Que han tenido una leve recuperación económica en este 2021 respecto al año pasado indicaron administradores de establecimientos donde se expenden sánduches de chancho y pavo, en el sur de Guayaquil.

En estos locales, antes de la pandemia de COVID-19, cada 24 y 31 de diciembre se registraban largas filas de personas desde horas de la madrugada, esperando comprar los alimentos preparados.

Gabriel Rodríguez, jefe de Operaciones de El Sanduchón, ubicado en las calles Colombia y Los Ríos, contó que en el 2020 las ventas se mantuvieron “estables” y que este año se ha sentido un crecimiento conservador. “No ha subido mucho, pero se siente una recuperación”, dijo Rodríguez.

Publicidad

Agregó que, para el 24 de diciembre, el producto más apetecido por los usuarios es el pavo. Este hecho ha sido una constante en los últimos años. Para fin de año, la demanda apunta al cerdo.

Con él coincidió Roxana Molina de Peralta, administradora de El Sabrosón, que comprende tres establecimientos entre las calles Bolivia, Esmeraldas, Vacas Galindo y Tulcán.

“Siempre el fuerte por Navidad es pavo. En fin de año la demanda de piernas de chancho sube más”, indicó.

Publicidad

Explicó que, en este mes, las ventas se han incrementado en un 20 % en comparación con diciembre del año pasado.

Molina indicó que el precio de la libra de chancho y pavo se ha mantenido en 3,20 dólares desde hace varios años.

Publicidad

Los locales han diversificado su oferta para tratar de llegar a nuevos consumidores o familias pequeñas, ofreciendo tarrinas por libras o la mitad del producto. “Tenemos mitad de pierna desde 9 libras hasta piernas enteras de 40 libras; en pavos tenemos desde 11 libras hasta 32, 34 libras”, expuso.

Ante el incremento en la cantidad de pedidos de los productos por las festividades de Navidad y fin de año, en estos establecimientos se han aplicado medidas de bioseguridad para mitigar los contagios.

En el local El Sanduchón, ubicado en las calles Colombia y Los Ríos, se aplican medidas de bioseguridad a los clientes. Foto: Jorge Peñafiel. Foto: El Universo

Rodríguez manifestó que instalaron separadores en las zonas internas y externas del local para recibir a los clientes. También se han dividido tres áreas: una para aquellos clientes que han realizado reservaciones, otra para los clientes que compran en el momento y, al frente, en un pequeño local, se entregarán tarrinas con filetes de pavo o chancho.

Este procedimiento se replicará el próximo 31 de diciembre, en que se espera una mayor cantidad de usuarios.

Publicidad

Asimismo, Molina, administradora de El Sabrosón, explicó que en los tres establecimientos se han distribuido las áreas para atención de los clientes.

Además han implementado el servicio de entrega a domicilio para aquellos usuarios que han reservado productos.

“La pandemia nos impulsó a meter más logística para esto, para descongestionar el aforo. (La compra de cerdo y pavo) es una tradición guayaquileña donde las largas filas no se hacen esperar. Estamos trabajando de manera organizada, tomando todas las medidas de bioseguridad”, sostuvo la administradora.

El ‘Hollywood de papel’ está listo en el Suburbio: más de 20 gigantes referentes a personajes de películas y series

La tarde del jueves 23, varios comensales degustaban sánduches de chancho en El Sabrosón, en Bolivia y Los Ríos.

Junto a una de las ventanillas del local, se imponía un cartel anunciando que cada comprador debe presentar el carné de vacunación contra el coronavirus para ser atendido.

Noelia Guevara, de 53 años, era una de las comensales. Ella presentó su certificado de haber sido inoculada para comprar dos sánduches de cerdo.

“Es una decisión acertada: si alguien no se ha vacunado, no puede seguir exponiéndose a contagiarse o, peor aún, contagiar a otros que sí se cuidan”, refirió la ciudadana.

Molina indicó que están priorizando la salud de los clientes al solicitar el certificado de vacunación.

Ella calificó como un gran reto mantener el legado de su suegro, Gustavo Peralta, fundador de El Sabrosón, quien falleció hace cinco meses.

“Es la primera Navidad y fin de año sin él. Es muy doloroso, pero aquí seguimos y queremos mantener la excelencia en el trato a nuestros clientes”, expresó Molina. (I)