He leído mensajes que las personas dejan en las redes sociales pidiendo trabajo y sinceramente me pregunto si piensan que así lo van a conseguir. Cosas como “eskkk yo kisiera trabajar con ustedes” dan inicio a una conversación en la que el interesado busca a toda costa que se lo contrate para realizar “cualkier cosa n la mpreza”. Otra joven publica en un muro “me intereza trabajar con usTdes donde djo mi curriculo”. Otro, más concreto, solo pone un “kiero trbajo”. Queda claro que el desempleo está latente, pero también se hace evidente el poco sentido común que tenemos los usuarios de las redes al momento de pretender que el otro nos tome en serio.

Si esa es la forma como nos comunicamos por escrito con personas de nuestra confianza, no hay discusión, pues son círculos cerrados en los que las partes llegan a un acuerdo tácito. Pero si las personas están buscando generar credibilidad, entablar una relación profesional, encontrar trabajo, y su primera o incluso única forma de comunicarse es la escrita, ésta debe ser impecable.

Por alguna extraña razón, todos estamos expuestos a caer en la tentación de escribir de forma incorrecta en estos nuevos medios, muchas veces cambiando las tildes de su lugar (dicen que es culpa del auto corrector), comiéndonos algún signo de interrogación (dicen que si en inglés se escribe así, por qué no en español), multiplicando indefinidamente los signos de exclamación (dicen que es para enfatizar más la exclamación) o haciendo más suspensivos los puntos suspensivos (dicen que es para dejar más en suspenso el asunto).

Por otro lado, la inmediatez que nos evoca la comunicación a través de las redes sociales, nos da el permiso de saltarnos letras, reemplazarlas por emoticones y abreviar palabras de cualquier forma. Ya no se respetan ni siquiera las abreviaturas convencionales, sino que se crean nuevas que van surgiendo en el andar o que copiamos de las nuevas generaciones que curiosamente andan más apuradas que nosotros.

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Si esa es la forma como nos comunicamos por escrito con personas de nuestra confianza, no hay discusión, pues son círculos cerrados en los que las partes llegan a un acuerdo tácito. Pero si las personas están buscando generar credibilidad, entablar una relación profesional, encontrar trabajo, y su primera o incluso única forma de comunicarse es la escrita, ésta debe ser impecable.

Imaginemos que poner un “Ola” para empezar la conversación con la empresa donde buscamos trabajo, es como ir sin un zapato a la entrevista personal. ¿Iríamos sin un zapato a la entrevista? Por supuesto que no. Pero imaginemos que cuando estamos dejando la H a un lado, estamos quitándonos un zapato. Ahora imaginemos que cuando decimos “kiero trabajar con ustedes”, estamos yendo a la entrevista con un garabato que nos cubre toda la cara. ¿Iríamos ante un jefe de personal con un garabato en la cara? Obvio no. Pero solo imaginemos. El ejercicio de imaginar nos sirve para reflexionar que algo que hacemos virtualmente y que aparentemente no tiene mucho valor, en el plano material sí lo tiene.

Dejar a un lado los modismos y los “comodismos” es vital para mejorar. Si buscamos trabajo, pareja, hacer negocio, es porque estamos buscando estar un peldaño más arriba, estamos buscando mejorar. Por ello, es mi deseo para todo el que me lee que nuestro sentido común funcione a nuestro favor y nos ayude a cumplir nuestras metas con éxito. (O)

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