Por Diana J. León, Dayse Villegas y Moisés Pinchevsky

La pandemia del COVID-19 ha provocado una crisis histórica en todos los ámbitos, incluido el educativo, marcado hasta la actualidad por el cierre masivo de las actividades presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto.

Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), a mediados de mayo de 2020 más de 1.200 millones de estudiantes de todos los niveles de enseñanza, en todo el mundo, habían dejado de tener clases presenciales en la escuela. De ellos, más de 160 millones eran estudiantes de América Latina y el Caribe.

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Esta generación de niños, niñas y adolescentes ha tenido el reto de aprender a través de la tecnología. Foto: Shutterstock.

Gran parte de las medidas adoptadas ante la crisis se relacionan con el despliegue de modalidades de aprendizaje a distancia mediante la utilización de una diversidad de formatos y plataformas tecnológicas, las cuales motivaron que las unidades educativas deban repensar los modelos implementados para continuar con la enseñanza de forma eficiente según las nuevas circunstancias. Por ello toma relevancia el compromiso de todos los componentes del entorno relacionado a la enseñanza, como profesores, alumnos y padres de familia, según lo comentan los directivos de varios centros de estudios entrevistados, que nos transmiten las lecciones que les ha dejado el histórico año lectivo 2020-2021.

Ecomundo

Una de las lecciones más importantes de este año ha sido la flexibilidad en labor docente. “No me refiero a ser menos rigurosos académicamente, sino a la capacidad de adaptarnos a los nuevos entornos”, indica Raquel Maquilón, rectora de la Unidad Educativa Particular Bilingüe Ecomundo.

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Otro aprendizaje interesante, amplía, es que “cualquier organización que no innova, no sobrevive”. El sector educativo aprendió a verse como un engranaje más de la sociedad. “Cuando hablamos de innovación no solo es la mejor plataforma, los mejores textos o los mejores profesores, sino la transformación de todos los procesos. Cómo modificar la clase para atender a un estudiante de manera individual, cómo comunicarse con las familias, con qué opciones preparar la clase”.

Cualquier organización que no innova, no sobrevive”.

Además, las familias han visto con nuevos ojos el rol del docente, “especialmente los familiares de alumnos más pequeños, que siempre deben estar apoyados por un adulto”.

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Y algo que Maquilón resalta, por sobre todo, es la importancia de la salud mental. “Me refiero a la necesidad de que en el currículo educativo se incluya la educación emocional. Mientras mayor equilibrio tiene el niño para identificar lo que siente y canalizarlo, está más preparado y apto para aprender”.

Ecomundo se ha decidido por la escuela para padres y la implementación del modelo de disciplina positiva, un modelo de crianza en el que al hijo y alumno se lo trata en un marco de respeto y amabilidad, validando sus emociones y enseñándole a trabajarlas, explica la rectora. Es el método que se aplicará en las aulas durante el próximo año. “La idea es que el triángulo de educación esté bien sostenido, para que en la escuela y en la casa el niño desarrolle las habilidades que le van a servir para la vida”.

La expectativa para el próximo año se orienta a la educación semipresencial, en la que solo asistirían los estudiantes cuyos padres lo autoricen. Los demás continuarían en casa, sin que la calidad de la educación varíe.

Los profesores tuvieron que aprender nuevas habilidades para dictar clases a sus alumnos. Foto: Shutterstock.

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InterAmerican Academy

Esta institución comenzó el actual ciclo escolar en agosto (se rigen por la modalidad estadounidense), con una plataforma nueva llamada Schoology, a la cual se han acoplado positivamente durante estos meses de educación en línea. “Los estudiantes y profesores se han adaptado a nuevas herramientas tecnológicas para sacar el máximo provecho... En la primaria también complementamos con herramientas como SeeSaw, Class Dojo, Kami, además de todas las posibilidades de comunicación virtual como Zoom y Google Meets”, indica Verónica Kaypaghian, directora de primaria del InterAmerican Academy (IAA).

“Cuando la pandemia nos arrojó abruptamente a la modalidad virtual, en marzo del 2020, salimos gracias al profesionalismo, dedicación y entrega de nuestros profesores. Todos ellos, extranjeros y locales, rápida y creativamente ajustaron planes, decidieron qué herramientas tecnológicas usar y modificaron horarios. No fue fácil, ni mucho menos perfecto, pero con retroalimentación constante de las familias y alumnos fuimos modificando el programa y los horarios hasta encontrar un balance más favorable”, agrega.

¡Nuestros alumnos han sido maravillosos! Se han adaptado, unos mejor que otros, pero todos siguen dando su mejor esfuerzo".

Varios de los profesores de IAA ya habían obtenido varios niveles de Google for Education, y muchos otros comenzaron su certificación Google durante junio y julio, y participaron en diversos cursos. “Durante este tiempo trabajaron incansablemente para poder dominar Schoology y varios maestros de secundaria también participaron en conferencias virtuales para capacitarse para los cursos de AP (Advanced Placement). Asimismo, IAA adoptó un nuevo programa de Matemáticas: Bridges”.

El alumnado también fue parte vital. “¡Nuestros alumnos han sido maravillosos! Se han adaptado, unos mejor que otros, pero todos siguen dando su mejor esfuerzo. Estamos muy agradecidos con los padres de familia, pues su papel ha sido crucial en el acompañamiento”, indica.

¿Cuál es la mayor lección aprendida en estos meses? “Flexibilidad sobre todo. Que el apoyo específico y en grupos pequeños y las instrucciones explícitas son clave. Que la diferenciación académica es imperativa y que el trabajar a base de proyectos es una opción excelente. Que es de gran importancia proveer a los estudiantes con espacios para colaborar y comunicarse, y que de este reto saldremos todos más fuertes que nunca”.

Liceo Panamericano

El 2020 ha dejado importantes lecciones para la comunidad educativa del Liceo Panamericano pues, aunque siempre ha sido una institución que se esfuerza por estar a la vanguardia en cuanto a metodología educativa, ahora más que nunca tienen claro la importancia de promover una cultura de innovación tecnológica y la capacitación docente en herramientas colaborativas que afiancen el proceso constructivista del conocimiento, es decir, que sus estudiantes sean capaces de conectar contenidos entre diferentes campos del saber.

Hemos aprendido a vivir el día a día con una actitud proactiva y positiva, solucionando las dificultades, aprendiendo de los problemas y tomando decisiones...".

“A lo largo de este año lectivo hemos comprobado que si enfrentamos las situaciones difíciles que se nos presentan con ánimo e interés en que nuestros estudiantes disfruten de lo que hacen, es posible lograr un aprendizaje asombroso, que es nuestra razón de ser”, explica la magíster María Auxiliadora Velarde Cevallos, directora del Liceo Panamericano Centenario.

Al arrancar con las clases virtuales se apoyaron en herramientas de Google como Meet, Classroom y Jamboard, y con el paso de los meses se sumaron Educaplay, Live Worksheets y Nearpod, entre otras. Además, se ha creado un tablero para cada nivel donde se cargan las actividades que se realizan a diario, incluyendo todo el material utilizado durante el proceso de clase. De tal manera que si algún estudiante no puede ingresar por diversos motivos, cuenta con las actividades, el material y la clase grabada.

“Hemos aprendido a vivir el día a día con una actitud proactiva y positiva, solucionando las dificultades, aprendiendo de los problemas y tomando decisiones que beneficien tanto a estudiantes, como a familias y colaboradores”.

El papel de los padres ha sido fundamental para apoyar a sus hijos pequeños. Foto: Shutterstock.

Unidad Educativa Crear

La plataforma Blackboard fue implementada para este año lectivo que requirió, de una manera especial, de la capacitación y el acompañamiento de los profesores. La Psic. Inés Melina Cobo de Gilbert, MSc, directora ejecutiva de Crear, destaca la gran cantidad de cursos que implementaron, “pero, sin duda, lo más importante fue propiciar espacios para dialogar entre nosotros y seguir apoyándonos como comunidad educativa, no solo en el reto de trasladar nuestro modelo educativo al entorno online, sino de la situación en general. Muchos pasamos momentos difíciles y sentir esa cercanía tan característica del colegio, incluso en el teletrabajo, es lo que nos permitió sacar el modelo digital adelante”.

El desafío más grande fue lograr el aprendizaje sin descuidar la proximidad entre docente y el estudiante. “El modelo pedagógico de nuestra institución siempre ha sido cercano, involucrando a las familias pues compartimos sus valores y estamos en constante comunicación. Eso se ha vuelto una gran fortaleza para que los estudiantes tengan éxito en este modelo”, agrega, refiriéndose a la educación desde casa.

La vuelta a la presencialidad no puede ser un retroceso al modo de educar del pre-covid-19, sino que debe incorporar todos los aprendizajes y retos superados que nos trajo esta pandemia”.

“Hemos tenido la oportunidad de visitar a nuestros niños a lo largo de este año y es maravilloso ver cómo se emocionan al ver en persona a la maestra, a quien solo conocían a través de la pantalla. Además, los profesores han logrado ser más recursivos y los estudiantes han dado un gran salto en su capacidad de trabajar de manera autónoma”.

La lección más importante que este año han aprendido como institución, indica la educadora, es seguir atentos a los signos de los tiempos y mantener una constante formación. “La vuelta a la presencialidad no puede ser un retroceso al modo de educar del pre-covid-19, sino que debe incorporar todos los aprendizajes y retos superados que nos trajo esta pandemia”.

La Moderna

Dentro de las estrategias implementadas este año lectivo, la Unidad Educativa Bilingüe Internacional La Moderna ha destacado el desarrollo de un proceso de e-learning encaminado a la utilización de plataformas, ebooks, webinars, master class y sesiones sincrónicas, donde los estudiantes exploran y refuerzan el conocimiento a través de actividades, talleres y guías, indica el rector, Msc. Juan Carlos Rodríguez Moreno.

Esa metodología de trabajo fue implementada desde preescolar a tercero de bachillerato, según la especificación de acuerdo a sus áreas. Por ejemplo, preescolar trabajó uno a uno el programa de estimulación, así como las sesiones de clase para el perfeccionamiento de habilidades, agrega.

Los profesores se capacitaron través de seminarios que se vienen realizando hace más de dos años, con los cuales han avanzado en la mejora de competencias digitales. “Este año también se reforzó a través de nuestro programa de capacitación The Learning Hub de Canvas LMS (Learning Management System), capacitaciones tales como: Let’s Talk About Learning, Blended Learning, Distance Learning. De igual manera, cuentan con procesos de coaching internacionales.

El objetivo es el proceso de e-learning y no virtualizar la presencialidad”.

Para lograr que los estudiantes se acoplen mejor a esa forma de trabajo generaron sesiones que no resulten tediosas, con espacios para que puedan desarrollarse de manera autónoma, “teniendo presente que el objetivo es el proceso de e-learning y no virtualizar la presencialidad”.

Así lograron que la educación no se detenga y, además, que los resultados en las pruebas International Schools’ Assessment (ISA), Cambridge y Diploma IB demostraran un muy buen desempeño de sus estudiantes a pesar del contexto de pandemia.

“Las sesiones no deben convertirse en una réplica de la clase presencial, sino en un estímulo con la ayuda de herramientas tecnológicas y concretas, donde el aprendizaje puede ser palpable por nuestros estudiantes”.

Este nuevo proceso educativo resulta totalmente nuevo. No se trata simplemente de virtualizar lo realizado en clases antes de la pandemia. Foto: Shutterstock.

Mi Sendero

Durante el 2020, el cambio en la educación obligó a que el hogar y la escuela se interrelacionaran más, dice María José López M., directora de la Unidad Educativa Particular Mi Sendero (Machala).

“Comenzó con incertidumbre por la falta de equipamiento, la poca conectividad y la poca preparación para las TIC (tecnologías de la información y comunicación), acarreando resistencia, no de los nativos digitales, sino de familias y docentes”, recuerda la educadora, pero afortunadamente finalizó con cambios de mentalidad. “Se ha alcanzado un 70 % de los contenidos”, estima López.

Este año lectivo es el primero en reestructurar la triada de la educación; las familias fueron parte fundamental de los aprendizajes de los hijos”.

Para los maestros esto significó dos meses de capacitación permanente, horas de trabajo extendidas y horas de clase reducidas, producción de videos, fichas pedagógicas y uso de aplicaciones interactivas que evalúen al mismo tiempo el rendimiento.

Después de ocho meses, López observa logros firmes. “Aún hay días de dificultades”, reconoce, no puede caerse el internet porque la atención de los niños se pierde, y a empezar nuevo. “Ahora la clase no depende solo del maestro y sus PEA (proceso de enseñanza-aprendizaje), sino también de la buena conexión o del acceso de los estudiantes”.

Los niños, nativos digitales, han aprovechado la experiencia. Sin embargo, esta oportunidad no ha sido general, por la inequidad en el acceso a internet y a dispositivos. “En Ecuador, un gran número de estudiantes nacidos en el nuevo milenio no tiene acceso a estos recursos, es una brecha digital”, dice López. Para ellos la solución han sido las fichas pedagógicas en físico, que retiran mensualmente y devuelven al finalizar. El desempleo, además, hizo que un veinticinco por ciento de los estudiantes no ingresara al año lectivo 2020-2021. Otro tanto de familias decidieron salir de la educación particular.

¿Y las instituciones? López asegura que han sufrido por la pérdida de estudiantes, baja de sueldos, ajustes curriculares, falta de tecnología, capacitaciones urgentes, pérdida de miembros de la comunidad interna... Aun así, hay optimismo y expectativa. “Con una próxima vacuna en el país, el retorno progresivo (a las clases presenciales) es parte de un futuro cercano. El próximo año lectivo será un nuevo reto por enfrentar, pero estamos seguros de que podremos cumplirlo”. (I)