Covito, un perro fiel, ha estado esperando por días y noches a que su dueño salga del hospital en donde fue internado, pero lamentablemente su humano falleció hace un mes debido al COVID-19, señala una publicación de Infobae.

Esta conmovedora escena se presenta en un hospital de Nuevo Laredo, la ciudad fronteriza más importante del estado de Tamaulipas, en México.

La triste historia ha llegado hasta las redes sociales, donde los cibernautas se han mostrado afectados por lo que ocurre con el can. Rápidamente se compartieron imágenes del animal fuera del centro de salud y el relato sobre su incansable espera.

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Los trabajadores del hospital empezaron a notar la presencia del perro, el cual les recuerda al popular Hachiko, que vivió algo similar en una estación del tren de Japón. El animalito pasó por años esperando a su dueño que ya había fallecido.

La presencia constante del can en el hospital llevó a los trabajadores a ponerle un nombre: Covito. No solo ganó un nuevo nombre sino también el cariño de los que visitan la zona con frecuencia.

Covito es dócil y permite que lo acaricien, por ello hay quienes incluso le llevan comida y se dan un tiempo para ofrecerle un poco de su cariño. Señalan también que siempre que ve a alguien saliendo del hospital corre emocionado a la puerta para ver si se trata de su dueño.

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El animalito no se aparta del lugar, duerme ahí mismo sobre un pedazo de cartón y una cobija que le donó el personal médico para que se proteja del frío.

Pese a que la razón por la que el can permanece en el lugar es realmente triste, quienes se han familiarizado con él se muestran alegres cuando se lo encuentran.

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Su historia ha recordado a la del famoso Hachiko de Japón (Foto: Facebook/Sin Frontera)

"A nosotros este perrito nos da mucha felicidad, siempre que nos ve nos acompaña del área COVID al Hospital General y se regresa, siempre nos encamina, y dan las 5 de la mañana y está parado en la Puerta COVID o en la puerta de Urgencia del hospital General”, dijo Dulce, intendente de dicha área.

El afecto por Covito es tal, que cuando las personas le toman fotografías porque creen que se trata de un perro callejero cualquiera, el guardia de seguridad explica la situación y pide que no llamen a la perrera.

En mayo pasado una historia similar ocurrió en Wuhan, China. Un perrito, al igual que Covito, esperaba en la entrada de un hospital de Hubei a su dueño, que también lamentablemente falleció debido al coronavirus. (E)

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