Una corte de apelaciones francesa decidió este lunes que el pequeño Fañch, diminutivo de François en bretón, puede conservar la letra 'ñ' en su nombre, estimando que la virgulilla aparece en el diccionario de la Academia francesa.

Después del nacimiento de Fañch, el 11 de mayo de 2017, un empleado del registro civil de Quimper (oeste) se negó a aceptar la ortografía bretona del nombre, antes de que la teniente de alcalde de la localidad, Isabelle Le Bal, diera su visto bueno a la virgulilla.

La fiscalía decidió entonces llevar el caso ante un tribunal al considerar que no se respetaba la lengua francesa.

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En un primer veredicto el 13 de septiembre de 2017, un tribunal dictaminó que autorizar la eñe significaría "romper la voluntad de nuestro Estado de derecho de mantener la unidad del país y la igualdad sin distinción de origen", recurriendo, entre otras cosas, a una ley del 20 de julio de 1794, durante la Revolución Francesa, que establecía el francés como único idioma de la administración.

Pero la corte de Apelaciones de Rennes (oeste), que emitió este lunes una decisión tras una audiencia celebrada el pasado 8 de octubre, señaló que la virgulilla "no es desconocida de la lengua francesa" y figura en varios diccionarios.

El tribunal añadió que el nombre Fañch, con la tilde, ya había sido aceptado antes por el fiscal de Rennes en 2002 y por el funcionario del registro civil de París en 2009. (I)