Pregunta: Tengo un hijo de 27 años. Él no se crió conmigo, soy su padre. Su mamá pasó buenos años en EE.UU. Ella retornó con él hace 10 años, cuando mi hijo ya era un adolescente, y no se pudo formar en un hogar. Hoy tengo mi pareja y ella, en cambio, nunca se hizo de un compromiso. Debo mencionar que a sus 60 años es una mujer hermosa con figura envidiable. Hoy mi hijo ya es un hombre con trabajo y una novia muy atractiva. El caso es que en su adultez duerme con su mamá, aunque él tiene su dormitorio. Hay noches que utiliza su habitación, pero a medianoche busca el calor de la cama de su madre. Ahora, yo mantengo una buena relación de amistad con ella, muy respetuosa. En el convivir diario he conocido que ella duerme y transita por el departamento solo en interior y anda en topless. Hemos dialogado que aquello no está bien, ella me manifiesta lo contrario. Por muchas ocasiones he salido con mi hijo, topando varios temas. Le veo cierta inmadurez, lo quiero ayudar, hasta me he percatado que él todavía se mantiene virgen.

Anónimo

Respuesta: Apreciado lector, es muy importante su decisión de consultar sobre la situación que afecta a varias personas de su entorno afectivo. Lamentablemente tendré que expresarme sin tapujos, con cierta crudeza, pero con respeto y consideración. Su hijo nunca tuvo un sólido hogar nuclear, por la carencia de su presencia como padre y esposo, así como la inexistencia de hermanos/as. Existió una relación donde exclusivamente existían madre e hijo o hijo y madre, los dos se tenían el uno para el otro (y viceversa) residentes en un país diferente, con un idioma que no es el propio , con una cultura que no era la de crianza, indudablemente su enraizamiento se efectuó de una manera más compleja, muy posiblemente con una idealización entre los dos, su hijo no tuvo una figura paterna cercana de quien aprender e identificarse en ningún momento de su vida porque usted jamás vivió a su lado. Usted no pudo desempeñar su rol paterno, mientras que la madre de su hijo se constituyó en todo para él, asumiendo un multirrol en el cual no deja de existir un papel y accionar desnaturalizado e inapropiado donde su hijo no puede dejar de compartir las noches con su madre y esta no cesa de transitar desnuda o semidesnuda por su residencia, existe una serie de roles: el de hijo y madre que no se cumplen con racionalidad, por el contrario se desfiguran, es altamente probable que ella (incluso como usted, nos indica no tuvo nunca ninguna pareja después de usted) lo perciba a él como a un compañero, no solo como a un hijo. Y que él la vea a su madre idealmente como un ser que se constituye en roles múltiples, aunque no saludables en su psicosexualidad. Es favorable que él tenga una novia, lo cual nos da luces de poder asumir una importante mejoría futura, recuperación y estabilización en su conciencia y accionar psico/social/sexual. Para que esto se concrete se necesita una activación profesional, especializada y ética que les permita superar dicho trastorno arraigado. Recuerde que todo proceso que no se efectúa no tendrá un buen resultado: no demore en aplicar valiente y paternalmente su decisión.

Publicidad

Dr. Eduardo Santillán Ph.D. Neuropsiquiatra, Psicopatólogo clínico y Neuropsicólogo clínico.