Científicos estadounidenses han reclutado a una curiosa aliada en sus esfuerzos por desarrollar un tratamiento para la gripe: la llama.

La sangre de este animal sudamericano ha sido utilizada para producir una nueva terapia con anticuerpos que tiene el potencial de combatir todos los tipos de gripe, incluso las pandemias.

La gripe es una de las enfermedades más hábiles a la hora de cambiar de forma, y constantemente muta su apariencia para evadir a nuestro sistema inmunitario, lo que explica por qué las vacunas no siempre son efectivas y cada invierno se necesite una nueva inyección para prevenirla.

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Por eso la ciencia está a la caza de una forma de acabar con todos los tipos de gripe, sin importar de qué cepa provenga o cuánto mute.

Y ahí es donde entra la llama, más conocida por su lana.

Las vacunas contra la gripe no siempre son efectivas.

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Estos animales, propios de los Andes, producen anticuerpos increíblemente pequeños en comparación con los nuestros.

Los anticuerpos son las armas del sistema inmunitario y se adhieren a las proteínas que sobresalen de la superficie del virus.

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Los anticuerpos humanos tienden a atacar las puntas de esas proteínas, pero esa es la parte que la gripe cambia con más rapidez.

Mientras que los anticuerpos de la llama usan su ventajoso tamaño para serpentear más profundamente y atacar las partes que la gripe no puede cambiar.

Anticuerpos sintéticos

Un equipo del Instituto Scripps, en California, infectó llamas con múltiples tipos de gripe para provocar una respuesta inmunitaria.

Luego exploraron la sangre de estos auquénidos en busca de los anticuerpos más potentes que pudieran atacar a una amplia variedad de cepas de gripe.

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El virus de la gripe es capaz de cambiar con rapidez las puntas de las proteínas que sobresalen de él.

Los científicos finalmente eligieron cuatro y luego comenzaron a desarrollar su propio anticuerpo sintético que usó elementos de cada uno.

El resultado se probó en ratones a los que se les administraron dosis letales de gripe.

"Es muy efectivo, había 60 tipos de virus diferentes que fueron usados en el reto y solo uno no fue neutralizado y ese es un virus que no afecta a los humanos", le dijo el profesor Ian Wilson, uno de los investigadores, al programa de la BBC Ciencia en Acción.

"El objetivo aquí es proveer algo que funcione de estación a estación y que también te proteja de las posibles pandemias, si aparecen", explicó el científico.

El trabajo se publicó en la revista científica Science y aún se encuentra en una fase muy inicial, y el equipo quiere realizar más pruebas antes de empezar a hacer ensayos con humanos.

El Santo Grial

Los investigadores utilizaron dos técnicas diferentes a la hora de administrar los anticuerpos a los animales.

La primera consistió en inyectárselos y la segunda, en una terapia genética.

Las llamas son uno de los cuatro tipos de auquénidos o camélidos sudamericanos.

Las instrucciones genéticas para desarrollar el anticuerpo estaban empaquetadas en un virus inocuo, que luego se usó para infectar las narices de los ratones.

Y las células en el revestimiento de la nariz empezaron a producir el anticuerpo antigripal.

Una ventaja adicional de esto es que podría funcionar en las personas mayores.

A mayor edad, peor funciona el sistema inmunitario y la vacuna estacional contra la gripe se vuelve menos efectiva.

Pero este tratamiento basado en las llamas no necesita entrenar a nuestro sistema inmunitario.

El profesor Jonathan Ball, de la Universidad de Nottingham, le dijo a la BBC: "Tener un tratamiento que pueda funcionar en una variedad de cepas diferentes del virus es algo muy anhelado. Es el Santo Grial de la gripe".

"Habrá un apetito (por el tratamiento), pero dependerá de lo bien que funcione, qué tan cara vaya a ser", anotó. (I)