Siempre se sube al auto por el lado izquierdo y nunca desde el derecho. Esa es quizás la única superstición que guarda el piloto ecuatoriano-estadounidense Juan Manuel Correa, de 22 años, antes de ponerse detrás del volante de su carro de carreras y saltar a la pista para una competencia. Todo lo demás es trabajo duro, y no quiere dejar nada al azar.

“Estoy en una etapa sumamente importante de mi carrera”, comentó Correa, quien actualmente compite en la Fórmula 3, vía Zoom para La Revista. “En los próximos dos años definiré mi camino profesional y en dónde correré los próximos diez años”.

Esto significa que los resultados que obtenga en sus próximas competencias dentro de la Fórmula 3 le permitirán continuar abriéndose camino hacia la Fórmula 2 y aspirar, en un futuro cercano, a ocupar un lugar privilegiado entre los grandes de la Fórmula 1.

Publicidad

Son dos años superimportantes y creo que también muy emocionantes, porque llegar a este punto es el sueño de cualquier piloto que comienza a correr desde muy pequeño. Y yo, con mi edad y con mi experiencia, estoy llegando a estas categorías”.

Correa define el 2022 como su primer año competitivo al 100 % tras el accidente que sufrió el 31 de agosto de 2019 en el circuito de Spa-Francorchamps del Gran Premio de Bélgica. Si bien el piloto nacido en Quito reapareció en las pistas en febrero del 2021, Correa apunta a lograr mejores resultados para el final de este 2022 y pelear el campeonato de la Fórmula 3 como parte de la escudería ART Grand Prix.

Con 22 puntos, Correa ocupa la 12ª posición en el Campeonato de Pilotos antes de la competencia en Hungría en la pista Hungaroring en donde corrió ayer y también lo hará hoy, domingo 31 de julio.

Publicidad

El perfil atlético de Juan Manuel se evidenció desde pequeño en deportes como el fútbol o el tenis, aunque de inmediato destacó en el karting, una disciplina en la que disfrutó sus primeros momentos, hechizado por la velocidad. En 2013 se convirtió en campeón de karting en Estados Unidos, país al cual se mudó con su familia cuando tenía 10 años, debido al trabajo de su padre; y, poco después en el mismo año, ganó el campeonato mundial en esa disciplina. Y a los 14 años se mudó a Italia para buscar oportunidades en el mundo del automovilismo.

¿Qué aprendizajes positivos te dejó el accidente?

Publicidad

A nivel personal me he convertido en una persona más centrada y tranquila, y con una visión un poco más amplia de la vida y de lo que en verdad importa. Como piloto me siento más libre y disfruto lo que hago en muchos sentidos. Cuando tuve el accidente, muchos pensamientos pasaron por mi cabeza, incluyendo que nunca volvería a correr; y me di cuenta de que no apreciaba lo suficiente lo que ya estaba haciendo, la vida que tenía y el privilegio de tener esta profesión. Y luego del accidente entiendo lo afortunado que soy de volver a la pista a este nivel, de estar en una posición muy buena otra vez. Siento que lo disfruto más ahora, porque al mismo tiempo sé que en cualquier momento se puede acabar.

¿A qué otros pilotos admiras o sigues?

Cuando tenía unos 10 o 12 años era muy fan de Fernando Alonso; me parece que era la época cuando él corría en Ferrari. Y sigo siendo muy fan de Fernando Alonso; me gusta su estilo de manejo, y he tenido la suerte de conocerlo, y es muy buena gente. También soy muy fan de Sebastian Vettel. Es una persona espectacular, porque es un cuatro veces campeón mundial, pero, cuando hablas con él, piensas que es una persona cualquiera por su gran sencillez, y eso me encanta. También tengo muchos amigos que están en la Fórmula 1 ahora y a quienes obviamente apoyo, y muchos de los jóvenes que han entrado en los últimos años, como Pierre Gasly, Charles Leclerc y Lando Norris.

¿Qué te atrae más del mundo del automovilismo?

Publicidad

Cada vez siento que lo que más disfruto definitivamente es el manejar. Siento que hay algunos pilotos que disfrutan más de lo que hay alrededor del mundo de las carreras: del estilo de vida, el viajar, las fiestas, del atractivo de ser un atleta en un deporte tan glamoroso, tan internacional. Pero a mí me ocurre al revés, y cada vez me atrae menos todo eso, porque hay muchas cosas por detrás y es un contexto con el que no me siento identificado. Así que ahora voy a las carreras, manejo, lo disfruto y después me voy a casa. Y me encanta esa adrenalina, la velocidad de la competencia. Y me gusta el hecho de que vivimos para ese momento, y todo lo que haces es para mejorar cada día un 1 %. Es un sentimiento increíble el tener algo tan grande por lo que trabajas y después ver los resultados y tener la satisfacción, también derrotas. Hay muchas emociones.

El mundo de las carreras es mucho más que velocidad. ¿Qué otros factores influyen?

Cada piloto tiene un ingeniero que trabaja exclusivamente con él en poner a punto el carro, y siempre es muy gracioso ver la diferencia entre cómo piensa un ingeniero que sí estudió física y matemáticas y cómo piensa un piloto, porque al final nos encontramos diciendo las mismas cosas, pero con un lenguaje muy diferente. Entonces, sí, manejar es saber qué línea coger, en qué punto soltar el acelerador, en qué punto meter marcha para sacar el mejor rendimiento el carro. Es un deporte sumamente complejo. Tienes que pensar mucho y tienes que tener una capacidad muy alta de estar bajo presión, de estar cansado y sudando en la vuelta 30 y todavía estar pensando en todas estas diferentes cosas y tomando decisiones en ese momento.

¿Con qué resultados quisieras terminar este 2022?

Quiero pelear el campeonato. Sé que va a ser difícil; ha sido una temporada con sus complicaciones, pero siento que puedo pelear quizás el top cinco del campeonato y de aquí hasta finales del año irme recuperando poco a poco, y esa es mi meta. Para mí lo más importante es estar en una posición de firmar con un equipo competitivo en Fórmula 2. Nosotros sabemos cómo funcionan los equipos y qué es lo que están viendo. Entonces tengo que terminar el año con buenos resultados, siendo competitivo.