Charlize Theron sabía que no sería fácil hacer Bombshell (El escándalo), una película sobre el acoso sexual en Fox News. Después de todo, ese es un tema sensible en lo que a trama se refiere. Aun así, Theron no esperaba que dos semanas antes de comenzar a rodar la película, con las célebres Nicole Kidman y Margot Robbie listas para protagonizarla junto con ella, Bombshell estuviera cerca de derrumbarse. “Sentí que nos dirigíamos a toda velocidad hacia una situación riesgosa, y luego, de repente, el piso se derrumbaba bajo nuestros pies”, comentó Theron.

Al ser parte de los productores, había mantenido el presupuesto apegado a la austera cifra de 35 millones de dólares, pero aun así Annapurna Pictures abandonó el proyecto de Bombshell el otoño pasado, unos meses antes de que la compañía lanzara su costosa comedia política Vice, protagonizada por Christian Bale. “Es difícil enterarte de que tu financiador quiere retirarse”, dijo Theron, “en especial cuando se trata de casi la mitad del costo de una producción que ya han hecho pero con un hombre como protagonista”.

Aunque Theron se puso en acción para garantizar un financiamiento de último minuto y un nuevo distribuidor, seguía luchando con dudas internas acerca de adoptar el personaje de Megyn Kelly, la dura presentadora de Fox News cuyas acusaciones contra el director ejecutivo del canal, Roger Ailes, ayudaron a destituirlo en 2016. Kelly sigue siendo una figura controvertida tanto con la derecha como con la izquierda, e interpretarla le exigiría el mismo tipo de transformación física cargada de maquillaje de efectos especiales a la que se sometió Theron para Aileen Wuornos, el personaje de Monster que la hizo ganar un Óscar.

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Pero vamos, estamos hablando de Charlize Theron. ¿De verdad esperas que la mujer detrás de Imperator Furiosa se acobarde ante un desafío? “A menos de que sea algo que realmente me vaya a asustar (como estar de pie en una cornisa y que si caigo sea una imagen brutal y nada bonita) de verdad ya no quiero hacerlo”, me dijo el mes pasado en West Hollywood.

A continuación, presentamos fragmentos editados de la conversación.

Cuando les dijiste a tus amistades que interpretarías a Megyn Kelly, ¿cómo reaccionaron?
Fue muy extraño, en definitiva. Sentí que la manera en que mucha gente la juzga recaía un poco sobre mí. Pero después de cuatro semanas de rodaje, yo seguía tratando de dilucidar quién era ella como persona, y no fue sino hasta que de verdad me enfoqué en ese año y medio de la historia que pude defenderla de verdad.

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La película camina sobre hielo delgado: Megyn es empática en lo que respecta al acoso sexual, pero Bombshell sigue incluyendo algunos de sus momentos más controvertidos, como cuando se hizo famosa su declaración al aire de que Santa Claus no podía ser negro.
Hay algunas cosas que dijo con las que definitivamente he tenido problemas, pero eso no invalida cómo me siento respecto a su lucha. Evitar todo eso para obtener un rango emocional de su carácter, sencillamente no quería hacer eso. Por cierto, si la película tratara de mí (espero que nadie haga una jamás), estaría llena de errores e imperfecciones y no me gustaría que nadie eliminara esa parte. De verdad pienso que lo que ella y otras mujeres soportaron fue terrible, aunque trabajen para una cadena con la que tengo problemas.

Imagino que, como madre de dos niños afroamericanos, no disfrutaste recrear el episodio de “Santa es blanco”.
(Enfáticamente) ¡Gracias! Sí, fue muy duro para mí.

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Para interpretar a Megyn contrataste al artista de maquillaje ganador de un Óscar Kazu Hiro, quien transformó a Gary Oldman en Winston Churchill. ¿Qué más implicó ponerte en sus zapatos?
Si no hubiera tenido a Kazu, esto jamás habría ocurrido, pero hace poco vi (archivos en video de) un detrás de cámaras, y de verdad fue muy poco atractivo porque llevo el maquillaje, pero no estoy en el personaje. No hacía este gesto que hace Megyn al llegar a una habitación, el cual creo que es producto de muchos años de tener que demostrarse a sí misma de lo que es capaz.

Charlize Theron en el papel de Megyn Kelly en 'Bombshell'

¿Qué es lo que hace al entrar en una habitación?
Entra con la barbilla en alto, mientras tiene esta pose muy estática y quieta que nada puede penetrar. Es como si dijera: “No dejaré que interpretes mi lenguaje corporal”. Aun cuando comparte historias emocionales, se protege a sí misma en todo momento, pero yo creo firmemente en que la conducta fuerte de los personajes proviene de una necesidad emocional.
Por ejemplo, con Aileen Wuornos, sus ojos siempre estaban muy abiertos y su quijada siempre estaba muy apretada, así que después de hacerlo durante la primera semana de rodaje, parecía solo una loca hasta que me di cuenta de que esa conducta era producto de su estatura (1,57 metros) y de haber sido indigente desde los 13 años. Es obvio que actuarías así porque estarías tratando de decirle al otro: “No te metas conmigo. Soy más grande de lo que crees”.

¿Entonces cuál crees que era la necesidad emocional de Megyn en la historia?
Durante ese año y medio se enfrentó a un gran dilema moral: Roger le caía muy bien y siente que es responsable por su carrera y del puesto hasta el que llegó. También es una mujer motivada que no quiere que la definan con base en acusaciones por acoso sexual, y por desgracia es una realidad para muchas mujeres que no quieren que el mundo las mire como una víctima. Incluso un año o dos después de esa experiencia, vi a Megan ofrecer discursos en foros de mujeres y habló de una manera muy protectora al respecto. Sus argumentos tienen un nivel aún más alto y ella adopta un tono más jurídico y periodístico.

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¿Para que no la retraten como víctima?
Sí. Creo que es así como lidia con su dolor. Quizá lo hace distinto en privado… no estoy segura, pero fue difícil para nosotros porque cuando haces una película quieres tener esos momentos en los que puedes desarmar un personaje y dejarlo al desnudo, y no hubo nada que me aportara más pruebas de que eso era lo que debía hacer con ella.

Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie en 'Bombshell'.

Bombshell es una película sobre mujeres, pero algunos espectadores podrían sorprenderse de que fue escrita por un hombre (Charles Randolph) y dirigida por otro (Jay Roach).
Bueno, la respuesta más sencilla que se me ocurre es que una mujer no decidió contar la historia. Si se tratara de un artículo que adquirí para mi empresa productora, creo que mi primera reacción instintiva sería buscar a una mujer, pero yo no elegí al escritor. El escritor eligió la historia e hizo todo el trabajo por su cuenta.

No obstante, este es un gran ejemplo de cómo no debemos separar estas historias para que un sexo en particular pueda contarlas. Quiero ver mayores oportunidades para mujeres escritoras y cineastas, pero también creo que es un error aislar por completo a los hombres de ese proceso. Cuando encuentras al hombre correcto para contar esa historia, hay un gran valor en ello.

Mira, siempre debemos cuestionarnos estos temas, y yo estoy totalmente abierta a la conversación al respecto, pero si tuviera que hacerlo de nuevo, haría exactamente lo mismo. Los hombres de mi vida son increíblemente compasivos y hacen preguntas acerca de ciertos temas de una forma que me parece inspiradora. ¿Por qué eliminaría ese interés?

(E)