El ajetreo comercial de la avenida Olmedo y Malecón Simón Bolívar parece sacado de una estampa de antes de marzo del 2020. El ir y venir de transeúntes ya se nota. Es uno de los sitios de Guayaquil que parece recuperar ese movimiento que se registraba antes de la pandemia.

Unos se mueven por allí con mascarillas, otros sin ellas o quijada, comprando, trabajando. Vendiendo, regateando en los comercios de la Bahía.

En los locales céntricos unos aún exigen carné para entrar; otros ya no piden ese documento ni menos aplican alcohol en las manos para acceder ingresar. De la caja de desinfección de zapatos que era característica meses atrás, cuando la ciudad presentaba mayor índice de contagios de COVID-19, ya casi no queda rastro.

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La ciudad parece que ha entrado a un modo de relajamiento tras casi dos años de vaivenes, con medidas y restricciones, por la pandemia. Sucede a dos años de haberse declarado el primer estado de excepción por COVID-19 en Ecuador.

Fue el 16 de marzo de 2020, en cadena nacional, que el entonces presidente Lenín Moreno anunció medidas drásticas para evitar más contagios. En ese entonces solo se habían confirmado dos fallecidos por COVID-19. Luego vendrían los días más críticos de la pandemia: la crisis sanitaria. Una crisis que a Guayaquil la golpeó fuerte, hasta con muertos en las calles, en casas. Con hospitales a su máxima capacidad de pacientes. Con contenedores llenos de cadáveres apilados.

En la actualidad, según cifras del Ministerio de Salud de Pública (MSP) se han reportado 849.699 casos confirmados de coronavirus a nivel nacional. Mientras que en Guayaquil, según el informe epidemiológico del COE cantonal, hay un ligero incremento en el número de casos tras el carnaval.

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En el último reporte del 7 al 13 de marzo se detalló que la incidencia semanal es de 1,51 por cada 10.000 habitantes, un aumento de 43,7 % en comparación con la semana anterior que fue de 1,05, es decir hay un incremento de 139 pacientes más, aproximadamente 20 enfermos adicionales por día, situación que se tenía prevista por el comportamiento en el feriado de carnaval.

Pese a este leve incremento, en las calles, comercios, medios de transportes e incluso balnearios y sitios de paseos la situación refleja momentos de la vieja normalidad, debido al bajo índice de casos que se evidencian en la urbe.

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Karla Arteaga, vendedora de la Bahía, explicó que ella sale a trabajar con su hijo, y le tiene prohibido permanecer sin mascarilla, solo por momentos como a la hora del almuerzo se la retiran. Sin embargo, ve muchas personas que permanecen toda la jornada con la mascarilla en la quijada o en el cuello, situación que dice estresarla.

“En esta pandemia se ha visto mucha desobediencia y sigue, porque la gente se confía, es verdad que la guerra (Rusia-Ucrania) ha hecho que nos olvidemos del virus, la situación del país, la reactivación, y hasta la inseguridad nos tiene más pendientes de los sicariatos y no de la salud, creo que si nos descuidamos podría aumentar los casos”, comentó la mujer, dueña de un módulo donde vende ropa.

Ciudadanos con mascarilla, otros sin protección caminan tranquilamente por las calles y avenidas del centro de Guayaquil. Foto: José Beltrán. Foto: José Beltrán

Otras de las situaciones que ya no se ve con la rigurosidad de meses atrás es la exigencia del carné de vacunación en comercios minoristas, distribuidoras, locales de comida... “Ya son pocos los lugares que piden el carné, antes no entrabas por nada del mundo si no tenías el carné, ahora en ves de ver eso te revisan son los bolsos por el tema de la delincuencia”, comentó una mujer que acudió a dos centros comerciales del norte.

Leonardo Jaramillo, residente del centro de la urbe, explicó que se ve mayor reactivación económica en los negocios del centro, desde la calle Panamá, avenida 9 de Octubre, Mercado Central y Bahía.

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“En estos días ha estado a full, por el tema de quincena, hay más compradores, pero sí, se ve un aumento comercial y eso es positivo, pero creo que debe venir acompañado de una buena prevención del virus, aún hay riesgos”, comentó el morador.

El médico intensivista Alberto Campodónico, del staff de la clínica Kennedy Alborada, comentó que aún estamos en un periodo en que no se debe dejar de lado el uso de mascarilla, que los ciudadanos pueden continuar vacunándose porque el esquema completo es de tres dosis para tener la cobertura correspondiente.

Ya se registran en Ecuador los primeros casos de la variante ómicron BA.2. Fueron detectados en Guayas

“Hay mucha movilización a playas, además que se viene un próximo feriado de Semana Santa y hay que estar protegidos, el virus aún circula con menos casos, pero se mantiene en la ciudad ya por dos años, no es momento de bajar la guardia”, comentó él.

Indicó que la duración de la inmunización de la tercera dosis es de unos cuatro meses, por eso las normas de bioseguridad se deben mantener al salir a actividades, eventos, compromisos laborales presenciales.

Pero este panorama de relax puede cambiar con la aparición de casos de la subvariante BA.2 de ómicron, que ya está presente en Ecuador. Se trataría de los cinco primeros casos detectados en Guayas. El Centro de Investigaciones de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) confirmó esos casos, el primero detectado a fines de febrero.

Es conocida también como ómicron furtiva, un linaje o variante de la original ómicron que podría propagarse más rápido y que sería más difícil de detectar, según los datos internacionales que existen al momento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que esta variante supere a la anterior con unos 8.000 casos identificados en más de 40 países, incluidos Estados Unidos, Alemania, India y otros. (I)