Brevemente, la respuesta es: sí, es mejor usarlas. Las mascarillas, barbijos, o tapabocas, son efectivos para reducir el riesgo de contraer COVID, incluso si todos a su alrededor están con la cara descubierta. Pero esa efectividad varía dependiendo del tipo de máscara que use y de cómo la use.

Las mascarillas médicas son buenas; las FFP2 son mejores

Las mascarillas FFP2 y N95 bien ajustadas proveen una protección 75 veces mayor en comparación con una mascarilla médica o quirúrgica usada del mismo modo, según un estudio del Instituto Max Planck de Dinámica y Autoorganización, en Göttingen, Alemania.

“Muchos trabajadores de salud, científicos que trabajan con patógenos peligrosos y trabajadores que pueden estar expuestos a partículas nocivas en el aire, dependen de mascarillas especializadas como las N95, para protegerse. Por eso sabemos que las mascarillas de alta eficiencia, correctamente ajustadas, sí funcionan,” dijo Linsey Marr, profesora en Virginia Tech y experta en transmisiones virales a través del aire.

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Los investigadores del Max Planck encontraron que el nivel de protección de una mascarilla depende de qué tan bien ajustada se use. Si no está bien ajustada, de modo que cree un espacio sellado alrededor de la nariz y la boca, no funcionará tan bien.

El estudio indicó que las mascarillas bloquean cuatro veces más las partículas cuando la pieza que se dobla sobre la nariz se ajusta adecuadamente al contorno de esta.

¿El fin de las mascarillas?

Al principio de esta semana, un juez federal de Estados Unidos levantó el mandato que obligaba a usar mascarillas en el transporte público, incluso en vuelos domésticos.

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En España se levantó el uso obligatorio de barbijos en todos los casos, excepto en el transporte público y en centros de salud y cuidado.

En Alemania, el gobierno acordó poner fin a casi todas las medidas contra el COVID-19 en el país a mediados de marzo, a pesar de haber registrado algunos días atrás su mayor tasa de infección desde el inicio de la pandemia. Solo se exige oficialmente el uso de mascarillas en el transporte público y en centros de salud, aunque los negocios privados aún pueden requerir que sus clientes las usen si así lo desean.

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En muchos lugares, por primera vez desde la pandemia, cada quien puede decidir si usa o no una mascarilla.

La gente y el relajamiento de medidas anticovid

En un supermercado en el pequeño pueblo de Mörlenbach, en los alrededores de Heidelberg, Alemania, DW pudo constatar que solo unas pocas personas no estaban usando mascarillas.

Cuando se les preguntó por qué decidieron no usarlas, algunos dijeron que simplemente estaban felices de que se hubiera levantado el mandato. Otros dijeron que les parecían incómodas, y algunos, que les costaba respirar con ellas.

Un comprador con mascarilla dijo que basaba su decisión en el número de casos actuales de COVID-19: “Quiero protegerme y quiero esperar un poco a ver qué pasa con el número de infecciones”, dijo a DW. “Si no aumentan demasiado, probablemente deje de usar mascarilla. La uso ahora también porque en el trabajo hubo algunas infecciones.”

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Al preguntársele qué pensaba sobre el levantamiento de las medidas, dijo que debería depender de cada quien si se usa o no mascarilla: “Creo que llegamos a un punto en el que no te pueden obligar a usar mascarillas”, especificó. “Así que los que quieran usarlas pueden usarlas, y los que no, ya no tienen que hacerlo”.

Pero algunos piensan que aún puede ser muy temprano para eso. “Creo que es más seguro para mí y para las otras personas usar mascarilla”, dijo otra compradora que la llevaba. “No tengo problema en usar una durante 15 minutos cuando voy al supermercado. He usado mascarilla durante dos años, y para mí no es un problema en absoluto.”

Asimismo, señaló que las medidas en Alemania se levantaron muy pronto, dada las tasas de infección tan altas.

El comportamiento respecto a las mascarillas parece variar según el lugar. En Reddit, un usuario de Baviera reportó que en su supermercado local casi todo el mundo seguía usando mascarilla. En cambio, un usuario del estado de Sajonia-Anhalt, en el este de Alemania, estimó que cerca del 90% de los compradores en su supermercado local no las usaban.

Un cambio de mentalidad

El uso de mascarillas no es nada nuevo en países como Japón, donde ya era usual que la gente las llevara cuando no se sentían muy bien. Pero está por verse si otros países adoptarán actitudes de ese tipo a largo plazo.

Hay muchos factores involucrados en una infección de COVID-19: la distancia entre una persona infectada y alguien que no lo está; el tipo de interacción que tengan; si el contacto se produce en exterior o en un espacio cerrado. Y si el espacio es cerrado, qué tan buena ventilación tiene. La posibilidad de contraer el coronavirus SARS-CoV-2 también depende de factores como qué tan infecciosa es la persona, e incluso de nuestra propia respuesta inmune. (I)