Seamos sinceros: no todos los extrañan tanto. Hay un grupo que opina (aunque sea secretamente) que era hora de poner a raya la efusividad latina de besarnos y abrazarnos con familia, amigos, conocidos e incluso con extraños a los que recién nos presentan. Pero la mayoría quisiera volver a la calidez y familiaridad de un buen abrazo.

Foto: El Universo

En junio de 2020, el diario The New York Times preguntó a científicos que estudian virus que se transmiten por vía aérea cuál era la manera más segura de dar un abrazo dentro de su núcleo de familia o amigos. Por ese entonces, se habían popularizado los ‘guantes de abrazos’, diseñados para que las familias pudieran acercarse a sus abuelos y padres mayores con los que habían perdido el contacto cercano durante meses. Separados por una cortina de plástico (en ocasiones, por una barrera de acrílico) y con los brazos envueltos en el mismo material, se acercaban lo más que podían a sus seres queridos, a los que anteriormente solo habían podido saludar a prudente distancia y a través del vidrio de ventanas y puertas.

Estas fueron algunas de las indicaciones que los especialistas dieron al NYT:

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  1. Abrace con mascarilla. Usted y el otro.
  2. No abrace cara a cara.
  3. No abrace juntando las mejillas y mirando en una misma dirección.
  4. Abrace mirando en direcciones opuestas.
  5. Que los niños abracen alrededor de las rodillas o la cintura

Julian Tang, virólogo y profesor asociado de la Universidad de Leicester en Inglaterra, que estudia cómo los virus respiratorios viajan por el aire, dice que agregaría una precaución más a un abrazo pandémico: contener la respiración. ¿Funciona?

“La mayoría de los abrazos duran menos de 10 segundos, por lo que las personas deberían ser capaces de lograrlo”, dijo Tang. “Luego retrocedan hasta lograr al menos dos metros de separación antes de hablar de nuevo, para permitirse recuperar el aliento a una distancia segura. Aguantar la respiración evita que exhalemos cualquier virus en la zona de respiración del otro, si estamos infectado y no lo sabemos, y nos impide inhalar cualquier virus del otro, si está infectado sin saberlo”.

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Yuguo Li, profesor de ingeniería de la Universidad de Hong Kong, dijo que los abrazos probablemente representan menos riesgos que una conversación cara a cara más prolongada. “El tiempo de exposición es corto, a diferencia de la conversación, que puede ser tan larga como queramos”, dijo. “Pero no hay que darse besos en las mejillas”.

Li dijo que el riesgo de exposición viral será mayor al comienzo del abrazo, cuando dos personas se acercan y pueden respirar sobre el otro, y al final, cuando se separan. Usar una mascarilla es importante, al igual que lavarse las manos.

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Debido a que el riesgo de un abrazo rápido con precauciones es muy bajo pero no cero, las personas deberían elegir con prudencia los abrazos que dan. A los más cercanos, no abrazos casuales. Los científicos sugieren adoptar un enfoque similar al de Marie Kondo: menos convención social y más afectividad. El abrazo tiene que provocar alegría.

Enfocarse en lo más importante

¿Quién no recuerda los eventos y maratones de abrazos en público? Ahora parecen una cosa muy lejana. Y hay grupos para los cuales esto era parte de su trabajo, su día a día. Los payasos humanitarios, por ejemplo, tuvieron que reinventarse.

Raquel Gendry, fundadora de Narices Rojas en Ecuador, cuenta que a inicios de la pandemia se capacitó a toda prisa para usar la tecnología y las redes sociales para comunicar el trabajo de la organización, específicamente, los eventos Abrázame.

Los Payasos Humanitarios de la Fundación Narices Rojas realizaron en febrero de 2021, en Guayarte, la campaña de sensibilidad humanitaria AbrázAME.

En 2021 hubo atisbos de las actividades presenciales, pero por el momento, se han replegado y planean sus próximas estrategias. “Fuimos invitados en diciembre de 2021 a lugares abiertos, con distancia y todas las precauciones, llevando nuestros juegos. En enero 2022 (¡justo en el Día del Abrazo!) no podremos salir, pero tenemos programado el abrazo virtual, y haremos una pequeña campaña para recordar lo valioso y beneficioso que es un abrazo”.

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Es importante recordar esta fecha, dice Gendry, porque en el día a día, en la prisa, en los desafíos, no tenemos tiempo para el trabajo interno, para parar, respirar, exhalar y buscar cosas que nos hagan sentir mejor.

Raquel Rodríguez Gendry, de Narices Rojas EC. Foto: Cortesía

Pues aunque el abrazo es un gesto físico, está relacionado con nuestras reservas internas. “Dentro de ellas, el estrechar a otro ser humano es una de las terapias más beneficiosas que podemos encontrar. Si no puedes tenerlos de otros, abrázate a ti mismo, a tu mascota, al universo, la vida”.

Para este 21 de enero, Narices Rojas propone una sesión de bienestar y alegría, con movimientos y actividades que generen emociones positivas, seguido del Abrázame virtual, en que las personas que se conecten se verán desafiadas a sostenerse a sí mismas y a su círculo cercano por el mayor tiempo posible. Gendry también invita a expresar la importancia de las personas a las que se quiere agradar y también agradecer. (Esté atento a las redes sociales de @naricesrojasec).

¿Por cierto, hay un abrazo ideal, más allá de las recomendaciones de la ciencia para no atrapar el virus? Raquel Gendry lo explica y lo demuestra en video:

  1. Es un acto consciente, de corazón a corazón. Un apretón en el que se une el lado izquierdo de ambas personas.
  2. Dura al menos 7 segundos, sincronizando la respiración y dando las gracias.
  3. Se toma el tiempo para conectar a través de la mirada, estirando los brazos, deseando en silencio lo mejor para el otro, generando un momento único y precioso.

“Somos seres afectivos. Pero nos vamos ‘desafectando’ por el ritmo de la vida”, opina la clown y actriz. “Cuando uno recibe un abrazo, regresa a la esencia, a ese camino que refuerza nuestra autoestima, nos hace sentir sostenidos y contenidos; nos eleva el sistema inmune, el sistema cardiovascular se aliviana. Se segrega oxitocina que ayuda a reducir el estrés y la tensión y crea un vínculo afectivo”.

Finalmente, si no está seguro de su estado de salud, espere un poco a que se calmen las cosas, postergue pero no renuncie a ese abrazo, y sobre todo, no crea que usted no es merecedor de dar o de recibir afecto. “Cuando alguien te abraza lleno de amor, no hay persona que se resista”. (F)