrar son:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor abdominal
  • Ictericia (piel y ojos amarillentos)
  • Sarpullido
  • Ojos enrojecidos

Estos síntomas pueden parecerse a otras afecciones, como influenza, dengue y otras enfermedades hemorrágicas de origen viral. Por ello, es importante el diagnóstico correcto (clínico y de laboratorio) al inicio de los síntomas para evitar casos graves y salvar vidas.

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Tratamiento

Una vez confirmada la infección, lo más probable es que se trate la enfermedad con antibióticos. El tratamiento es más eficaz cuando se inicia lo más pronto posible.

Prevención

  • Ir al veterinario para que les ponga a sus mascotas las vacunas respectivas.
  • Evitar el contacto con orina o líquidos corporales de los animales.
  • No nadar ni caminar por agua que pueda contener orina de animales y tampoco tragarla.
  • Usar ropa y zapatos protectores cerca de tierra o agua que pueda estar contaminada con orina de animales. (I)

Fuentes: Organización Panamericana de la Salud (OPS), Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., American College of Veterinary Internal Medicine (ACVIM).

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