De acuerdo con los especialistas, hay distintos métodos para mejorar el aspecto de las cicatrices, aunque es imposible borrarlas del todo. A esto se suma que su tratamiento puede ser bastante caro: quien se decide a mejorarlas debería preguntar de antemano cuánto le saldrá para no tener sorpresas.

Antes de tomar una decisión hay que asesorarse con dermatólogos o médicos especializados en cirugía plástica y estética, ya que el tipo de procedimiento que se emplee dependerá del tipo de piel del paciente y el tipo de cicatriz.

Las cicatrices son un tejido de reemplazo que forma el cuerpo para cerrar heridas. Hay cicatrices engrosadas (hipertróficas), cicatrices hundidas (atróficas) y hay cicatrices con un tejido duro que va creciendo y puede sobrepasar los límites de la herida original (queloides). Cada una de ellas tiene un tratamiento distinto:

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- Terapia con láser: con este método, los dermatólogos pueden tratar de forma muy específica una cicatriz a través de heridas calculadas sin destruir tejido circundante. Los rayos láser generan muchos pequeños agujeros en la piel. Es casi como si el tejido de la cicatriz se evaporara. Después de ello, la piel produce nuevo colágeno, lo que hace que el tejido se estire y luzca más liso.

La terapia con láser es útil para tratar el aspecto de cicatrices de acné o de operaciones. La desventaja es que lleva tiempo. Por lo general, se necesitan varias sesiones. Cada sesión dura en promedio, dependiendo del tamaño de la cicatriz, de 15 a 45 minutos.

- Microneedling: para esta técnica se usa un aparato con agujas finitas que pinchan las cicatrices hasta 1.000 veces por minuto. De esta forma, se busca generar que la piel forme colágeno y elastina. Éstos hacen que la piel de la cicatriz se afirme y tense.

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Por lo general se necesitan tres sesiones de una hora cada una. El microneedling suele emplearse en el caso de cicatrices lisas o hundidas, aunque esta técnica es algo menos efectiva que la terapia de láser.

- Intervención quirúrgica: en el caso de cicatrices grandes también se puede eliminar la cicatriz y coser la herida nuevamente. Otra alternativa es hacer un injerto de piel. Para ello, el cirujano toma tejido graso de una zona del cuerpo que no esté expuesta y la cose por encima de la cicatriz. De acuerdo con los especialistas, la desventaja de esta técnica es que aparecen nuevas cicatrices.

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- Tratamiento con cortisona: en este procedimiento, un especialista inyecta con una delgada aguja de inyección cortisona en el tejido de la cicatriz. Esto evita inflamaciones y detiene el crecimiento de las células. El método se emplea especialmente en el caso de cicatrices engrosadas o en el caso de queloides.

Por lo general hace falta más de una sesión y hay que repetir las inyecciones varias veces. Entra cada una suele haber un intervalo de tres a cuatro semanas. El método no sólo es doloroso, sino que puede generar alteraciones en la pigmentación en el caso de pieles muy delgadas.

- Pulido: este procedimiento se llama dermoabrasión y permite eliminar los bultos de los queloides o los bordes de las cicatrices de acné con un cabezal pulidor que rota. Dado que es doloroso, se emplea anestesia general. Muchas veces se necesita seguir un tratamiento posterior para evitar que se formen cicatrices nuevamente.

¿Cuánto cuestan los tratamientos?
Es difícil establecer el costo de forma general, ya que cada caso es distinto. Depende del tamaño de la cicatriz y de si son una o varias. La suma final dependerá de la cantidad de sesiones. Por lo general, por tratarse de un tratamiento estético, hay que pagarlo de forma particular, salvo que la cicatriz impida el funcionamiento normal del cuerpo. En el caso de las cicatrices por quemaduras, por ejemplo, pueden hacer que no se pueda mover bien un brazo. Estos casos suelen estar contemplados por muchos seguros de salud.

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En algunos países, otros aspectos a tener en cuenta son si la cicatriz es visible -si está en la cara- o si está oculta por la vestimenta. Para que el seguro de salud cubra el tratamiento, debe haber un perjuicio, como por ejemplo que se vea mucho y genere en los demás reacciones como curiosidad o afectación. Es decir, que la situación haga que la persona afectada se sienta permanentemente observada y por eso mismo se retraiga y lleve una vida social reducida. Si se quita la cicatriz por motivos psicológicos, el seguro de salud paga la psicoterapia, pero no el tratamiento.