Beber tanto café como té, de forma separada o combinada, está asociado con un menor riesgo de accidentes cerebrovasculares y de demencia, mientras que tomar solo café está relacionado con menor riesgo de demencia después de un ataque cerebral.

El estudio a largo plazo UK Biobank (Reino Unido), que toma información de múltiples investigaciones sobre cómo la predisposición genética y la exposición ambiental inciden en el desarrollo de enfermedades, ha presentado esta conclusión después de examinar la literatura sobre el consumo combinado de estas dos bebidas.

Té verde y café, una combinación beneficiosa. Foto: El Universo

Así que si usted es fiel al café o se limita al té, considere tomar ambos, dice el documento publicado en noviembre de 2021 en PLOS Medicine. En él se compara la salud cerebral de más de 365.000 adultos mayores en el Reino Unido que reportaron su consumo de té y café durante varios años con la de personas que no bebían ninguna de las dos cosas o aquellos que se limitaban a una sola.

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El resultado fue que el primer grupo tuvo un riesgo 28 % menor de demencia y 32 % menos riesgo de accidente cerebral durante el periodo de estudio. La mezcla de las dos infusiones en la dieta parece tener, entonces, una asociación fuerte con la salud del cerebro. Eso sí, en ningún momento se lo da como una fórmula para prevenir las enfermedades del cerebro.

“Sabemos que las dos bebidas contienen polifenoles, que son componentes vegetales que pueden ayudar a combatir la inflamación crónica. Y la inflamación crónica está asociada tanto con la demencia como con la enfermedad cardiovascular.

El café y el té son dos de los productos favoritos en el Reino Unido y en el mundo. Según un reporte de este Diario en 2020, el consumo per capita de café en Ecuador es de menos de 1 kilo (está al ascenso), un indicador menor que países de la región como Colombia, Perú y Brasil, donde cada persona puede beber de 1,5 a 6 kilos al año.

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La cafeína y los antioxidantes de los granos de café, así como otros compuestos bioactivos son su fortaleza. El té, que también contiene cafeína, el polifenol catequina y flavonoides, tiene fama de ser un neuroprotector al disminuir el estrés oxidativo, la inflamación, inhibir la acumulación de la proteína beta-amiloide (asociada con la enfermedad de Alzheimer) y reducir la apoptosis o muerte celular.

Ambas bebidas son distintas. Coinciden en algunos componentes (la cafeína), pero otros de sus constituyentes tienen diferentes efectos biológicos. Por ejemplo, el galato de epigalocatequina (en el té) y el ácido clorogénico (en el café) parecen tener mucho en común en la manera en que actúan, pero se dirigen a diferentes moléculas, y por lo tanto, su efecto no es el mismo. Aprovechar las bondades de ambos sigue siendo la recomendación.

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¿Cuál té vendría a ser el más beneficioso? UK Biobank menciona la interacción entre el té verde y el café, que un estudio del sistema de salud pública de Japón relaciona con menor riesgo de hemorragia intracerebral.

¿Cuál sería la cantidad recomendada? Allí es donde las costumbres de los británicos se ponen en evidencia. El estudio sugiere de dos a tres tazas diarias de café solamente, de tres a cinco tazas de té exclusivamente o la combinación de ambas, de cuatro a seis tazas al día.

¿Y qué hay del riesgo de demencia? El estudio británico se centra en la demencia después de un accidente cerebrovascular (el 30 % de sobrevivientes de este evento en Reino Unido sufre de demencia). Tomar café solo o con té se asocia con un menor riesgo de demencia después de un derrame cerebral.

El UK Biobank reúne información de un estudio de cohortes basado en la población, con más de 500.000 participantes de entre 39 y 74 años, usuarios de los centros de salud del Reino Unido entre 2006 y 2010, que proveen cuestionarios, entrevistas, registros de salud, signos vitales y muestras de sangre. El presente análisis estuvo restringido a individuos mayores de 50 años, esto es, 365.682 personas. (I)

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