En un año trastocado por COVID-19, parece que nuestro sistema inmunológico ha recibido más atención que nunca. Sin embargo, muchos comportamientos poco saludables provocados por la pandemia dificultan que nuestro cuerpo combata las infecciones.

Pero, en primer lugar, ¿cómo trabaja el sistema inmunológico?

De acuerdo a una publicación del Instituto para la Calidad y Eficiencia en la Atención Sanitaria de Alemania, cuando el cuerpo ha entrado en contacto con un germen que causa una enfermedad por primera vez, el sistema inmunológico almacena información sobre el germen y cómo combatirlo.

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Cuando el sistema inmunológico no puede luchar con estos microbios tan fácilmente, la enfermedad comienza a manifestarse. Muchos de los síntomas que experimente en realidad serán causados por la reacción de su sistema inmunológico a las sustancias invasoras.

A menudo, una vez que su cuerpo ha combatido con éxito una infección, recordará cómo combatirla, por lo que la próxima vez que entre en contacto con esos gérmenes no se enfermará. Esto es cierto para la varicela, por ejemplo.

Esto quiere decir que si tenemos un sistema inmune débil, podemos contraer infecciones con más frecuencia que la mayoría de las personas, y estas enfermedades pueden ser más graves o más difíciles de tratar.

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No existe un refuerzo mágico del sistema inmunológico que refuerce sus defensas de la noche a la mañana, pero hay cosas que puede hacer para proteger sus células inmunes, lo que podría reducir su vulnerabilidad a las infecciones. Cuidarse a sí mismo en cuerpo y mente es la mejor manera de mejorar la inmunidad, y cuanto mejor funcione su sistema inmunológico, mejor funcionará todo su cuerpo.

Comer adecuadamente

Llevar una dieta sana y equilibrada es una de las cosas más importantes que puede hacer para cuidar su cuerpo. Concéntrese en alimentos integrales, comiendo de todos los grupos de alimentos clave y evite los alimentos demasiado salados, grasos, azucarados o procesados.

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Hay ciertos alimentos que se cree que son particularmente buenos para aumentar la inmunidad, pero en realidad lo más importante es comer muchos alimentos saludables diferentes, para así obtener varios nutrientes.

La vitamina C es un antioxidante que combate los radicales libres en el cuerpo. Este nutriente vital se encuentra en muchos alimentos, no solo en los cítricos. También se encuentra en verduras de hoja verde, pimientos, fresas, zanahorias y muchas más frutas y verduras.

La vitamina E es otro poderoso antioxidante que ayuda a su cuerpo a combatir las infecciones. Encuéntrelo en espinacas, brócoli, almendras, maní y avellanas.

La vitamina B6 es esencial para su sistema inmunológico. Los guineos, el atún y los garbanzos son ricos en este nutriente.

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Una dosis diaria de vitamina D es una de las pocas cosas para las que puede necesitar un suplemento, aunque comer pescado graso (o cereales y pastas para untar fortificados) y exponerse a la luz solar sí ayuda. (I)