La sorpresa mayúscula es donde habitan ellas. Las niñeras ‘actualizadas’ de nuestra era son las de los hogares de Sillicon Valley, el imperio donde habitan las marcas digitales que revolucionaron el mundo. En el reportaje del New York Times conocemos el objetivo central de estas muy bien pagadas empleadas domésticas: impedir que los niños se acerquen a las pantallas de televisión, celulares, tabletas o ‘compus’. La alerta roja es obvia. Hay que alejar a los niños de los artefactos y sus pantallas de una manera radical. La verdadera educación involucra el elemental contacto con otros seres y la diversidad de juegos y actividades que deben realizar, siempre juntos, como objetivo crucial de su desarrollo humano. “Ahora los padres están mucho más conscientes de la tecnología que ponen al alcance de sus hijos. Pasó de “que no lo vea mucho” a “que no lo vea para nada”. (O)