El envejecimiento es uno de los procesos del ciclo de la vida, y aunque tendemos a relegarlo a la última etapa, en realidad, este arranca a partir de los 30 años de edad, sin que podamos notarlo.

“Es un envejecimiento celular, que no tiene una cierta sintomatología, sino que cada diez años hay un declive de un 10 % de las funciones”, explica la doctora Carmen Sucre, especialista de Memory Centro de Especialidades Geriátricas.

Sin embargo, la diferencia está en envejecer lenta o rápidamente, y eso dependerá de las enfermedades que van causando cambios en el cuerpo, del entorno, los sistemas de salud pública y el estilo de vida personal: si ha sido organizado o desorganizado.

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Si se controlan las enfermedades crónicas con un buen tratamiento, una dieta adecuada y ejercicio, el paciente puede ser diabético y llegar a los 100 años. “Pero si soy diabética y no tengo un buen sistema de salud o mi concienciación de la enfermedad no está clara, esta termina acelerando el deterioro o el fallecimiento”, indica la médica.

La geriatría, dice la doctora Sucre, es una especialidad relativamente nueva, del siglo XIX, a causa de los avances en salud que han permitido que la población mundial tenga una mayor expectativa de vida. También es una de las cuatro esferas que intervienen en la salud del adulto envejeciente, junto con la esfera social, la autonomía y funcionalidad física y la salud mental.

“Lo importante es recalcar que el envejecimiento es un proceso digno, no una etapa terminal en la que ya no sirves o tienes que aislarte. (A partir de los 65 años) es una edad en la que se es más sensible, se valora la vida, las cosas sencillas que no se ven en la juventud, los valores, el tiempo de la familia”.

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Sucre propone la geriatría preventiva, esto es, que la persona a partir de los 40 años empiece a tomar cuidados para un envejecimiento saludable, exitoso y digno, “al que llegue caminando y hablando bien, estable, tomando decisiones; y, si tengo alguna enfermedad degenerativa, saber que cuando estuve bien yo decidí sobre esa enfermedad y que mi familia lo tiene claro”.

La geriatra explica que en esta área se trabaja en equipo, por las diferentes complicaciones que tienen los pacientes mayores, no solo de salud, sino sociales. “El problema puede ser la soledad, el abandono; que dejó de caminar porque no tiene quien lo visite y está deprimido”; o, por esas mismas causas, dejó de comer y tiene desnutrición.

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Las claves para un envejecimiento digno, además de un estilo de vida saludable, están en la compañía, pero también en estudiar y aprender algo nuevo, lúdico y recreativo, que se aleje de aquello que se ha hecho toda la vida. “También hablamos de orientarnos en el espacio y tiempo todos los días”. Valorar la parte ocular y auditiva. Tener controles dentales. Ahora hay odontogeriatría, porque el adulto mayor necesita mantener sus piezas dentales hasta el final de su vida o recurrir a prótesis, para acceder a una alimentación ideal.

“También recomiendo mucho, cuando se es mayor, mantener la parte espiritual, para que tenga esa tranquilidad”. Es importante que en esta etapa de la vida se pueda acudir a un centro en el que pueda recibir estimulación y compartir con contemporáneos.

El centro Memory (urb. La Joya) ofrece servicio de residencia de larga y corta estadía, centro del día y talleres para mantenerse activo en la tercera edad, a través de actividades cognitivas, psicomotrices y con ejercicios de rehabilitación que disminuyan el deterioro. “La reactivación (desde la pandemia) ha sido lenta, con bastante temor de parte de los pacientes por las secuelas del COVID-19, y con nuevos protocolos, porque no solamente hay coronavirus, sino otras muchas enfermedades respiratorias y dermatológicas que afectan a esta población”. Más información: 098-020-6949.

Colonia de la Tercera Edad (COTE)

Desde este mes, el Centro de Integración de la Vejez de la fundación Pro Senex pasó a llamarse Colonia de la Tercera Edad (COTE), para ofrecer varios laboratorios, como el de Canto Coral y el de Fomento Corporal (se inician el 15 de mayo).

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En junio, además, se reabre el Laboratorio de Danza Para Recordar. Y desde abril está disponible el Laboratorio de Recreación Participativa.

Laboratorio viene de laborar. Y estos son laboratorios de inquietos, porque la gente mayor es inquieta”, dice el doctor Aldo Guevara D’Aniello, geriatra y gerontólogo.

Cada módulo se desarrolla con un instructor que da las pautas de trabajo durante la reunión, estableciendo las metas que se quieren alcanzar por semana, mes y año. “El de danza, por ejemplo, tiene como meta que los asistentes integren el grupo Recordar Danzando, que tiene 26 años de existencia”, menciona Guevara.

Los laboratorios trabajan dos veces por semana en distintos horarios, para que, si alguna persona desea, pueda asistir a dos. El primer requisito, dice el doctor Guevara, es tener 60 o más años. Para conocer el resto, puede comunicarse a los teléfonos 234-6747 o 099-951-3229.

Medicenger, en el Interhospital

Para quienes no se acostumbran todavía a la idea de estar en grupos grandes, un taller personalizado o con un grupo pequeño puede ser una buena manera de empezar a socializar y mantenerse activo.

Una adulta mayor recibe un taller personalizado en Medicenger, Guayaquil. Foto: Cortesía

Medicenger ofrece talleres de distintos temas (ahora están tratando sobre la memoria), sea de forma individual o para dos o tres participantes. Próximamente disertarán sobre el cuidado de los pacientes con alzhéimer, en un taller dirigido a la familia: cómo alimentarlos, cómo tratarlos, cómo distribuir las horas de sueño, explica la médica internista y geriatra Gabriela Altamirano Vergara.

Cada actividad tiene aproximadamente dos horas de duración. Abre con actividad física y continúa con ejercicios para reforzar la memoria, mejorar la atención, orientación y percepción. “Cuando el paciente llega, se le hace un test cognitivo, una prueba sencilla y rápida. La idea es hacer una escala de valoración del deterioro cognitivo, y que nos sirva de referencia para seguir evaluando y conseguir que esa puntuación mejore o se mantenga”.

Se le explica al paciente por qué está haciendo esto y la importancia de que vaya acompañado de un cuidador, que va a presenciar los ejercicios. El paciente recibe material impreso, con el cual trabajará durante la semana. “Cuando haya cumplido con ese material, regresa a nueva evaluación, trabajo y nuevos contenidos”. La doctora Altamirano explica que muchas veces los familiares necesitan una guía urgente para tratar con sus padres o abuelos; por eso, deben ser incluidos en los programas para la tercera edad. Teléfono: 096-985-7615.

Club Mitra 60, presencial y en línea

Mitra 60+ es un club de recreación creado para el bienestar integral de las personas mayores con actividades especializadas, en un espacio único, con un equipo multidisciplinario de profesionales.

“Nuestros programas presenciales están en Quito de lunes a viernes, de 09:00 a 10:h30, y en Cumbayá los lunes y miércoles, de 09:00 a 12:30″, dice la directora, María José Ollague. Pero también hay Mitra Online, con talleres en vivo vía Zoom.

Los alumnos aprenden las disciplinas de yoga en silla, zumba gold, arte y manualidades, mente activa, danza y terapia del movimiento, coro. Tienen talleres con invitados especiales, así como celebraciones durante todo el año.

Mitra funcionó como un espacio exclusivamente virtual durante la pandemia, y ahora reabrió sus salas presenciales. “La felicidad de rencontrarse es infinita”, dice Ollague. “Vienen con depresión algunos, y el cambio es inmediato. Vuelven a motivarse, y he visto más necesidad que nunca de un espacio social”. Información: 099-523-1502. (F)