El giro conservador de la Corte Suprema de Estados Unidos bajo la Administración de Donald Trump quedó en completa evidencia con una decisión que se percibió como un grave retraso para el derecho humano al aborto.

¿Cómo decidirá el más alto tribunal de Estados Unidos en otros asuntos sensibles y cómo responderán los demócratas?

Son preguntas cruciales que rondan Estados Unidos ahora mismo:

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La decisión de Texas sobre el aborto

Citando únicamente argumentos procesales, la corte, por mayoría de 5 a 4, rechazó frenar una ley de Texas que prohíbe la mayoría de abortos en el estado.

Steven Schwinn, profesor de Derecho de la Universidad de Illinois en Chicago, aseguró que la decisión “representa un claro giro a la derecha en la corte”.

Incluso si el máximo tribunal no abordó los méritos de la ley de Texas, la decisión crea un “punto final” en torno a Roe vs. Wade, el emblemático caso de 1973 en el que la Corte Suprema consagró en todo el país el derecho de la mujer al aborto.

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Una decisión como esta no hubiera sido posible hace un año, indicó Schwinn, cuando la feminista liberal Ruth Bader Ginsburg estaba todavía en el tribunal.

La muerte de Ginsburg en septiembre del 2020 le dio a Trump la oportunidad de nominar a su tercer juez en la corte, cimentando una mayoría conservadora de 6 a 3.

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Haciendo valer su independencia, los jueces rechazaron las apelaciones de Trump ante el tribunal para anular los resultados de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.

Pero la decisión de Texas reveló sus verdaderos colores conservadores.

“Es como si la cortina se hubiera corrido”, señaló Tracy Thomas, directora del Center for Constitucional Law en la Universidad de Akron en Ohio.

“Su toma de decisiones está influenciada por sus opiniones políticas, sus entornos y sus sistemas de creencias”, añadió Thomas.

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¿Qué esperar en el futuro?

Está programado que la Corte Suprema considere a finales de este año una ley de Misisipi que prohibiría el aborto después de quince semanas de embarazo.

“Supongo que la corte reducirá drásticamente el derecho al aborto a la luz del caso Roe vs. Wade, o que lo anulará por completo”, pronosticó Schwinn.

La corte también deberá escuchar los alegatos en un caso de Nueva York que podría restringir la capacidad de las autoridades municipales o estatales para imponer leyes de control de armas.

Además de asuntos sobre armas o el aborto, “también estamos viendo jueces [de la Corte Suprema] que son activos y cuestionan todos nuestros procedimientos administrativos”, advirtió Thomas y añadió que esto podría impactar en “asuntos de negocios, regulatorios y ambientales”.

“Involucra todo. Es activismo de largo alcance”, dijo la académica.

“Es una corte conservadora (...) que quiere dejar un legado en la ley. Es claro que los conservadores están judicialmente más activos de lo que hemos visto en décadas pasadas”.

¿Cómo responderán los demócratas?

Varias voces de la izquierda demócrata han hecho llamados desde hace meses para que se aumente el número de jueces en la corte para así diluir la influencia de la facción conservadora.

El presidente Joe Biden inicialmente dijo que no era “fanático” de la idea, pero después nombró una comisión bipartidista para presentar su informe antes de final de año.

Thomas dijo que mientras la reforma es posible, “la pregunta es si es políticamente astuto y políticamente sabio”.

Podría derivar en un escenario en el que cada partido en el poder ponga su estampa en la corte indefinidamente.

Otra idea es que se limite la permanencia de los jueces, que actualmente es vitalicia.

“En años recientes, no creo que nadie haya pensado realmente que eso fuera una opción viable”, reconoció Thomas, sin embargo, “si hubiera algún momento para considerarla, es ciertamente ahora”.

Biden emitió un duro comunicado después de la decisión del aborto de Texas. La llamó un “insulto al estado de derecho” y acusó a la corte de desatar un “caos inconstitucional”.

Algunos demócratas en el Congreso revivieron sus llamados a reformar el más alto tribunal de la nación.

Pero cualquier intento de hacerlo se encontrará con una resistencia férrea de los republicanos en el Senado, y Schwinn dice que no espera que una reforma significativa tenga lugar pronto. (I)