Reimaginar la forma de apreciar las grandes obras de la historia, cambiar el rol del simple observador o visitante y extraer el arte de sus marcos y urnas de vidrio para ampliarlo a lienzos casi infinitos son algunos de los objetivos que ha conseguido, y con gran éxito, el Atelier des lumières, en París.

El taller de las luces (su nombre en español) es un proyecto desarrollado por Culturespaces, una fundación que se encarga de la gestión y promoción de monumentos, museos y centros de arte, y que desde 2012, se ha convertido en una de las organizaciones pioneras en la creación de centros de arte digital y exposiciones digitales inmersivas.

El espacio, que podría ser considerado como una galería artística no convencional, se ubica dentro de un edificio industrial renovado (una antigua fundidora de hierro), que ha sido equipado con pantallas envolventes que cobran vida gracias a 140 proyectores y un equipo de audio especializado. Así, las imágenes logran extenderse desde el piso hasta los 10 metros de altura, colocando al espectador en el corazón de las obras de arte.

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“La gente no aprende sobre cultura como lo hizo en el pasado. Las prácticas están evolucionando y la oferta cultural debe estar en sintonía con ellas. El matrimonio entre el arte y la tecnología digital es, en mi opinión, el futuro de la difusión del arte entre las próximas generaciones, ya que es capaz de llegar a un público más joven y más amplio que el de los museos tradicionales”, dijo Bruno Monnier, presidente de Culturespaces.

Además resaltó la diferencia entre esta exhibición y el trabajo de TeamLab en Tokio, quienes desarrollaron una muestra muy similar en cuanto a tecnología titulada Borderless. “Ellos se centran en la interacción con los visitantes y lo nuestro es un viaje al arte universal. Combinamos arte clásico y arte digital para llegar a más público”, precisó.

 

 

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El Atelier des lumières se inauguró en abril de 2018 con una muestra del periodo dorado del pintor austriaco Gustave Klimt. Hoy, el espacio se centra en la trayectoria y los trabajos del postimpresionista Vincent van Gogh.

Las obras del artista se alzan en la sección de la galería llamada La Halle, la cual fue diseñada para acoger una exhibición de larga duración, dedicada a grandes figuras de la historia del arte. “Esta nueva creación visual y sonora recorre la intensa vida del artista atormentado que pintó durante los últimos diez años de su vida más de 2000 pinturas, hoy dispersas por todo el mundo”, detalla el sitio oficial de la exposición de Van Gogh.

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“Revela las pinceladas poderosas y expresivas del pintor holandés y está iluminada por los colores atrevidos de sus lienzos sin paralelo. La exposición inmersiva evoca el mundo interior desmedido, caótico y poético de Van Gogh y enfatiza un diálogo entre la sombra y la luz”.

Todos las obras se proyectan junto a comentarios de la pieza y se especifica en qué museo se encuentra la original. “Esta creación visual y musical resalta la riqueza cromática, así como el poder del dibujo y la fuerza de las incrustaciones del artista”.

Una segunda sección del taller, Le Studio, está reservado para albergar el trabajo de artistas audiovisuales emergentes y que quienes lo visiten puedan conocer y familiarizarse con sus nuevas propuestas.

Japón y Van Gogh

Para agregar algo de variedad, entre las proyecciones de Van Gogh, se presenta un programa corto dedicado al universo japonés y su vinculación con el artista. La muestra Japon Rêvé: images du monde flottant es un viaje al Japón del imaginario común, el de las geishas, ​​los samuráis y los espíritus, un viaje contemplativo y de audio al entorno de los maestros de las impresiones japonesas, las cuales comenzaron a circular en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, con motivo de la apertura del comercio entre Occidente y Japón.

Es una producción de Danny Rose Studio que destaca la fascinación de Van Gogh por Japón: en París, estudia y compra grabados japoneses al vendedor de arte Siegfried Bing, la cultura del sol naciente influye en sus obras por la composición, el uso de la línea y el color.

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El futuro del arte

En lugar de representar una amenaza para los museos que exhiben las obras de arte originales, sus creadores afirman que estas experiencias multimedia están pensadas como complementarias y están dirigidas a un público más amplio. “Es un espectáculo hecho a medida. Hemos desarrollado todo el contenido visual teniendo en cuenta que coincida perfectamente con el espacio dentro de la antigua fundición donde se alza el Atelier. Usamos los últimos equipos: proyectores láser de alta potencia, interconectados por fibra óptica a una batería de computadoras y un sistema de sonido especializado de muy alta calidad. Todo está orquestado por un nuevo sistema de administración de software”.

“Trabajamos con bases de datos de imágenes o directamente con museos e instituciones a las que pagamos tarifas de uso”.

Desde su apertura, el Taller de las luces ha recibido más de 1.2 millones de visitantes. La exposición de Van Gogh podrá apreciarse hasta finales de 2019.

Más: atelier-lumieres.com