Mientras las tendencias de la moda cambian, también lo hace el tipo de consumo. El ‘fast fashion’, o la ‘moda rápida’, es una práctica que se ha vuelto criticada por su impacto medioambiental. Por eso, para contribuir con el cuidado del planeta, se ha popularizado la creación de clósets sostenibles.

Esto significa que, en vez de comprar prendas en grandes cantidades, se prioriza el consumo de prendas versátiles y de buena calidad, que puedan durar mucho más tiempo y ser más utilizadas.

“La ropa es una de las primeras cosas que nos fijamos en todas las personas, cada prenda refleja quiénes somos; de ahí la importancia de aprender a comprar de forma más inteligente y crear un clóset más sostenible, práctico y consciente, sin perder el estilo”, señala Ana María Rossi, Gerente de Diseño de De Prati.

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Elimina lo que ya no usas para optimizar tu espacio y que sea más fácil encontrar lo que buscas. Imagen: Pexels

Cómo crear un closet sostenible

  1. Revisar el armario y desechar las prendas que no se usan
    Cuando toda la ropa está guardada en el armario o en cajones, es común olvidar lo que tenemos. Podríamos encontrar prendas que no hemos usado nunca o que no reflejan nuestro estilo y que pueden ser donadas o vendidas, mientras que la ropa que sí usemos puede quedarse y ser ordenada.
  2. Comprar prendas básicas
    Para crear looks innovadores y únicos no es necesario usar ropa diferente todo el tiempo. Las prendas básicas se pueden combinar de modo que no parezca que usamos el mismo outfit, por lo que es una inversión para nuestros bolsillos y el medio ambiente. Jeans, chaquetas y camisetas de un solo color son la base de muchas combinaciones.
  3. Preferir el consumo local
    Potenciar a la industria textil nacional con el consumo de moda local es una manera de ayudar al medio ambiente y a la comunidad. Hay diseñadores y marcas ecuatorianas que ajustan sus telas, colecciones y precios al público nacional, creando además plazas de empleo y apoyando a la economía local.
  4. Elegir ropa de calidad y duradera
    El ‘fast fashion’ se caracteriza por sus piezas desechables, que terminan siendo una gran fuente de contaminación ya que cuando viene la siguiente tendencia, esas prendas se descartan. Por eso, es mejor elegir ropa de calidad, que pueda durar varias temporadas y cuyo uso no esté marcado por la moda sino por el estilo personal.