En promedio, 17 % de lo que consumen los niños a diario es azúcar. Eso es mucha azúcar, y la mitad proviene de bebidas con azúcar agregado, dice la Asociación Americana de Pediatría.

Muchos alimentos o bebidas contienen azúcar adicional que se les añaden cuando son procesados o preparados. Estos azúcares agregados tienen varios nombres diferentes, tales como azúcar moreno, maíz, endulzante, almíbar de maíz, fructosa, glucosa, almíbar de maíz de alta fructosa, miel, lactosa, almíbar de malta, maltosa, molasas, azúcar crudo y sacarosa.

Según el proyecto Estado de la Obesidad Infantil, la mayoría de las bebidas para niños que se vendieron en 2018 eran frutales y endulzadas, y aguas saborizadas con azúcar añadida o endulzantes bajos en calorías. Los empaques parecen ofrecer una opción saludable, al promocionar la fruta y los beneficios asociadas con ella, pero ninguno de estos productos cumple con las recomendaciones para bebidas dirigidas a niños menores de 14 años.

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¿Qué sucede con los endulzantes, por qué están también en la mira? Los sustitutos del azúcar bajos en calorías han cuadriplicado su presencia en el mercado en los últimos años. Aunque parecen una mejor opción, el que sean cero calorías suele significar también que ofrecen cero aporte nutricional. Adicionalmente, la AAP recuerda que la investigación sobre los efectos a largo plazo de los sustitutos del azúcar en el niño es limitada. Por el momento se observa que podría afectar a la microbiota del intestino y, simplemente, aumentar la preferencia del niño por la comida dulce.

Los niños, dice el proyecto, son particularmente vulnerables a la publicidad injusta; la investigación concluye que las compañías invierten sobre todo en promocionar bebidas azucaradas a jovencitos latinos y negros, justamente los grupos poblacionales con mayor riesgo de obesidad, caries infantil, diabetes tipo 2, hígado graso y enfermedad cardiaca.

La investigación sobre los efectos a largo plazo de los sustitutos del azúcar en el niño es limitada. Foto: Shutterstock

¿Cuánto es demasiado consumo? Estado de la Obesidad Infantil sitúa el promedio de la última década en 3,5 latas de 12 onzas de cola cada día. Pero dice que debido a tácticas disuasivas, como elevar el precio a través de los impuestos a estas bebidas, el consumo ha declinado en todos los grupos socioeconómicos, así como entre jóvenes blancos, negros y de ascendencia mexicana e hispana.

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¿Qué otras medidas proponen? El correcto etiquetado de los productos, proveyendo guías de consumo, y quitar todas las bebidas azucaradas de los menús infantiles de los restaurantes.

Ponen también el ejemplo de siete ciudades estadounidenses y de la Nación Navajo, que han pasado impuestos a las bebidas dulces, de uno a dos centavos por onza. El consumo decae y se mantiene así aún cuando los impuestos pasan.

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Según la última encuesta de Salud Infantil de Estados Unidos, el 15,5 % de los niños de 10 a 17 años en ese país tiene obesidad.

A continuación, algunas ideas para ayudar a que su familia reduzca el consumo de azúcar agregado:

  • Lea las etiquetas nutricionales detenidamente. Muchos alimentos enumeran los azúcares agregados por separado. También puede leer los azúcares agregados en la lista de ingredientes. Trate de que el niño no consuma más de 25 gramos de azúcar agregado (cerca de 6 cucharaditas) al día, esto en el caso de niños mayores de 2 años. Evite darle alimentos y bebidas con azúcar agregado a niños menores de 2 años de edad. Casi cualquier bebida dulce de entre 16 y 20 onzas tiene de 8 y 17 cucharaditas de azúcar.
Los adolescentes que obtienen más del 10 % de sus calorías diarias del azúcar agregado tienen más probabilidad de tener niveles anormales de colesterol. Foto: Shutterstock
  • Sírvales agua o leche. Evite colas (refrescos), bebidas deportivas, té dulce, café endulzado y jugos de frutas. La leche contiene azúcar natural (lactosa) y proporciona calcio, proteína, vitamina D y otros nutrientes que los niños necesitan.
  • Limite el  jugo de fruta casero. Contiene más azúcar por porción que la fruta entera. La AAP recomienda no más de 4 onzas (menos de una taza) de jugo de fruta casero al día para niños entre 1 a 3 años de edad, de 4 a 6 onzas para niños entre 4 a 6 años y de 6 a 8 onzas para niños de 7 a 14 años de edad. No les dé jugo de fruta a los bebés menores de 1 año.
  • Consuma fresco y natural, y limite el consumo de alimentos y bebidas procesados. Con frecuencia se les añade azúcar cuando se fabrican o al momento de consumirlos en la mesa. Por ejemplo, existen fuentes ocultas de azúcar agregado en alimentos procesados, tales como la salsa de tomate, los arándanos deshidratados, aderezos para ensaladas y frijoles al horno.
  • Satisfaga el gusto por lo dulce que tiene su niño con frutas enteras. ¿Ellos siguen pidiendo algo más? Congele trozos de fruta y añádalos al agua.

Recomendaciones sobre el azúcar para los bebés

Los bebés y niños de 0 a 5 deberían beber agua y leche simple. Añadir algo más, aunque sea endulzantes bajos en calorías, no está recomendado antes de esa edad. Un reporte de 2019 del Centro Rudd para Políticas de Alimentos y Obesidad reveló que ninguna de las 34 bebidas más vendidas para niños en EE. UU. cumple con los requerimientos básicos.

En cuanto a los adolescentes, aquellos que obtienen más del 10 % de sus calorías diarias del azúcar agregado tienen más probabilidad de tener niveles anormales de colesterol, como un alto nivel del colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) o colesterol malo, y niveles altos de triglicéridos, bajos niveles del colesterol de lipoproteínas de alta densidad HDL que protege el corazón, así como mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2.

Tanto niños como adolescentes necesitan de 6 a 8 vasos diarios de agua.

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