La voz de Andrés Chispa De la Torre fue escuchada por el mundo hispano en las locuciones del torneo de surf más importante del mundo: la triple corona de Hawái, que se cumple en las playas de Haleiwa, Sunset Beach y Pipeline, todas en Oahu (isla famosa por la serie de televisión Hawái 5-0), como competencias definitivas desarrolladas en noviembre y diciembre de cada año para seleccionar a los mejores surfistas del mundo.

Esa participación de Andrés, ocurrida específicamente entre los años 2015 y 2019, provocó que este deportista se ubique como una autoridad mediática del surf global, cuyos inicios se ubican en las playas de Montañita, Engabao, Galápagos y demás destinos surf del Ecuador.

“Fue un gran proyecto para difundir en español el surf de los grandes eventos mundiales”, dice De la Torre a través de una entrevista telefónica, quien se siente orgulloso de haber sido narrador en los cinco últimos años en que la Association of Surfing Professionals (ASP) estuvo a cargo del certamen, ya que luego la vendió a la World Surfing League (WSL).

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Andrés 'Chispa' De la Torre reside en Waialua North Shore (isla de Oahu, Hawái). Foto: Cortesía

Desde la bicicleta

Chispa De la Torre nació en Nueva York hace 60 años, pero se siente más guayaquileño que el río Guayas. La razón es contundente: llegó a radicarse en esta ciudad porteña cuando tenía solo 4 años de edad, ya que sus padres eran ecuatorianos (riobambeño y guayaca). “Viví en Urdesa, en la época dorada, cuando los niños pasábamos andando en bicicleta en las lomas y jugando pelota en la calle. Las casas permanecían abiertas y no había delincuencia. Todo era tranquilidad. Eran tiempos felices”.

De aquellos años provino el apodo que lo ha acompañado ya por medio siglo, porque tanta era su pasión por la bicicleta que de a poco también se introdujo en el mundo del motocross. Así iba correteando de aquí para allá, siempre al apuro y generalmente en dos llantas, con los pelos de punta debido al viento y muchas veces engrasado porque también se las daba de ayudante de mecánico. Al verlo, el papá de su amigo Pepe Alonso lo llamó Chispa y fue como una rebautismo. Y todos repitieron el sobrenombre. Chispa por aquí y Chispa por allá. Y desde entonces pocos saben que realmente se llama Andrés.

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Video compartido gentilmente por el canal YouTube de Diego Arcos.

Con ese apodo ya surfeaba sus primeras olas, ya que aprendió a montarlas a los 16 años de edad, tomándole un gustito que lo acompañó hasta que se graduó del colegio y regresó a Estados Unidos. Allá se graduó de tecnólogo marino, ya que le gustaba trabajar en el mundo de los barcos, pero en 1987 retornó nuevamente a su querido Ecuador para reintroducirse de forma más profunda en aquel universo de las tablas y también abrazado por el océano.

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El surf ha sido su vida desde entonces. Y gracias a ello fue campeón nacional en los años 1992, 1998 y 2000, en su especialidad de tabla larga. Esa última victoria en Ecuador, en plena dolarización debido a la debacle bancaria, coincidió con su decisión de radicarse definitivamente en Hawái para sumergirse en ese destino que había idealizado a través de lo que veía en la televisión y revistas de surf, y considerado como la meca global de esa actividad. “Vine a ver el estilo de vida de playa que los surfistas disfrutamos. Hawái es un lugar clásico (en el mundo surf), tiene cosas muy hermosas, tiene turismo, la gente cuida sus playas para tenerlas limpias. Todo ha sido como una nueva aventura”.

Andrés 'Chispa' De la Torre y su esposa, la guayaquileña Sofía Franco. Foto: Cortesía

La voz de la Triple Corona

Desde esa mudanza, ya han pasado 20 años. “En Hawái me dedico al mantenimiento de casas y departamentos, y sigo surfeando”, comenta a través del WhatsApp, destacando también su paso como comentarista deportivo para esas transmisiones internacionales organizadas por Randy Rarick, empresario y propietario de la marca Triple Corona, quien a partir del 2015 buscó que las transmisiones de ese campeonato sean en portugués, francés, español, inglés y japonés para captar más público internacional.

“Randy me compraba palo de balsa para construir tablas de surf. Y en nuestras conversaciones se dio cuenta de que yo sabía mucho de este deporte, porque desde muy joven me gustaba leer revistas de surf. Así aprendí de tablas, de materiales, de quillas, de los campeones, de los destinos con las mejores olas…”. Además, Chispa tenía experiencia en competencias y en los medios de comunicación, ya que entre 1994 y 1998 conducía un programa de surf en Cabledeportes. ¡Tenía labia y conocimiento!

Andrés 'Chispa' De la Torre y su esposa, Sofía Franco, residen en Hawái. Foto: Cortesía

Ese trabajo era su gran sueño. “Conocería a mis héroes del surf. Era como ser locutor de un mundial de fútbol en el estadio Maracaná”, señala sobre la experiencia de narrar las actuaciones de personajes como Kelly Slater, once veces campeón del mundo, y Garrett McNamara, conocido por romper en el 2011 el récord mundial de la ola más grande jamás surfeada en Nazaré, Portugal, de 24 metros de altura.

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Fueron años intensos que gracias a la voz de Chispa pusieron el surf global en idioma español, para captar el mercado mediático de países como México y España, donde este deporte tiene legiones de seguidores, además de Perú, donde el surf es tan popular que ya tiene una campeona mundial: Sofía Mulánovich (doble título en 2004 y otro más en 2009).

Sudamérica tiene cada vez mayor protagonismo en el surf, considera, deporte históricamente liderado por estadounidenses y australianos. Pero con los años el podio ha ido cambiando de protagonistas, añade, y el actual campeón olímpico es el brasileño Ítalo Ferreira, quien en el 2019 ya había conseguido el primer lugar mundial.

Andrés 'Chispa' De la Torre gusta de rescatar aves que han caído de sus nidos. Junto con su esposa, Sofía Franco, las cura y protege hasta que pueden regresar al estado silvestre. Foto: Cortesía

Chispa De la Torre se siente agradecido con la vida por haber tenido un papel relevante en la historia del surf desde Hawái, donde reside con su esposa, la guayaquileña Sofía Franco, en la comunidad de Waialua North Shore (Oahu). Allí sigue gozando de las olas, pero también de la naturaleza local, a la cual ayuda a proteger. “Con mi esposa solemos rescatar pequeñas aves que caen de sus nidos. Las sanamos en casa para que vuelvan a volar”.

Andrés gusta de observar cómo aquellos pajarillos regresan al viento, tal como él vuelve a las olas en cada oportunidad, porque al igual que las aves y el cielo, su instinto lo impulsa a sumergirse en el ambiente natural donde desde joven aprendió a ser feliz. (I)

Conocer a ‘Chispa’ De la Torre en Facebook.