Tratándose de una nota del New York Times, no es nada raro que el primer enfoque sobre las bibliotecas para nuestros tiempos comience en Finlandia donde las facilidades tecnológicas se integran a estructuras arquitectónicas que parecen salidas de Blade Runner.

Pero el objetivo central siempre es el mismo: estos inmensos depositarios de la cultura nunca deben convertirse en cementerios, porque la sabiduría que se encuentra en ellas nunca pierde vigencia. Para esto es necesario hacer vivir las estructuras con nuevos ambientes donde la apertura a la diversidad (no solo de la oferta, sino del público) es un requerimiento vital.

Así nos vamos al ejemplar enfoque del circuito de bibliotecas colombianas y su irrupción en áreas marginales. Todo eso también se liga a actividades artísticas relacionadas con la escritura: talleres, conferencias, teatro, artes visuales.