Las campañas de vacunación contra el COVID-19 en diferentes países han contribuido a que más de 400 millones de dosis hayan sido administradas en todo el mundo, de acuerdo a datos del registro Our World In Data, de la Universidad de Oxford.

Aunque la cifra de vacunaciones crecerá cada nuevo día, la pandemia está lejos de terminar. Por ejemplo, el promedio móvil de los últimos 7 días de nuevos casos reportados de COVID-19 en el mundo es de 449.000 casos diarios, según el sitio de estadísticas en tiempo real Worldometer.

Por lo tanto, se recomienda mantener las medidas de protección para reducir el riesgo de contagio. Pero ¿cuál es la probabilidad de infectarse de COVID-19 al aire libre?

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Se conoce que es menos probable contraer coronavirus en espacios abiertos que en lugares cerrados, como señaló un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Oxford y del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

En esto coincide el epidemiólogo Daniel Simancas, director del Centro de Investigación en Salud Pública y Epidemiología Clínica de la Universidad UTE, dado que los espacios cerrados representan un mayor peligro. “Los espacios cerrados acumulan carga viral y esta podría acapararse durante horas si hay muchas personas (...). Hay que entender que la ventilación es fundamental para disipar o eliminar el riesgo de contraer el virus”, comenta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce tres modos de contagio del COVID-19:

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  • Por contacto directo con las gotas que expulsan los contagiados al hablar o toser, que acaban en los ojos, boca o nariz del infectado.
  • Por contacto de superficies contaminadas, aunque investigaciones han determinado que esto ocurre rara vez.
  • Por infección de aerosoles, cuando se respiran partículas suspendidas en el aire que exhala una persona enferma.

En este último caso, se trata de partículas microscópicas, que pueden permanecer suspendidas en el aire en espacios cerrados por varios minutos y viajar mucho más allá de los dos metros de distancia.

Un ejemplo de este tipo de infección fue lo que ocurrió en un ensayo de coro de una iglesia en el condado de Skagit, del estado de Washington, en Estados Unidos, en marzo del 2020. Según reporta Los Angeles Times, 60 cantantes asistieron al ensayo evitando el contacto físico directo, manteniendo distancia entre ellos y llevando sus propias partituras cada uno. Al cabo de tres semanas, al menos 45 personas presentes fueron diagnosticados de COVID-19.

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Sin embargo, Simancas manifestó que, aunque sea menos probable, sí se puede producir este tipo de infección al aire libre. “Es fundamental que se siga usando mascarilla y que se mantenga el distanciamiento a pesar de estar en un espacio abierto (...). Si vamos a retirar la mascarilla en un espacio abierto, esto tiene que ser en el menor tiempo posible e intentar que haya más distanciamiento; si así se lo hace, el riesgo es mínimo”, señala.

Con respecto a la influencia del viento en la transmisión del virus, el epidemiólogo indica que existen reportes de que personas que no usan mascarillas pueden transmitir a través del viento las partículas que exhalan a una mayor distancia, incluso llegando a personas que estarían detrás, pero resalta que estos casos se dan cuando no se porta cubrebocas.

“No sabemos a ciencia cierta qué tanto influye el viento, pero, definitivamente, si no se está protegido, esto se puede reflejar en factores que ayuden al contagio”, apunta.

Tiempo y condiciones meteorológicas

El epidemiólogo Simancas recalca que “no se ha demostrado que la temperatura influya en el virus”, pues, “no respeta los pisos climáticos, si es invierno o verano”, aunque considera que el calor o el verano puede ayudar a disminuir su transmisión.

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Asimismo, indica que no hay estudios que aseveren que la lluvia puede disipar las micropartículas que quedan suspendidas en el aire, por lo que “no podemos confiarnos de que si llueve estamos más protegidos”.

“Cuando llueve hay más resfriados, más acumulación de mosquitos, y se pueden añadir otras enfermedades que podrían agravar el tema de un contagio por COVID-19″, menciona.

Haciendo referencia a la posibilidad de contagiarse al pasar cerca de alguien que tiene el COVID-19, Simancas destaca que ahora existen variantes que se propagan con mayor facilidad, como la B.1.1.7 (variante británica), que es más contagiosa: entre un “70% o 90%”, es decir, que requiere menos minutos de contacto que la cepa original para transmitir el virus.

“Si pasamos cerca de alguien que tiene el virus y está sin mascarilla, y nosotros tampoco llevamos una puesta, bastarán pocos segundos o minutos para que uno pueda contagiarse, así que hay que tener máxima precaución”, concluye. (I)