Antes de tener tiempo de hacer todo aquello que siempre se quiso hacer después de la vida laboral, hay que organizar algunas cosas, como asegurarse medios financieros para subsistir o elegir un sucesor en el trabajo. Por eso, a algunas personas ya las marea la sola idea de todo lo que tienen que preparar antes de la jubilación. "El estrés siempre surge cuando hay inseguridad e incertidumbre", observa Tim Hagemann, profesor de psicología laboral, organizacional y de salud de la Universidad de Ciencias Aplicadas de la Diaconía en Bielefeld, en Alemania.

Es importante contactar con tiempo a las oficinas públicas a cargo de la jubilación.

"Esto se puede cambiar tomando el toro por los cuernos", añade. En concreto, se trata de planificar y actuar. "Un primer paso puede ser buscar un archivador y empezar a hacer anotaciones", aconseja el psicólogo.

Una llamada, ayuda

"Planear con tiempo es muy recomendable", coincide la psicóloga e investigadora de gerontología Ursula Staudinger. "Dejar que ese momento de la vida se venga encima es mucho más difícil", advierte la rectora de la Universidad Técnica de Dresde.

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La experta agrega que es importante contactar con tiempo a las oficinas públicas a cargo de la jubilación y no a último momento. También puede ser de ayuda anotar en un calendario lo que hay que hacer o escribir incluso una lista de las cosas que hay que tener en cuenta en el transcurso de meses o años.

Pagar deudas antes de jubilarse es una de las recomendaciones.

Hagemann suguere a quienes notan estar preocupados que aborden el asunto de manera activa. Sobre todo porque, en su opinión, cuando uno se siente inseguro, tiende a poner a poner el foco más en los miedos que en las soluciones. "Damos vueltas y vueltas al asunto en la mente y nos preocupamos, por ejemplo por la jubilación, pero no tomamos el teléfono y llamamos a alguien que nos pueda asesorar", añade. En general, considera que la mayoría de las dudas se puede despejar con un llamado de apenas media hora.

Ursula Staudinger también aconseja a quienes están por jubilarse que busquen ayuda. Esta puede provenir, por ejemplo, del empleador, ya que muchos departamentos de personal apoyan en los trámites que hay que completar. También los municipios ofrecen asesoramiento y a veces hay incluso cursos para futuros jubilados.

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Nadie debería sentir estrés por temor a deprimirse durante la jubilación. "Es normal. Por más que a uno lo alegre la idea de jubilarse, se puede sentir cierto vacío", indica Tim Hagemann. "Es un gran cambio. Acostumbrarse lleva un par de meses y semanas", agrega, apuntando que incluso quien tenía grandes planes pierde las ganas.

Nuevos desafíos tras la jubilación

Por eso es bueno si también se abona el terreno en el ámbito social. Quienes tienen pasatiempos y cultivan intereses durante la vida laboral, probablemente tengan menos dificultades en la nueva etapa. Hagemann explica que también es importante fortalecer las relaciones a lo largo del tiempo. "Si no presto atención a mi familia durante diez o 15 años, después no puedo aparecer y decir: 'hola, aquí estoy'".

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Fortalecer siempre las relaciones familiares ayuda al proceso de jubilación.

Muchos sueñan con el periodo de la vida en el que tendrán más tiempo para hacer lo que siempre quisieron, pero luego no se les ocurre nada. El psicólogo cree que en este caso también pueden ser muy útiles los recordatorios previos. "Uno se puede ir anotando cosas que quiere hacer cuando tenga tiempo para hacerlas", dice.

Ursula Staudinger opina que, al cabo de determinado tiempo, lo mejor es armarse una estructura individual. "Se ha observado que si después de uno o dos años de haberse jubilado no se encuentra una actividad significativa que implique cierto compromiso, esto pesa sobre la salud", advierte.

Por eso, recuerda que los desafíos son importantes para mantenerse sano. "No deben ser demasiados porque en ese caso enferman. Pero si no se tiene ninguno, eso tampoco es saludable", concluye.