El portal de viajes Expedia describe a Byron Bay como un lugar a donde la gente acude para olvidarse del ir y venir del mundo real. “Lo que comenzó como un asentamiento maderero y agropecuario evolucionó hasta convertirse en un pueblo de hippies, surfistas, músicos y artistas”, explica sobre ese destino de naturaleza emplazado en la costa oriental de Australia, a unos 800 km de Sídney, y con algunas de las playas favoritas de los australianos, muchos bares con atmósfera relajada y parques nacionales a poca distancia del poblado.

Mientras, TripAdvisor recomienda dejarse llevar por el ambiente tranquilo y disfrutar de las cosas sencillas; “solo tienes que pasearte por las playas o entre los bares para pasar un día agradable”.

Sin embargo, la etiqueta más mediática de Byron Bay en la actualidad es su poder para haber captado residentes famosos que decidieron abandonar el bullicio de Hollywood por una vida más relajada sobre esas colinas subtropicales y balnearios soleados.

Publicidad

Elsa Pataky y Chris Hemsworth llegaron en el 2014 a esta zona del estado de Nueva Gales del Sur.

Los primeros colonizadores de la farándula son posiblemente la española Elsa Pataky y el australiano Chris Hemsworth, matrimonio que en 2014 llegó a esta zona del estado de Nueva Gales del Sur. Actualmente la lista de residentes (permanentes y temporales) incluye a Nicole Kidman, Zac Efron, Natalie Portman, Matt Damon, Sacha Baron Cohen y Melissa McCarthy, quienes muy bien pueden jactarse de tener una casa en un país donde mejor se ha controlado el COVID-19, con solo unos mil fallecidos entre sus 25 millones de habitantes.

Estos nuevos residentes ha desencadenado una subida del precio de la vivienda en Byron Bay y los pueblos colindantes. Un reportaje de El País (España) detalla que una vivienda promedio en “Hollywood 2.0”, tal como es llamada esta localidad, cuesta unos 1,44 millones de dólares australianos (1’095.000 dólares estadounidenes), un incremento de más del 22% respecto al año pasado. Son los mismos precios que se pueden encontrar en los barrios mejores de ciudades como Sídney o Melbourne. Aunque la mansión de Thor y señora vale 20 millones de dólares, cifra considerada localmente como una ganga debido a sus características.

Publicidad

Nicole Kidman y su esposo, el músico Keith Urban, también tienen una casa en Byron Bay.

Pero también hay Byron Bay para los turistas comunes y silvestres que, según el portal Traveler.es pueden encontrar los siguientes atributos.

Publicidad

1. Atmósfera para el descanso. Mucha gente llega a este rincón costero en busca de un cambio de vida. Ya desde la carretera, en la entrada al pueblo, un inspirador cartel nos invita a cambiar el chip: Cheer up, slow down y chill out (Anímate, desacelera y relájate).

2. Comida orgánica. Los vegetarianos y veganos se sentirán en Disneylandia. Lo normal es hacer la compra en supermercados ecológicos o en el mercado semanal de granjeros y agricultores. Los restaurantes, quioscos y comedores lucen como apetecibles rincones para desayunar, por ejemplo, tostada de aguacate con queso feta, huevos pochados y tazones con fruta tropical decorados con flores, cereales en forma de granola e ingredientes que pueden variar, como mantequilla de cacahuete o frutos secos.

3. Para surfistas. Desde el amanecer, como si de un ritual se tratase, expertos y principiantes van a montar olas a las playas de Wategos, Tallow Beach o Broken Head. Los amantes de las olas solo encuentran competencia con otra actividad igual de popular: el yoga.

4. Incubadora para emprendedores. Marcas de moda como Spell Designs o Rove nacieron en este pequeño pueblo australiano y, desde allá, venden online a todo el mundo. “Yo trabajaba en España, en una multinacional del sector textil, y me pedí una excedencia para viajar. Este pueblecito fue una de mis paradas y enseguida me enamoré de este paraíso donde puedes ser tú mismo y apostar por tus sueños. Byron Bay ha sacado lo mejor de mí", dijo Carolin Materna a Traveler.es. Esta alemana es la creadora de Rove.

Publicidad

5. Centros musicales. Festivales como Splendour in the grass Music & Arts Festival, Falls Festival o Bluesfest satisface a los amantes de la música al aire libre, quienes llegan anualmente como peregrinos. Además, Byron Bay permite tocar en la calle, algo conocido como busking, por lo que cantautores o músicos crean una atmósfera mágica cada tarde, normalmente antes del atardecer. (M. P.)