El hambre es una necesidad fisiológica y la señal de que el estómago está vacío. Sin embargo, a veces esta sensación no es de hambre real, sino una necesidad emocional que se puede evitar, según Saber Vivir.

Para controlar el hambre puede poner en práctica algunas recomendaciones como desayunar con un lácteo, un cereal y una fruta. Además de evitar, en lo posible, la ingesta de aditivos como aspartamo y glutamato monosódico, presente en muchos productos industrializados

También puede aprender a usar la escala del hambre, que le ayudará a diferenciar el hambre física de la emocional. Solo basta preguntarse cómo te sientes:

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  1. Muy hambrienta y débil
  2. Irritada y ansiosa
  3. Bastante hambrienta, el estómago “suena”
  4. Con algo de hambre
  5. Ni hambrienta ni llena
  6. Algo llena, pero comería más
  7. Llena. Ya no tengo hambre
  8. Un poco incómoda por haber comido de más
  9. Llena y pesada
  10. Me duele la tripa de comer

Lo ideal es comer cuando estás entre el 3 y el 4. Si su sensación es sobre el número cinco, lo más seguro es que su hambre sea emocional.

(I)

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