Estos artistas solo necesitaron una década de trabajo para destacar en el panorama artístico de sus siglos y para convertirse en una inspiración para las nuevas generaciones. Hoy, su obra puede ser apreciada con una sola visita a la Fundación Louis Vuitton en París, Francia, hasta el 14 de enero de 2019.

De acuerdo con los organizadores, la necesidad indispensable de presencia del arte en el transcurso de sus vidas es uno de los elementos que enlazan el trabajo del norteamericano Jean-Michel Basquiat (1960-1988) y del austriaco Egon Schiele (1890-1918).

La Fundación Louis Vuitton  alberga cientos de creaciones de Schiele, entre ellos sus dibujos que enfatizan la construcción anatómica humana.

“A través de la permanencia de las representaciones, estos dos artistas excepcionalmente intensos traducen de manera deslumbrante e irreductible una angustia profunda y muy encarnada, por medio de una línea particularmente llamativa”, comentó la curadora francesa Suzanne Pagé.

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La Viena de 1900 vista por Schiele y la década de los ochenta en Nueva York que inspiró a Basquiat se manifiestan con la misma fuerza e intensidad que caracterizó a estos creadores.

“Con Schiele, una línea distorsionada y torturada genera preguntas preocupantes y se atreve a expresar una sexualidad cruda por medio de la introspección implacable y la dura mirada que entrena sobre sí mismo y sobre sus modelos, con quienes se identificó. La premonición de la tragedia está en todas partes. Con Basquiat, una línea infundida con ímpetu juvenil y transmitida por una rabia real pretende imponer la presencia de la figura negra, luego de que el artista notara su dolorosa ausencia en el mundo del arte y particularmente en los museos”.

Egon Schiele

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A partir de 1911, en un aislamiento relativo, se concentró en su propio trabajo, que es fascinante por la distorsión de los cuerpos que representa, la introspección, la expresión frontal del deseo y el sentimiento trágico de la vida.

Antes de ser golpeado por la influenza española en 1918, el artista había creado unas trescientas pinturas y varios miles de dibujos en solo diez años.

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La muestra junta 120 obras del artista, entre dibujos, pinturas y acuarelas, en más de 200 metros cuadrados. Están organizadas cronológicamente a través de cuatro habitaciones, siguiendo el concepto lineal y su desarrollo en el trabajo del artista. “Muy pocos artistas se han acercado a la línea y al dibujo con el mismo virtuosismo e intensidad que Schiele. Al evolucionar desde la línea ornamental hacia la línea expresionista, combinada, en tres dimensiones, fragmentada y amputada, permitió una experiencia divisoria y disonante límite de la línea como un signo de la existencia humana”, explicó el historiador de arte Dieter Buchhart.

Jean-Michel Basquiat

Luego de dejar la secundaria instaló su primer estudio en las calles de Nueva York y produjo más de mil pinturas y aún más dibujos hasta el momento en que su vida y su prolífica obra fue interrumpida por una sobredosis.

Autorretratos de Jean-Michel Basquiat y Egon Schiele.

 

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La exposición se extiende sobre casi 2.500 m2. Está organizado cronológicamente, pero también por grupos de trabajos que definen temas e invitan a las comparaciones.

De acuerdo con Dieter Buchhart, la exposición sigue su trabajo, desde los primeros dibujos y obras monumentales hasta los grabados, collages y ensamblajes posteriores, y aclara su inimitable toque, el uso de palabras, frases y enumeraciones, y su recurso a la poesía concreta del hip hop. “A la imagen del hombre afroamericano amenazado por el racismo, la exclusión, la opresión y el capitalismo, se opuso a los guerreros y héroes”.