“¿Es un varón o una niña?”. Los padres primerizos conocen bien esta pregunta. Pero no en todos los casos se puede responder de forma unívoca. ¿Qué sucede cuando el hijo no se puede encasillar claramente como “niña” o “niño”?

Las Naciones Unidas estiman que hasta el 1,7 % de los niños nacen intersexuales. La socióloga alemana Anike Krämer explica qué significa esto para las familias.

¿Qué es la intersexualidad?

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En biología hay cuatro características físicas que se utilizan actualmente para definir el género. Son los cromosomas, las hormonas, las gónadas y los genitales. Si estas cuatro características no apuntan claramente en la dirección de “masculino” o “femenino”, se habla de intersexualidad. Por cierto, la intersexualidad no tiene nada que ver con el sexo por el que uno se siente atraído sexualmente o cómo se identifica.

¿Cuándo se dan cuenta los padres de que su hijo es intersexual, directamente tras el nacimiento o solo después de varios años?

Puede ser que los genitales del niño no tengan el aspecto esperado después del nacimiento. A veces las cosas van de otra manera, como he experimentado a través de las entrevistas con padres afectados. Allí se dio el caso de niños que tuvieron una hernia inguinal en el primer año de vida y tuvieron que ser operados. Y resultó que las supuestas niñas tenían testículos en el abdomen. Un segundo periodo importante es la pubertad, cuando se hace evidente que el cuerpo del niño no se desarrolla como se esperaba. Entonces a la supuesta niña le crecen los bigotes o al supuesto varón le crecen los pechos. También es posible que las personas se enteren de la intersexualidad mucho más tarde o que no se enteren.

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Cuando las familias descubren“mi hijo es intersexual”, ¿qué pasa con sus padres?

Hablé con padres que recibieron el diagnóstico de intersexualidad de su niño en su primer año de vida. Muchos padres aseguraron que sufrieron un shock porque no sabían qué significaba esto para sus vidas, para la vida del menor, para su educación. Esto genera mucha inseguridad en los padres.

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¿Cuáles son las preguntas concretas que aparecen en ese momento?

Por lo general, el diagnóstico tiene lugar en un entorno médico, por lo que suelen ser los médicos quienes proporcionan la información. Sin embargo, si saben que su hijo está sano, como es el caso de muchos niños intersexuales, los padres tienen al principio solo unas pocas preguntas médicas. Los padres suelen tener más preguntas sobre cuestiones cotidianas. ¿Dejamos el color rosa de las paredes de la habitación de los niños tal y como está? ¿Está bien que mi hijo lleve vestidos ahora? ¿Qué tipo de juguetes le compro? Estas preguntas pueden parecer banales, pero hay un problema mucho mayor detrás de ellas.

¿Qué problema, concretamente?

Esto demuestra hasta qué punto adaptamos nuestras acciones al género que creemos que tiene la otra persona. Pero si se eliminan estas reglas –¿cómo tratar a una niña, cómo tratar a un niño?–, los padres no saben qué hacer. Los padres temen que esto también pueda desconcertar a otras personas y están preocupados. ¿Qué significa esto para el jardín de infantes? ¿Para la escuela? ¿Para sus amistades y sus relaciones posteriores? Lo que hemos planificado o simplemente asumido para la vida de nuestro hijo –en sociología se habla de una “hoja de ruta de la vida”– tiene que ser rediseñado.

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Los padres de niños intersexuales también se enfrentan a muchas preguntas. ¿Qué puede ayudar a los padres a sobrellevarlas bien?

Krämer: A los padres que he entrevistado les ha ayudado buscar a otras personas intersexuales u otros padres de niños intersexuales. Ellos necesitan modelos y quieren saber cómo viven otras familias con niños intersexuales. De este modo, pueden analizar si quieren hacerlo de forma similar o completamente diferente. Esto ayuda a los padres. Los grupos de autoayuda también son un buen punto de partida para ello. Los centros de asesoramiento también han tratado el tema cada vez más en los últimos años.

Los padres de niños intersexuales tienen que tomar algunas decisiones, como por ejemplo qué género debe registrarse...

Lo que preocupa a los padres sobre la cuestión de la inscripción del género en el registro civil –ya sea femenino, masculino, diverso o sin ingreso– son las consecuencias que se derivan de ella. ¿Están cubiertos por el seguro médico todos los exámenes preventivos, por ejemplo, si la persona intersexual tiene próstata, pero la inscripción es “femenina”? ¿Y qué pasa con otros derechos o normativas en los que el género juega un papel importante? ¿Tengo que “sacar del armario” a mi hijo, por ejemplo, en el colegio o en otras inscripciones?

Anike Krämer trabaja actualmente en el área de investigación del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Paderborn (Alemania). Por su disertación sobre la experiencia cotidiana de los padres de niños intersexuales, Krämer recibió el segundo premio en la categoría de ciencias sociales del Premio Alemán de Estudios 2021 de la Fundación Körber.