Tengo un niño de 5 años de edad que está en primero de básica. Comparado con niños de su edad, no se expresa bien. A mi niña de apenas 2 años se le comprende mejor que a él. No puede pronunciar la rr, la g. En vez de decir casa, dice tasa. Por dame, dice name. En vez de carro, dice tado. No relata acontecimientos, y si lo hace, lo resume mucho. En el embarazo tuve una depresión fuerte, ya que no fue planificado. Al nacer lo sobreprotegí y pensaba que todo le iba a hacer daño. Solo lo alimentaba con papillas, leche materna y frutas. No le di carnes de ninguna clase, y cuando quise incluirlas fue muy tarde, las rechaza hasta la actualidad. La pediatra me dijo que talvez ahí radica el problema del habla, al no esforzar las mandíbulas. Es un niño inteligente, sociable y pese a que es delgado, los exámenes médicos siempre arrojan buenos resultados. Los niños siempre se burlan de él y lo imitan, él lo ha tomado como chiste. Ya está empezando a leer y a escribir, y no quiero que le afecte en el futuro. Le cuento historias, le canto y me incluyo más en su vida y le hago preguntas, y le ayudo a relatar lo que expresa, ya que solo yo le entiendo.

Ibeth,

Guayaquil

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Estimada Ibeth, casos como el de su niño aparecen frecuentemente en la consulta. Si bien faltan algunos datos que podrían ser útiles para guiarle, podría anticipar que se han conjugado algunos elementos que derivaron en este problema de lenguaje.

Por un lado, la depresión materna que impacta negativamente en el desarrollo cerebral del feto, ocasionando un funcionamiento diferente en algunas áreas cerebrales como es el sistema límbico. Esta área es la encargada de regular las emociones. Esto hace que su niño desarrolle una hipersensibilidad que impacta en algunas conductas.

Una de ellas es la conducta alimentaria, al manifestar poca tolerancia a alimentos de diferente complejidad. La carencia de estímulos orofaciales al no alimentarlo adecuadamente, posiblemente ha generado una hipotonía y una inmadurez en el desarrollo de las sensaciones propioceptivas que son necesarias para la adquisición de los fonemas.

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Por otro lado, la inmadurez del sistema límbico y la estimulación poco adecuada del ambiente, no han permitido que eclosione el lenguaje de la forma esperada. Recomendaría la consulta con un odontopediatra para que valore anatómica y funcionalmente su cavidad oral, y empezar lo antes posible con la reeducación de la deglución junto con la terapia de lenguaje.

Lic. Sylvana Irigoyen, fonoaudióloga.