Un extenso bosque de algas tipo quelpo que cubre la cumbre de una montaña submarina, en el sur del archipiélago de Galápagos, fue hallado por científicos del proyecto de Montes Submarinos, liderado por la Fundación Charles Darwin (FCD), en colaboración con la Dirección del Parque Nacional Galápagos y un equipo multidisciplinario de investigadores internacionales. Este descubrimiento podría ser un nuevo registro de especie de quelpo para la región e incluso para la ciencia.

Los quelpos son algas pardas, famosas por alcanzar tamaños muy grandes, y que, en altas densidades, forman bosques marinos. Similares a los arrecifes de coral y los manglares, estos bosques son muy importantes para el mantenimiento de la biodiversidad marina, ya que ofrecen protección y alimento a muchas especies.

Descubren nueva guardería de tiburones martillo en Isabela, Galápagos

Como los quelpos son especies de aguas frías, la mayoría de estos bosques se encuentran exclusivamente en regiones temperadas o polares, y en zonas costeras, poco profundas, por su necesidad permanente de luz. Sin embargo, este bosque de quelpo en la Reserva Marina de Galápagos está situado en una región tropical y a más de 50 metros de profundidad.

Publicidad

Galápagos fue el primer lugar del mundo en el que, en 1934, se encontró una especie de quelpo tropical, llamada Eisenia galapagensis. Esta especie endémica era hasta hace poco el alga más grande registrada en el archipiélago. Sin embargo, se sabe muy poco sobre su ecología o biología, ya que desde los años 80 se la ha observado escasamente y por ello ha sido declarada “en peligro de extinción” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Es la primera vez que se documenta un bosque de quelpos tan extenso y denso en esta zona de Galápagos y a estas profundidades. Lo que encontramos parece muy diferente de la especie de alga Eisenia galapagensis, ya conocida en esta zona. Ya que tiene casi el doble de tamaño, podemos pensar que es posible que se trate de una especie diferente y potencialmente nueva para la región”, indica Salomé Buglass, científica sénior de la FCD y líder de la investigación.

Dado que el buceo convencional limita la inmersión a 40 metros, los equipos de investigación de la FCD se apoyan en nuevas tecnologías como vehículos operados remotamente (ROV por sus siglas en inglés), para explorar, documentar y caracterizar los ecosistemas de aguas profundas, como estos bosques de quelpos. Gracias a la incorporación de una garra mecánica al ROV, en el 2018 los investigadores pudieron recolectar especímenes de este alga recién registrada, lo cual es esencial para determinar su taxonomía y aún está en estudio.

Publicidad

A pesar de su enorme importancia como ingenieras del ecosistema y como sustento de la fascinante vida marina de las islas Galápagos, las macroalgas de Galápagos son las grandes olvidadas de los ecosistemas marinos del archipiélago”, señala María Altamirano, investigadora de la Universidad de Málaga, miembro del equipo de investigación y colaboradora de este proyecto.

GalNEMO, una base de datos en línea que ayudará a compartir información de especies invasoras marinas en Galápagos

Añade que “este descubrimiento brinda una oportunidad de visibilizar los importantes servicios ecosistémicos que ofrece este grupo de organismos, como hábitat de otras especies y como secuestradores de carbono a zonas profundas”.

Publicidad

Saber que hay bosques marinos repletos de vida que desconocíamos, a tan solo 50 metros de profundidad sirve de recordatorio de lo poco que sabemos sobre la biodiversidad marina en zonas profundas, y lo mucho que queda por explorar, descubrir, aprender y proteger, indica Buglass.

Los científicos de esta investigación multidisciplinaria ponen a la luz las características ecológicas de este nuevo ecosistema y describen esta curiosa especie de quelpo en un reciente manuscrito científico publicado en la revista Marine Biology el 23 de noviembre de 2022. (I)