El beneficio de la vitamina D más conocido mundialmente es que ayuda al fortalecimiento de los huesos pero en los últimos años, estudios complementarios han demostrado que posee muchas más virtudes.

Según un artículo publicado en la revista Vogue, la vitamina D ha sido objeto de numerosas investigaciones por sus beneficios para la salud en una plétora de afecciones, incluida la diabetes tipo 2, la presión arterial alta, enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple, infecciones del tracto respiratorio superior, depresión, complicaciones del embarazo, por nombrar solo unas pocas. Es decir: hay muy pocas áreas del cuerpo donde no alcancen sus bondades.

Cuando el cuerpo absorbe vitamina D, la metaboliza a través de una hormona con receptores específicos para la vitamina del sol, presentes prácticamente en cada célula del cuerpo. El organismo es capaz de generar hasta un 90% de la vitamina D a partir de la fuente más natural que existe: la luz del sol. El caso es que conseguir un aporte suficiente de vitamina D a través de los alimentos es un poco más complicado. Los alimentos que poseen un contenido considerable son el pescado azul (salmón, sobre todo), la yema de huevo, los hongos y alimentos enriquecidos como la leche. (F)