Dos procesos de intervenciones ha tenido la Universidad de Guayaquil en los últimos siete años. El más reciente empezó el 15 de octubre de 2018 y se mantiene hasta la fecha. El Consejo de Educación Superior (CES) determinó la intervención integral luego de una sesión programada para resolver la pugna por el rectorado que surgió con la destitución de Galo Salcedo de ese cargo.

En esa disputa hubo disturbios, enfrentamientos entre dos bandos. Uno apoyaba la sucesión de Gulnara Borja, nombrada por ser la subrogante; otro, a Antonio Rodríguez, designado por el Consejo Universitario.

Inicialmente la medida regiría por 90 días, pero el plazo era prorrogable y, en efecto, se extendió. Roberto Passailaigue asumió como presidente de la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI) y rector encargado, situación que no se dio en el primer proceso, en octubre del 2013, en el que cada instancia tenía una cabeza principal.

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Roberto Passailaigue presentó su renuncia al rectorado de la Universidad de Guayaquil

En aquel entonces, el CES intervino la universidad más grande del país, que registra una media de 60.000 estudiantes, por irregularidades como cobros indebidos que afectaron la gratuidad de la educación de tercer nivel, y dentro de un proceso de reestructuración administrativa y académica.

Entonces el presidente de la comisión fue Jorge Kalil. A él lo sucedió Jaime Medina (en enero del 2016) y a este, el cubano Luis Carmenate (en septiembre del mismo año y por un periodo de dos meses), con quien terminó la intervención en noviembre del 2016, a los tres años y un mes.

La Universidad de Guayaquil se alista para vivir, este viernes, un proceso de elecciones de sus principales autoridades. Para el rectorado los candidatos son Francisco Morán Peña (lista A) y Antonio Rodríguez Vargas (lista B), y están habilitados 65.000 estudiantes y 2.188 docentes para sufragar.

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No obstante, una acción judicial podría aplazar el proceso aunque sobre aquello no hubo información oficial hasta las 17:00 de este jueves.

Morán es Profesor titular principal (diciembre de 1998 a la fecha) , doctor en Educación y Sociedad, doctor en Informática, magíster en Educación Superior, especialista en Proyectos.

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Rodríguez es Docente titular (desde el 2001 hasta la fecha), investigador y deportista de alto rendimiento, tutor y revisor de tesis de pregrado y posgrado, doctor en Ciencias de la Cultura Física, magíster en Cultura Física.

Esta convocatoria no se ha escapado de los desacuerdos en el centro superior. Gonzalo Rodas, cuya candidatura fue inadmitida por registrar impedimento para participar en este proceso, según el Tribunal Electoral, descalificó ayer tanto las elecciones como la gestión de la CIFI.

El miércoles trascendió que Rodas presentaría un recurso legal con el que las elecciones quedarían aplazadas y este jueves en redes sociales se difundió un documento en el que se da cuenta de la aceptación de esa acción. No obstante, hasta las 16:45 de hoy, jueves, la Universidad no había sido notificada, se indicó.

Clemente Moreira, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Guayaquil (APUG), espera que con la nueva administración se impulsen los procesos de recategorización docente. El titular del gremio dice no estar de acuerdo con la última intervención y considera que no se cumplieron los ofrecimientos de la CIFI.

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“No fueron recategorizados, revalorizados y promovidos. Más bien se ha insultado al docente, se lo ha desprestigiado, se lo ha vejado (...), un proceso como de 270 (docentes) de recategorizaciones, como 200 y algo más de revalorizaciones y otra cantidad de promoción. Hay como 30 profesores que son Ph. D. y hasta hoy se los promociona”, refiere el docente.

Asimismo, Moreira señala que es necesario que con las nuevas autoridades tanto los docentes como los estudiantes sean vinculados con las acciones que apunten a mejorar la calidad académica.

“La Universidad de Guayaquil antes de que entre la intervención estábamos bien altos en asuntos de investigación. Hoy día estamos casi cero. Y eso ¿quién pierde? Pierde la Universidad, los estudiantes”, expresa él.

En cuanto a la demanda estudiantil el pedido a la nueva administración es que se equipen las aulas con bancas y que se reparen las baterías sanitarias de ciertos bloques de aulas.

A manera de un informe de su gestión y oficialización de su renuncia al frente de la CIFI y del rectorado de la Universidad de Guayaquil, Roberto Passailaigue detalló el martes las ofertas de su administración que quedaron incumplidas “por más gestiones e insistencia efectuadas”.

Habló de la no devolución del Hospital Universitario, con sus equipos, mobiliario y demás accesos propios de su actividad, de la no entrega inmediata de manera extrapresupuestaria de $ 15 millones para la adecuación del entorno académico de las facultades y unidades académicas, y otro aporte de $ 30 millones para cumplir con obligaciones pendientes de la Universidad.

“Dejo constancia de que no se recibió el apoyo ni los recursos prometidos para un mejor desempeño y resultados en la solución de los problemas encontrados, que se venían arrastrando desde hace 5, 10, 15, 20 o más años...”, señaló.

Sobre las metas cumplidas destacó el plan emergente de seguridad integral, que consiste en la instalación de más de 220 cámaras de seguridad, un cerco de seguridad perimetral con ocho puertas de ingreso peatonal con control de torniquetes. Resaltó la puesta en marcha de la educación en línea en la época de pandemia, así como las acreditaciones y reconocimientos conseguidos a nivel local e internacional. (I)