Parecía una extravagancia la exposición de una noche del artista ambateño David Moscoso. Pero una vez que estábamos en el primer piso de la Casa Julián en el Parque Histórico, entramos a lo que el tituló ‘Óptika poétika’: la primera exhibición en Guayaquil de un creador de 38 años que ha concentrado su creación visual al paisajismo y que en la muestra revela nuevas formas de diversificar su proceso estético. El reportaje de Diana León (pág. 28) nos lo revela como uno de  esos ‘afuereños’ del ambiente artístico contemporáneo, capturando la naturaleza en la misma tradición de grandes maestros de otras épocas. Gracias a la galerista Madeleine Hollaender, esta velada única con Moscoso se justifica: “Así son los buenos momentos de la vida, cortos y fugaces, haciendo alusión a lo efímero del ser humano ante la presencia de la naturaleza, que siempre existirá”.
18.11.18