El café es una popular bebida muy consumida en todo el mundo, no solo por su buen sabor, sino también por los posibles efectos que sus componentes generan en el organismo.

Es así que el café, al igual que el té, con el paso del tiempo han ganado relevancia y, aunque nos parezcan bebidas muy distintas, hay que recordar que ambas contienen cafeína, una sustancia que causa un especial efecto en quienes la consumen, se indica en una publicación del sitio web FayerWayer.

La cafeína se consume diariamente quizás más de los que imaginamos. A esta la encontramos en forma de tazas de café o té, latas de refrescos o bebidas energéticas e, incluso, en barras de chocolate.

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Por un lado, la popularidad de la cafeína está relacionada con que es posible consumirla fácilmente en distintas presentaciones, algunas deliciosas, pero también tiene que ver con el efecto psicoactivo que tiene sobre nuestro sistema nervioso central, ya que tomar café nos hace sentir más despiertos.

¿Cuál es la función de la cafeína?

Aunque el efecto de esta sustancia no es inmediato, sí sucede de forma rápida. Una vez que bebemos una taza de café o té, el intestino absorbe la cafeína y así pasa a nuestro torrente sanguíneo, desde donde viaja hacia nuestro cerebro.

Una vez ahí su función será la de bloquear la adenosina, un neurotransmisor que está relacionado con la regulación de los ciclos de sueño-vigilia.

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Dado que la cafeína evita que la adenosina entre en acción, nos sentimos más despiertos poco después de haber disgustado una taza de café. Este efecto además está relacionado con la dependencia que llegamos a desarrollar en el consumo de la cafeína.

No se ha establecido formalmente que la cafeína cause una adicción, sin embargo, se ha evidenciado que al dejar de consumirla pueden surgir efectos secundarios negativos, entre estos, fatiga, irritabilidad o dificultad para concentrarnos.

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La cafeína y el sueño

Aunque la cafeína nos ayuda a estar despiertos, hay que tener en cuenta que ese estado no es igual que estar realmente alerta o con predisposición para concentrarnos.

Según un estudio reciente, publicado en la revista especializada Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, & Cognition, quienes no duermen bien no tendrán las mismas capacidades cognitivas aunque consuman cafeína, en comparación con quienes sí descansan.

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La investigación contó con 276 voluntarios, a quienes diariamente les realizaron pruebas que medían qué tanto mantenían su atención en una tarea y qué tan rápido reaccionaban.

Mientras que algunos participantes hacían las pruebas luego de dormir adecuadamente, otros las realizaban después de haber pasado la noche en vela: ambos grupos ingerían 200 miligramos de cafeína, el equivalente a dos tazas de café.

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La importancia de dormir bien

Los resultados evidenciaron que la cafeína ayudaba a los participantes que no habían dormido a tener mejores resultados en las tareas cognitivas simples, pero no en las complejas.

Esto demostraría que la cafeína sí posee un efecto estimulante en el sistema nervioso, pero que, aunque nos mantenga despiertos, no necesariamente nos ayuda a estar más concentrados.

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“La cafeína puede ayudarte a estar despierto y poner atención a una tarea, pero no ayuda a evitar errores”, indicó Kimberly M. Fenn, quien es profesora del departamento de psicología la Universidad Estatal de Michigan y una de las autoras del estudio.

Entonces, si realmente buscamos estar alerta y concentrados, la única opción efectiva es justamente durmiendo una cantidad de horas adecuadas. (I)