La definición estratégica es fundamental para el éxito, de modo que antes de lanzarnos al mercado con cualquier tipo de emprendimiento debemos tomar en cuenta los siguientes pasos que serán los que determinen cuán viable o no es una idea, mucho antes siquiera de invertir ni un centavo.

Sucede que, en muchos casos, lo que inicialmente concebíamos como una idea estupenda, luego cuando la aterrizamos vemos que no es así o que existen muchas barreras para implementarla. Puede darse el caso de que una idea que se implementa evolucione con la puesta en marcha y al mirar atrás vemos que lo que inicialmente se pensó como algo grande, finalmente se convirtió en algo mucho mejor.

En cualquier caso, existen aspectos que debemos analizar en profundidad y con mucha honestidad antes de decidir si emprendemos o no.

Es imperativo tener definido qué queremos, a qué aspiramos, dónde llegaremos. Si no tenemos objetivos claros no llegaremos a ningún lado, de ahí que lo recomendable es invertir tiempo analizando qué mismo queremos hacer, porque en el proceso de puesta en marcha se presentarán muchos distractores.

El enfoque debe ser la piedra angular de nuestro emprendimiento, pues muchas veces cuando las cosas empiezan a ir bien se lo pierde y al carecer de tal, el negocio en sí puede comprometer su futuro.

¿Qué es lo que nos hace tan especiales?, ¿qué es lo que motiva a la competencia a imitarnos?, ¿qué es lo que nos hace tan buenos en el mercado? En los proyectos web existen dos fases importantes: la de las grandes definiciones estratégicas y la operativa, la del día a día, estas compartiré en próximos artículos a publicarse en La Revista.

A veces la funcionalidad de un emprendimiento está más asociada con una idea clara desde el comienzo que a muchas actividades, que finalmente no llevan a ningún lado y que generan confusión. El mero hecho de saber lo que queremos y dónde vamos ya es la tercera parte del camino recorrido.

He denominado Parte estratégica a las especificaciones trascendentes, a la de la guía que marcará el camino y la cancha, aunque sin fanatismos ni terquedades pues en el mundo online muchas cosas cambian sin previo aviso.

Así, vamos a desarrollar este post elemento por elemento:

Parte estratégica.

1.- Cuál es nuestro objetivo.

A los emprendedores nos caracteriza la creatividad, de tal manera que siempre estamos viendo qué hacer y cómo hacerlo, a veces no nos preocupa el dinero como fin último sino la sensación del deber cumplido, del logro, y claro está, la adrenalina del proceso que es el combustible de todo emprendedor.

También nos caracterizamos por la emoción y el desenfoque, en tal sentido, al emprender, es muy claro que podemos perdernos en los laberintos de nuestras mentes y en lo intrincado de las ideas, así, es imperativo definir cosas, establecer qué queremos, qué esperamos obtener, en definitiva, qué mismo buscamos. Voy a poner un ejemplo sencillo:

Digamos que tu olfato de emprendedor ha descubierto un nicho gigante en el mercado de oficinistas, de modo que has deducido que estos, a las 11:30 pueden consumir empanadas y así vas a dedicarte a vender empanadas, ya sean horneadas o fritas. Hasta ahí todo bien. Tu objetivo es la venta de empanadas.

Pero ¿qué sucede si en medio del camino, ya que vendes empanadas, se te ocurre vender aderezos para empanadas, recetas para empanadas, hornos para empanadas e ingredientes para empanadas?… Sucederá que te desenfocarás y perderás lo que estás construyendo con una idea determinada.

En internet es pecado mortal mezclar peras con manzanas porque la red es de nichos, no de todo para todos. Recuerda esto por favor.

¿Qué pasaría si existe una oportunidad real para la venta de hornos, recetas o ingredientes para empanadas?, pues debes aprovecharla, pero jamás mezclando la venta original con el resto de la nueva oferta.

Si la idea es satisfacer una demanda específica, debes hacerlo de modo independiente, aunque interrelacionado, es decir, en tu sitio web debería existir información que sin ser intrusiva lleve a las otras plataformas donde están el resto de tus emprendimientos, pero de modo independiente -porque recuerda que internet es de nichos-. Lo citado se llama ventas cruzadas.

Con lo anterior no quiero decir que no debes vender otros productos relacionados, no, todo lo contrario, sino que no debes mezclar una oferta con otra en la misma página.

Habiendo dicho lo anterior, es fundamental determinar qué vamos a hacer, además de mantenernos enfocados mientras sea rentable la visión y las condiciones en general la favorezcan.

Recuerda: ideas claras hacen objetivos claros que llevan a resultados claros.

2.- Qué problema solucionaremos.

La clave de la riqueza consiste en la habilidad de solucionar problemas, si no encontramos alguna solución es mejor no lanzarse y esperar el momento apropiado, es decir, cuando tengamos lista la solución práctica a un problema determinado.

El mundo de los negocios es de verdad, o sea, no es teórico o retórico, no, es práctico porque implica muchas variables de la vida real, así, mientras facilitemos la solución a algo tendremos una autopista para nosotros solitos.

Se cree, con mucha frecuencia, que los problemas a solucionar implican gran conocimiento o especialidades rebuscadas, pues no necesariamente es así. Las soluciones pueden ser complejas o tan simples como la reparación de un tejado, un tendido eléctrico, alguna plancha o una puerta.

En la medida que resolvamos problemas nos irá bien, cuando no solucionamos problemas y más bien cuando los hacemos más grandes es cuando las puertas se cierran y nos irá mal.

Recuerda: el problema a solucionar debe ser bien definido y la solución bien planteada y efectiva.

3.- Cuál es nuestra promesa única de ventas.

La famosa Unique Selling Proposition es la que hará que prosperemos o no. La PUV (Promesa única de ventas) nace de un buen análisis que parte de nuestros objetivos y de los problemas a resolver.

La PUV es la razón por la que el mercado prefiere comprarnos o hacer negocios con nosotros, y no con la competencia.

¿Qué es lo que nos hace tan especiales?, ¿qué es lo que motiva a la competencia a imitarnos?, ¿qué es lo que nos hace tan buenos en el mercado?, bueno pues, esas preguntas debemos responderlas con sensatez y un buen cable a tierra.

Las razones por las que las personas prefieran contratarnos pueden ser muchas, pero dentro de estas opciones solo una deberá destacarse y es la que la gente recordará y en el mejor de los casos recomendará.

Recuerda, tu PUV es el argumento final por el que el mercado te prefiere a ti y no a la competencia.

4.- A quiénes seremos relevantes.

Es muy probable que al emprender pasemos tiempo dedicándonos a analizar nuestros objetivos, los problemas que solucionaremos o a definir nuestra PUV, pero muy poco tiempo a revisar nuestra relevancia ante el mercado, es decir, ¿seremos importantes con nuestra oferta a alguien?, ¿quiénes nos valorarán en su justa medida?

En los negocios debemos ser tan relevantes para el mercado como cuando llega el cartero con la encomienda que tanto hemos esperado o el despachador de hamburguesas que llega atrasado por un atasco en el tráfico cuando nos morimos de hambre en la oficina o, por último, el vendedor ambulante de agua helada a la salida de un partido de fútbol.

Así, en esa medida necesitamos ser importantes para el mercado, es claro que no lo lograremos de un día para otro, pero debe ser nuestra meta estratégica como emprendedores.

Recuerda, un enfoque cliente-céntrico hará que evaluemos cuán relevantes somos, o no, para el mercado.

5.- Con qué presupuesto contamos.

Sin presupuesto cualquier proyecto no pasa de ser un ensayo académico.

La mayor parte de los emprendedores hacen grandes cosas sin mayores recursos, sobre todo aquellos que entienden que uniendo oferta y demanda ganan comisiones sin mayores inversiones, pero, no todo el tiempo es así de sencillo, pues la innovación o diferenciación cuesta dinero.

En ese mismo sentido hay que invertir, caso contrario podremos quedarnos como estamos, de hecho, varias empresas por no dedicar presupuestos a investigación y desarrollo salieron del mercado más rápido que un pestañeo, ejemplos sobran y no es tema de este post mencionarlos por ser casos cotidianos, lamentablemente.

Si tienes una gran idea, un gran proyecto pero careces de presupuesto, abre tu capital, es mejor tener el veinte por ciento de algo al cien por cien de nada, de manera que te sugiero que busques asociados o inversionistas, pues si has determinado una oportunidad y adicionalmente has invertido tiempo en determinar tu objetivo, problemas a resolver, promesa única de ventas y relevancia, y todos esos argumentos respaldan tu idea, entonces no pierdas tiempo y busca compañeros con recursos financieros que te ayuden o apalanquen a llegar al nivel al que aspiras.

Ahora bien, si no has determinado los puntos mencionados, ¡es buen momento para empezar a hacerlos!

Recuerda, el mejor proyecto, el que solucionará la vida de la humanidad, sin presupuesto, jamás despegará del suelo. (O)