El Año Nuevo se acerca y antes de voltear la página hay quienes hacen un análisis de sus objetivos, encuentran un momento para evaluar qué hicieron bien o mal durante el año que termina y cuántos objetivos consiguieron o no cumplir.

Pero con el nuevo año también vienen las nuevas oportunidades. El anhelo de concretar proyectos, la esperanza de poder realizar esas metas que quedaron pendientes, se replantean las ideas y se hacen nuevos propósitos para conseguir lo que deseamos.

Por ejemplo; los que están pasaditos de peso, deciden cambiar sus hábitos alimenticios, ya sea por estética o por salud, quienes aplazaron sus estudios, de pronto quieren retomar la carrera universitaria, empezar un negocio, o simplemente han decidido que es el momento de comprar una casa o carro, en fin.

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Lo cierto es que en cuestión de metas cada uno tiene la decisión y plantearse propósitos para el Año Nuevo es importante, siempre y cuando seas una persona ordenada y mantengas hábitos operativos buenos que te hagan una persona virtuosa y no viciosa. Esto señala la Máster en Terapia Familiar, Ruth Zambrano, quien está de acuerdo en los propósitos, pero que todo tiene un orden.

Ella dice que se pueden hacer propósitos mentales e internos. "Evaluar cómo va tu relación familiar, cómo vas en el trabajo, si eres soltero o casado, cómo te relacionas con tu entorno, todo eso es importante conocer", señala Zambrano.

Pero también aconseja hablar con otra persona cuando queremos hacer una valoración personal o quizás con un especialista, porque los seres humanos no tendemos a ser muy objetivos con nuestro propio comportamiento, entonces tener a alguien que pueda hablar sobre nuestros defectos y virtudes de una manera clara evitará, incluso, que existan daños emocionales, como cuando no nos perdonamos errores o solo destacamos lo negativo de nuestra personalidad, aclara la psicóloga.

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Conversar con alguien cercano y de una manera objetiva ayuda a ver qué es lo se puede lograr en el 2020, para ver por qué no has podido cumplir con tus objetivos y metas, expresa Zambrano.

"Es importante evaluar con objetividad en qué debes mejorar. Si es el manejo de la ira o el rencor de forma general. En lo espiritual, para los que son creyentes, evualar la relación con Dios y orar por ello", menciona.

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Ruth añade que sí sirve hacer propósitos para Año Nuevo, pero siempre y cuando seas una persona planificada y ordenada para cumplir tus objetivos y que la calve está en realizar hábitos operativos buenos, es decir, todos aquellos que se consiguen siendo constantes y coherentes, los hábitos repetitivos, que tienen que ver con la disciplina, el aseo y que fomentan la responsabilidad.

De esta manera todo lo que nos propongamos lo podremos conseguir. Siempre es bueno revisar en qué debemos mejorar, pero no ser tan duros en la autoevaluación. Ser conscientes de cuáles son las metas a corto y largo plazo que se pueden realizar, también evitará frustraciones. Recordemos que no somos máquinas y que hay que ser constantes y perseverantes, pero también realistas y mantener una actitud positiva, hasta en las malas experiencias, pues porque hasta de ellas, también aprendemos. (I)