Un estudio de más de 300.000 personas en Dinamarca, presentado en el Congreso Europeo de Obesidad de este año en Glasgow (Escocia), revela que los niños más pesados y más altos tienen más riesgo que sus compañeros de tamaño promedio de desarrollar carcinoma de células renales (RCC, por sus siglas en inglés) en la edad adulta.

El RCC es la forma más común de cáncer de riñón en adultos. Aunque a menudo ocurre en hombres entre las edades de 50 y 70 años, el cáncer se puede diagnosticar durante la edad adulta. Los expertos médicos no saben las causas exactas de RCC.

"Sabemos que el sobrepeso en la edad adulta está vinculado con mayor riesgo de RCC. También sabemos que los cánceres tardan muchos años en desarrollarse. Por lo tanto, tenemos una teoría de que el sobrepeso en la infancia aumentaría el riesgo de RCC más adelante en la vida", explica la autora principal, Britt Wang Jensen, del Centro de Investigación Clínica y Prevención del Hospital Bispebjerg y Frederiksberg, en Copenhague, Dinamarca.

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Para descubrir las relaciones entre el tamaño corporal de la infancia y el riesgo de RCC en la edad adulta, Jensen y sus colegas utilizaron datos del Registro de Datos Salud Escolar de Copenhague (CSHRR, por sus siglas en inglés). El CSHRR es una base de datos electrónica de información de exámenes de salud con datos de 372.636 niños nacidos en Copenhague en los años 1930 a 1989 (y de 30 a 89 años en la actualidad). Contiene mediciones en serie de la altura y el peso, así como el peso al nacer desde 1942 en adelante, aportados por los padres.

En su estudio, los científicos incluyeron a 301.422 individuos (152.573 hombres) de CSHRR, nacidos desde 1930 hasta 1985. Se midieron los pesos y las alturas en los exámenes anuales de salud escolar a las edades de 7-13 años, y se utilizó el índice de masa corporal (IMC) para clasificar a los niños como peso normal o sobrepeso, según los valores de corte específicos para la edad y el sexo sugerido por el Grupo de Trabajo Internacional de Obesidad. Se identificaron los casos de RCC mediante vínculos con el registro danés de cáncer.

Para analizar los datos, los investigadores utilizaron una técnica estadística conocida como regresión de riesgos proporcionales de Cox. El procedimiento relaciona varios factores o exposiciones, que se consideran simultáneamente, para medir el riesgo de un resultado, en este caso, el riesgo de desarrollar CCR.

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Asociaciones significativas entre IMC y estatura con riesgo de cáncer

Durante una mediana de 32 años de observación, 1.010 individuos (680 hombres) fueron diagnosticados con RCC. Entre hombres y mujeres, se observaron asociaciones significativas y positivas entre el IMC y la estatura infantil, respectivamente, y el riesgo de RCC. Al comparar dos niños de 13 años con una diferencia de puntuación z en el IMC (equivalente a 5,9 kilogramos para los niños y 6,8 kilogramos para las niñas), pero con una altura similar, el niño o la niña más pesado tuvo, en cada caso, un 14 por ciento más de riesgo de RCC que el niño más delgado.

Para la altura, una diferencia de una puntuación Z en dos niños de 13 años (equivalente a 8 centímetros para niños y 6,9 centímetros para niñas) se relacionó con un 12 por ciento más de riesgo de RCC más adelante en la vida para el niño o la niña más alto.

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En comparación con los niños con un peso normal a los 7 y 13 años, los niños con sobrepeso en ambas edades no tenían mayores riesgos de RCC, mientras que los niños con peso normal a los 7 años y con sobrepeso a los 13 años presentaban un 67 por ciento más de riesgo de desarrollar este cáncer.

En comparación con los niños con una altura promedio a los 7 y 13 años, los niños que obtuvieron una puntuación Z de 0,5 más alta que el promedio a los 7 años (equivalente a 2,6 cm para niños y niñas) y siguen siendo más altos que el promedio hasta los 13 años presentan un 6 por ciento más de riesgo de RCC.

Los niños que crecieron desde una estatura promedio a una altura superior a la media (el cambio de 0,5 puntos z equivale a un crecimiento adicional en estatura de 4 cm para los niños y 3,5 cm para las niñas) tuvieron un 8 por ciento más de riesgo de RCC.

Los autores dicen: "Hemos encontrado en otros estudios que la altura infantil se asocia positivamente con varias formas de cáncer. Por lo tanto, esperamos que los niños altos tengan mayor riesgo de RCC que los niños de tamaño promedio. Nuestros hallazgos de que los niños más pesados y más altos tienen mayores riesgos de RCC abren las puertas a nuevas formas de explorar las causas del cáncer de riñón". (I)

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