Probablemente, hayas experimentado esta sensación sin saberlo. El “beso de Singapur” es una técnica sexual que implica el control de las contracciones de los músculos vaginales de una mujer de manera repetida, según explica Men’s Health.
Esto sirve para retener el pene en la cavidad vaginal y generar una sensación de masaje y succión que puede ser altamente placentera para ambos miembros de la pareja. Esta práctica toma su nombre de una leyenda sobre una mujer en Singapur que vivió hace miles de años y tenía la habilidad de brindar placer a los hombres mediante estas contracciones musculares.
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Cómo ejercitar el suelo pélvico
Para lograr el “beso de Singapur”, es esencial que la mujer tenga una musculatura del suelo pélvico tonificada, lo que se puede lograr mediante los ejercicios Kegel. Estos movimientos permiten fortalecer los músculos pubocoxígeos, los cuales ejercen presión en las paredes vaginales durante el sexo.
Cómo practicar el beso de Singapur
Cuando sientas que tu suelo pélvico está preparado y no genera dolor, se puede practicar el “beso de Singapur” de la siguiente manera: el hombre se encuentra tumbado boca arriba, introduce su pene en la vagina de su pareja y ella comienza a contraer los músculos pubocoxígeos, como si estuviera haciendo ejercicios Kegel.
A partir de aquí, las posibilidades para experimentar y disfrutar son infinitas y la comunicación entre los miembros de la pareja es fundamental para explorar diferentes movimientos y sensaciones.
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