En estas próximas semanas, ya sea para regalarle a un amigo o brindar a los invitados en algún evento familiar, seguramente saldremos en la búsqueda de una botella que sorprenda al paladar. A diferencia de la década anterior en la cual una botella del tradicional whisky Johnnie Walker etiqueta negra llegó a costar más de $ 100, esta vez las perchas se encuentran llenas de novedosas alternativas a precios bastante convenientes. Estas son algunas sugerencias de bebidas con las que pueden quedar muy bien.

Un producto muy antiguo pero que se ha puesto super de moda en todo el mundo es el vermut. Esta elaboración que junta al vino con especias, botánicos, hierbas, raíces, cortezas, flores y algún otro ingrediente secreto que cada marca incorpora, es no solo un excelente aperitivo sino también el acompañante de algunos de los más tradicionales cocteles, el Negroni y el Manhattan.

Para esos fanáticos, que como yo disfrutamos de los tragos clásicos y que queremos llevarlos a un nivel superior, les propongo probar el vermut Antica Fórmula de Branca ($ 40 en La Taberna). Es una receta con 235 años de historia que tiene un brillante color ámbar, con una nariz lleva notas especiadas, cítricas envueltas en vainilla. En boca la naranja amarga, dátiles, cerezas y el toque de azafrán completan la experiencia que tiene una buena persistencia.

Por otro lado, en la misma línea de los aperitivos, si lo que buscan es algo ligero para cocteles refrescantes, el vermut Fiero de la casa Martini (en oferta por $ 14,55 en La Guarda) es una opción. Esta bebida es fresca, muy afrutada con marcadas notas de naranja amarga, es ideal para las tardes calurosas que ya tenemos en la ciudad. Pongan hielo en una copa balón y llenen hasta la mitad con vermut, completen con agua tónica y agreguen al final un rodaja de naranja.

Si lo suyo son los destilados, el whisky Carlyle (lo venden en El Terruá) es mi recomendación entre los escoceses. He participado en algunas catas a ciegas en donde este poco conocido blended Scotch, que en su fórmula usa maltas de diferentes zonas de Escocia, ha salido ganador compitiendo con los más tradicionales y conocidos del mercado. Tienen dos versiones, el de 12 años ($ 35) y el más sencillo de 5 años ($ 15,80), este último que fue el que más me sorprendió, tiene lindo color caramelo con aromas dulces y fruta cítrica, en boca entra suave, con presencia de nueces que dejan un delicioso y largo final. Un triple B que vale la pena probar.

Entre los vinos, encontré (en L´Oenothèque, Plaza Nova, Samborondón) Toro de Piedra ($ 34), una joya de Chardonnay de la bodega Requingua que nos llega del valle del Maule, en Chile. Está fermentado en barricas y luego criado por ocho meses también en roble francés. Tiene un color paja profundo, con marcados aromas de piña, cáscara de banana y almendra. En la boca se lo siente cremoso e intenso, es potente y su sabor permanece largo tiempo, ideal para esos mariscos al carbón o hasta con cerdo al horno, seguro van a disfrutarlo. (O)