Años de beber café, de fumar cigarrillos o de comer alimentos con muchos pigmentos a la larga perjudican a nuestros dientes y los vuelven de un color amarillento o marrón, sin atractivo.

El esmalte manchado se puede blanquear en casa (hay geles y pastas para este fin) o se puede hacer con un odontólogo, aunque hay la posibilidad de que vuelvan a mancharse.

Si se quiere conservar el blanqueado de la sonrisa a largo plazo y mejorar su estética, las carillas dentales pueden ser una buena opción. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, las carillas suelen ser resistentes a las manchas por lo que las personas se preocupan menos por la decoloración.

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“Las carillas dentales se usan cuando hay alguna anomalía en el tamaño, forma o color del diente, es un método ‘conservador’ ya que no gasta de forma exagerada el tejido dental y da al paciente la sonrisa deseada”, indica el odontólogo Steven Chávez Orrala.

Según el especialista, dependiendo del material con el que se realicen (porcelana o resina), pueden tener una mayor duración y resistencia. Por ejemplo, las que son de porcelana pueden llegar a durar quince años o un poco más, pero las de resina hasta cinco años.

El costo también es un factor importante a la hora de elegir por uno u otro material. Las de porcelana tienen un costo mayor. Sin embargo, se debe considerar que las de resina tienden a cambiar de coloración y pueden fracturarse con mayor facilidad, explica Chávez.

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“Un diseño de sonrisa aumenta la confianza en el paciente que se la realiza, brinda seguridad al ser la sonrisa la carta de presentación. Si el paciente no se siente conforme con su sonrisa, esta le devolverá las ganas de sonreír. En cuanto a precio, una carilla de porcelana ronda (desde) los $350 (por unidad), que para una duración de quince años como mínimo, por día estaría costando 0,06 centavos, lo cual sumando los beneficios de autoestima es excelente”, señala. Una de resina cuesta un mínimo de $30 por unidad.

Además, a las de resina se les debe hacer un pulido cada 6 meses para lograr tener buena longevidad. Una de las ventajas de este material es que no se necesita desgastar mucho el esmalte natural del diente, indica la también odontóloga Karen Bahoz.

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“Si me preguntan a mí, yo recomiendo una de resina porque soy de las que piensan que se debe conservar la mayor parte del esmalte del diente”, indica.

En tanto, las de porcelana una vez cementadas no necesitan mantenimiento, solo el cepillado normal y utilización del hilo dental. La buena higiene oral es esencial tanto para las de porcelana como las de resina, ya que si se logran filtrar bacterias es muy probable que se salga la carilla del diente, dice Bahoz.

¿Las personas pueden comer de todo con carillas dentales, incluso beber café?

Se puede consumir todo tipo de alimento mientras sea cortado previamente para no someter a una presión innecesaria a las carillas, pero el consumo de café debería ser moderado, ya que podría alterar la coloración, en especial en las de resina.

La odontóloga Nathaly Naranjo indica que el cuidado debe ser mayor si la carilla es de resina. Disminuir, por ejemplo, las gaseosas, el mango con sal, colorantes, chicharrón, almendras o el cocolón, ya que dará una coloración “muy mala” o dañará la carilla.

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“Las carillas son recomendables cuando hay una alteración de forma. Cuando el paciente presenta laterales cónicos o desgaste y, en especial, cuando hay alteración del color. Además, lo ideal es realizarlo cuando hay una mordida correcta”, sostiene.

Las personas que opten por este procedimiento deben tener claro que el tratamiento es irreversible, es decir, no se puede volver a los dientes que se tenía antes, aclaran los especialistas.

Durante los primeros días después de la finalización del tratamiento puede haber un poco de sensibilidad dental, ya que los dientes han sido preparados para que puedan adherirse las carillas.

En caso de romperse o astillarse las carillas, estas pueden ser reparadas y modificadas solo si los defectos son mínimos. En caso de existir una alteración mayor, se tendría que ubicar una nueva.

¿Cuándo está indicado optar por una carilla dental?

  • Cuando el paciente presenta una coloración dentaria que no desea.
  • Cuando se han realizado blanqueamientos dentales y con este tratamiento no es suficiente para cambiar la coloración de los dientes.
  • Cuando existe una alteración de la forma y la posición de los dientes que al paciente no le gusta.
  • Cuando se quiere recuperar parte de sustancia dental, es decir, con ciertos hábitos los dientes pueden llegar a desgastarse.
  • También debido a traumatismos que hayan sufrido y se hayan llegado a fracturar los dientes, con las carillas se puede recuperar la dimensión del diente que se ha perdido. (I)