Las dos semanas de protestas y paralizaciones, en su mayoría promovidas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), ponen en aprietos a varios centros de refugio de animales silvestres del país. Varias instituciones han tenido que cerrar sus puertas y, en especial, su flujo de donaciones es casi nulo debido al cierre de carreteras.

El Quito Zoo, por ejemplo, ha estado cerrado todos los días del paro, ya que el bloqueo de vías desde y hacia Guayllabamba ha impedido el traslado normal tanto de visitantes como de colaboradores de la institución, sostiene Martín Bustamante, director del centro.

Quito Zoo busca padrinos para seguir ayudando y protegiendo animales silvestres

Los colaboradores se han tenido que adaptar reformas en horarios de trabajo, lo cual implica que las rutinas habituales de cuidado y alimentación de los animales silvestres rescatados que albergan se realizan en periodos limitados. En la clínica del Quito Zoo hay dos animales neonatos que requieren atención constante: una venada y un mono capuchino. Sus cuidadoras cumplen con sus necesidades, aunque esto les implique encontrar formas alternativas de transporte.

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Bustamante afirma que se han debido suspender intervenciones médicas en animales como mono araña, jaguar y pecarí, procedimientos que se realizan como parte del programa de medicina preventiva. Además, la institución ha tenido problemas de provisión de ciertos alimentos para las dietas de varios animales y el incremento de precio de algunos productos, aun cuando se han buscado las soluciones más adecuadas para que los animales no se vean perjudicados.

En cuanto a insumos médicos, aún cuentan con inventario disponible, pero existe el riesgo de que el abastecimiento comience a limitarse por la dificultad de que proveedores lleguen hasta el zoológico con insumos.

Más de 700 animales silvestres, perjudicados por actividades humanas, fueron atendidos por Proyecto Sacha en Guayaquil

Otro de los centros que ha sufrido el impacto de las protestas es el Bioparque Amaru, en Cuenca. La capital del Azuay ha vivido bloqueos tan dramáticos que incluso el oxígeno medicinal ha escaseado.”Hemos pasado todos estos días bloqueados, nos cancelaron todas las reservas educativas de fin de año, necesitamos por favor de tu apoyo, y la manera de hacerlo es visitándonos porque tu visita (valor de la entrada) va directamente a apoyar la alimentación de nuestros animales”, indica la institución en un comunicado.

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Además, solicita apoyo urgente con alimentos como frutas, verduras y carne, ya que sus fuentes de provisión se encuentran paralizadas. El centro ha decidido abrir sus puertas, pese a la situación.

En tanto, Fundación Proyecto Sacha, en Guayaquil, si bien no ha tenido complicaciones graves como otros centros, sí ha modificado la dieta de los animales silvestres que rehabilita, ya que hay ciertas frutas de la Sierra que no llegan a la ciudad costeña.

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La elevación del precio de los huevos y el pollo también ha impactado en sus finanzas.Además, el cierre de carreteras ha detenido traslados de animales a otras provincias. “Hay cinco periquitos que deben liberarse en la Reserva Arenillas (El Oro) y un tucán que debe ir a Santa Elena, pero no han podido viajar”, indica Eliana Molineros, directora de la fundación.

Proyecto Sacha tampoco ha podido avanzar con la construcción de su centro de rehabilitación que estará ubicado en Chanduy, Santa Elena. En la planificación estaba que el 15 de junio empiece la edificación. “También estoy recibiendo llamadas de otras provincias de pedidos de auxilios por animales (silvestres)”, señala Molineros.

Aunque hay paralizaciones y bloqueos, los delitos contra la fauna silvestre no se han detenido. Por ejemplo, a Proyecto Sacha han seguido llegando animales vinculados a este delito. Es más, los delincuentes han aprovechado que las fuerzas del orden en el país no han podido realizar su trabajo con regularidad.

En una entrevista con EL UNIVERSO, el ministro del Ambiente, Gustavo Manrique, afirmó que tienen muchas denuncias de tráfico de flora y fauna o de delitos ambientales que no se han podido atender con urgencia. Además, que no han podido realizar operativos en provincias como Orellana, Pastaza, Morona Santiago, Chimborazo, Imbabura y Esmeraldas, que son un punto estratégico para el control del tráfico de especies y la tala ilegal de madera.

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Los centros de rescate piden a las personas donar alimentos o dinero para poder comprarlos y medicamentos. Para realizar cualquier tipo de donación pueden contactarse a través de sus perfiles oficiales en redes sociales. (I)